La soledad puede ser una amiga o enemiga, en el caso de Adel se ha convertido en su enemiga. En la casa de la madre de Alam, el pobre joven llora y se angustia al creer que lo han abandonado.
Horas han pasado desde que Lina salió hacia el hospital junto a Heydar y Jamir, el sol ha salido y este joven no ha podido dormir, los malos pensamientos han perturbado su mente y lo han puesto a delirar y a llorar sin control alguno.
—Alam está muerto, volveré a Afganistán, me van a matar como mataron a mis padres, Jazmín me dejó, estoy solo, nadie me quiere. —Estas son palabras que repite Adel mientras está acostado en el mueble con una sábana cubriendo su cuerpo.
—Hay vienen, son ellos, me van a llevar a Afganistán, —tocan a la puerta y el joven se altera, sus ojos se agrandan y empieza a respirar con dificultad, él solloza en silencio mientras los toques a la puerta continúa.
Detrás de la puerta está Lina, que al ver que Adel no le abre saca la llave debajo de la alfombra y entra a la casa.
—¡No!, —grita Adel.
—¿Qué pasa Adel?, ¿qué te sucede?
—Señora Lina, es usted—Adel corre y la abraza.
—Mi niño, ¿por qué gritabas?
—Tenía miedo a que los oficiales vinieran por mí y me llevaran a Afganistán, yo no quiero morir, no quiero volver a allá.
—Adel, tranquilo, nadie va a venir por ti, yo te protegeré y no te va a pasar nada malo.
—Su hijo me dijo lo mismo y ahora tal vez está muerto. —Lloriquea, el joven aún en los brazos de Lina.
—Él vive, estoy segura de que Alam está vivo —Habla ella con la mirada perdida. La pelinegra acaricia la cabeza de Adel, pobre niño, qué cosas habrá visto en su país que lo tiene tan traumado.
Adel pastoreaba las ovejas junto a su padre, él se quedó atrás buscando uno de sus animalitos y su padre pisó una granada el cual le mutiló las piernas, vio a su padre agonizando y no pudo hacer nada, a los meses de su muerte unos talibanes se adueñaron de la aldea donde él vivía, luego fueron saqueando todas las casas y adueñándose de todo lo que encontraban, a su madre la violaron y luego la mataron, él sé salvó, porque corrió sin rumbo, andaba solo y arrepentido de haber abandonado a su madre, en una carretera iba caminando descalzo, Alam pasaba en su camioneta cuando lo vio y lo ayudó, le dio un trabajo, comida y un lugar para vivir; sin embargo, él no logra sacar de su mente esos malos recuerdos que lo atormentan y que al estar solo cada momento que vivió en Afganistán, cobra vida.
—Gracias por haber llegado. Dígame ¿cómo está Jazmín? —El joven suspira y se separa de Lina, él siente que el peso que cargaba en sus hombros, acaba de caer al abrazar a esta tierna mujer.
—Voy a responder esta llamada y luego hablamos. —Lina toma el teléfono y al escuchar la voz de su hijo ella se pone a llorar.
—Madre, no llores, soy Alam, estoy bien, estoy con vida y.
—¡Hijo mío!, ¡estás vivo! —Lina lo interrumpe y exclama con emoción.
—Si madre, te amo y te extraño mucho, perdóname, pero debo ser breve, no puedo hablar por mucho tiempo.
—Okey, entiendo. —Ella se queda en silencio con una sonrisa amplia y lágrimas de felicidad cayendo por sus labios.
—Madre, voy de regreso a China. —Le informa Alam a su madre.
—¡Qué alegría hijo!, no lo puedo creer.
—Madre, Harry está vivo y no está aquí en Afganistán, me informaron que él salió en un avión para China, madre, protéjanse unos a otros, él va por ustedes, pero en especial por Jazmín. —Concluye Alam, la llamada se cae y Lina llora de impotencia y temor, ella se sienta en el suelo y al ver el rostro de Adel, trata de tranquilizarse, no quiere afectar más al joven, se levanta y limpia sus lágrimas, luego lo abraza.
—No llores, Alam está vivo y viene para acá. —Ella decide no contarle sobre el peligro que se avecina, Lina no entiende cómo Jazmín está en peligro, se pregunta ¿qué tiene que ver Jazmín con Harry?
—Mi niño, una pregunta, ¿Jazmín corre algún peligro?
—Corría, ya no, en Afganistán alguien la mandó a secuestrar y Alam mató a quien lo hizo.
—¿Te molesta si te hago otra pregunta? —Le dice la mujer.
—No para nada, haga todas las que quiera.
—¿Alam y Jazmín son pareja o novios? —Pregunta la pelinegra con el corazón a mil.
—Son novios, —Contesta Adel sin tapujos.
—¡Qué alegría!, entonces voy a ser abuela. —grita Lina mientras pega un brinco y abraza a la única persona delante de ella.
-----Horas antes-----
En la sala de espera del hospital, está Lina, junto a Heydar y Jamir. Ellos se levantan al ver al doctor saliendo de la habitación que le han dado a Jazmín.
—Bao, ¿está bien la niña? —Consulta Lina a su amigo, después de 5 horas realizándole algunos exámenes es que el doctor aparece.
—Lina, ella no es una niña, es una mujer, ella está muy débil, deshidratada y anémica. ¿Dónde la encontraste?, ¿y ellos quiénes son?
—Bao, ellos vienen de Afganistán, son amigos de mi hijo Alam. —Ella toma la mano del médico y se aleja de los jóvenes, ya que miran al doctor con la mirada fría y seria y eso le preocupa a Lina.
—Están sin papeles en este país, te vas a meter en un gran problema, —ambos caminan lejos de Heydar y Jamir—. La chica parece ser Estadounidense. —Informa él.
—Bao, según ella es de aquí de China. —Le dice ella al doctor, más ella piensa que no es cierto, creo que es mentira, habla muy bien mandarín, pero su apariencia es diferente, tiene hasta el cabello tinturado, sus raíces son de una rubia, se dice Lina.
—Debe haber una mezcla de padres chinos y estadounidenses. —Habla el doctor.
—¿Tú crees?
—Busca a su familia, ella necesita un buen tratamiento, en su condición no puede seguir así, la presión la tiene muy baja y está por debajo de su peso. —Expresa él.
—¿Qué condición?, ¿acaso está muy enferma? —Indaga Lina preocupada.
—Esta embarazada, lo más probable es que ella lo esté ocultando.
—Bao, yo no sabía, por favor no pienses mal de ella, si ella hubiera sabido me lo hubiera dicho.
#1805 en Novela contemporánea
#12884 en Novela romántica
lucha por sobrevivir, infancia dificil, conoceras el verdadero amor.
Editado: 31.10.2024