Capítulo 50: Reencuentro por teléfono

----------Narra Jun---------

Tengo 3 años viviendo en China en la ciudad de Shanghái, en esta ciudad yo nací y aquí pasé la mayoría de mi vida, después de la muerte de mi padre seguí estudiando y logré graduarme de médico cirujano, su muerte me dejó muy destrozado el corazón, no solo perdí a mi padre también a mi hermana.

Mulan y Jazmín han sido esa luz en mi vida, son como unas estrellas en el inmenso cielo oscuro. Las amo con mi vida y ahora que tengo a esta criatura la cual hemos adoptado me siento satisfecho, su nombre es Mei, tiene dos años. Tenía un año viviendo con mi hermosa Mulan en este país, cuando decidimos adoptar, nuestro matrimonio estaba que se iba por el drenaje, muchas personas piensan que un niño no es necesario, pero, pues sí, en mi caso lo fue, quería tener una familia y para mí los hijos son los que conforman y traen verdadera alegría en un hogar, soy feliz de tener a mi niña Mei, ella es la niña de mis ojos, mi vida. La adoptamos con tan solo tres meses de nacida, su madre murió en el parto y Mulan se enamoró de ella a primera vista.

Mi preciosa esposa es estéril, fue imposible ayudarla a ser madre, su útero no resistiría un embarazo, por ese motivo decidimos adoptar a Mei. Mulan trabaja dando clases de arte a niños en varias escuelas cerca de nuestro distrito, también tiene una galería donde vende sus cuadros, ella es muy feliz haciendo lo que tanto le gusta.

Extrañamos mucho a Jazmín, pero así es la vida, los niños crecen muy rápido, por eso hay que disfrutarlo. Ella es toda una mujer, tiene 28 años, tenemos tres años que no la vemos, pero sabemos que está bien, ella es una gran empresaria en los Estados Unidos, tiene una empresa de moda, estoy muy orgulloso de todo lo que ella ha logrado.

Trabajamos en el distrito de Pudong. El hospital donde trabajo queda muy cerca de mi hogar. Vivímos en el apartamento que era de mi padre, no es grande, pero es muy cómodo y me trae muy bonitos recuerdos de mi progenitor, Joe nos crió con mucho amor, nos dio consejos que al final ninguno de los dos obedeció y pagamos las consecuencias por nuestra desobediencia.

Oliver todavía tiene mis acciones, a pesar de todo lo que hice por él nunca me las devolvió y tampoco estoy interesado en que lo haga, solo quiero que se aleje de mi familia.

Hoy es mi día libre, estoy ayudando a Mulan a dormir a la bebé, ya que es un poco inquieta, se acuesta muy tarde, son las once de la noche y todavía no se ha quedado dormida. Ambos estamos acostados con ella en la cama matrimonial, toca apagar todas las luces, para que la niña se pueda dormir, leímos un cuento y en este momento Mulan le está cantando, todos los días intentamos por todos los medios que se duerma temprano.

Mi teléfono suena y hace que la niña vuelva a abrir los ojos, salgo corriendo del cuarto y cuelgo la llamada, es un número desconocido, tal vez se equivocaron.

Me dirijo a la cocina y agarro un vaso de agua, el teléfono vuelve a sonar y es el mismo número. Decido responder con mucha precaución, ya que es muy tarde y en estos tiempos hay muchas llamadas de personas sin oficio.

—¡Buenas noches! —Digo con mi tono de voz un poco fuerte.

—Hola, hermano, soy Jia. ¿Cómo has estado? Perdona la hora, pero es urgente. —Dice una voz conocida, pero que llevaba veinte años sin escuchar.

—¿Quién eres?, ¡estás equivocada!, no puedes ser mi hermana, ella está desaparecida desde hace muchos años. —Expreso con el corazón acelerado y sudando como si hubiera corrido un maratón.

—Jun, soy yo, tu hermana gemela, tengo una hija y su nombre es Jazmín. Nuestro padre se llamaba Joe y mi madre Mag. —Habla la mujer que dice ser mi hermana, aunque lo dudo un poco, tiene su voz y sabe mucho, pero no sé, me cuesta confiar en ella.

—¿De verdad eres tú? ¿Quién me garantiza que eres ella? —Pronuncio con la voz entrecortada.

—Cuando teníamos siete años, nuestro padre Joe nos llevó a un parque de diversión, pero tú querías ir a la casa de los espejos, y padre no quería llevarte, yo era su consentida, así que padre y yo decidimos ir a los carritos chocones, en el camino me antojé de un peluche de un pingüino, nuestro padre metió la moneda a la máquina y empezó a mover los controles todo para obsequiarme el peluche, tú estabas muy molesto y yo te sacaba la lengua. De pronto desapareciste, no estabas a su lado ni en el mío, esa noche no te conseguimos, según lo que nos contaste, dormiste debajo de una banca, al otro día una persona te vio y llamó a un policía y él llamó a papá, menos mal te sabías el número de teléfono o si no yo hubiera sido la única hija. Jajajaja me acuerdo como si fuera ayer. —Relata con seguridad la mujer. Mientras se ríe con travesura, es ella, ahora si estoy seguro.

—¡Hermanita! ¡De verdad eres tú! ¡Estás viva! No puede ser. ¿Dónde estuviste todo este tiempo? Y ¿cuál emergencia es? ¿Estás bien? ¿Por qué me llamas hasta ahora? Dime, ¿qué ha sido de tu vida todos estos años?—. La interrogo con lágrimas en mis ojos. —Te he extrañado tanto que no puedo creer que estés con vida.

—Estoy bien mi llorón, estoy bien. Me encuentro en China, estoy en Shanghái, soy una agente encubierta de la CIA, eso es lo único que te puedo decir. Por los momentos no te puedo responder más preguntas, simplemente quiero pedirte un gran favor, ha sucedido algo malo con Jazmín, ella está en el hospital de Ruijin aquí en la ciudad. —Dice con firmeza mi hermana y todo lo que dice es tan ilógico, tal vez tenga algún trastorno mental.

—Hermana, estás confundida, Jazmín vive en Estados Unidos, ya tiene 28 años, es una mujer muy hermosa, exitosa y rica. Y ¿cómo así que eres agente de la CIA?, no entiendo nada, necesito que me expliques todo con calma. —Declaro muy desconcertado por lo que acaba de decir.

—No te puedo decir más, no quiero que corran peligro tú y tu familia y mi hija. Confía en mí, y ayúdame esta última vez, por favor, y no me hagas más preguntas, no te puedo responder. Necesito que vayas al hospital Ruijin y te presentes como su familiar. A mí Flor la trataron de secuestrar mientras iba en un taxi al hotel, ella había contratado un detective para investigar mi paradero, el hombre es excelente en lo que hace, él me consiguió, pero Jazmín no puede saber todavía quién soy yo, porque podría correr peligro y hasta morir por mi culpa. Necesito que vayas al hospital, ella sufrió un ataque de pánico. —Dice Jia, respirando muy deprisa, voy a creer en lo que me dice.