Lo observo por un momento, ya que de lo tomado que venia no podía abrir la puerta, me dispongo a ayudarlo y dice -Sueles llegar a esta hora.
Me río -¡No!, solo que se podria decir que me asaltaron, ¡pero no paso nada!.
En ese instante pareciera que se le olvido que estaba borracho y con la voz bastante molesta me dice - ¡¡¡Es enserio te asaltaron y lo dices muy tranquila!!!
Me rió -¡Dije que casi!, no que me asaltaron!
Se toca la nuca -Camelina prestame tu celular.
Algo extrañada por su petición, Le estiro mi mano con el celular.
Después de unos segundos me lo devuelve, y me dice - Registre mi número telefónico, para cualquier cosa ¡marcame!.
-Le sonrió - ¡No era necesario!
-JAA ¡Y entonces para que somos amigos!
-Me toco el cabello y le digo -A caray no pensé, ¿qué me consideraras tu amiga?
- Algo serio me dice -¡Si! a partir de este momento somos amigos, además aprovecha que tienes un vecino con carro, dispuesto a recogerte en cualquier lugar sin importar la hora.
-Cruzo las manos y sarcasticamente le digo -Y si estas ocupado con alguna de tus amigas, de hecho se me hace raro que no vengas acompañado.
Se ríe -Así que ya conoces a mis amigas.
Comienzo a bajar la mirada y respondo -De vista, solamente.
-Ahh, ¡No te preocupes que para la otra te las presento!.
-No gracias, ¡buenas noches!.
Me despido y me marcho a mi departamento.
Al día siguiente en el hotel no paso, algo fuera de lo normal. Cuando ya era hora de marcharme, llego Virginia de lo mas feliz con su amigo de la noche anterior, me despido y me marchó del lugar.
Al caminar a la parada del autobús, me encuentro un cachorro bastante desnutrido, mi corazón me impide dejarlo solo, y me lo llevo en brazos a la veterinaria mas cercana.
Me quedó sentada esperando mi turno, para que me atienda el veterinario despues de un rato me llama por fin su asistente.
Al entrar al consultorio, como soy tan distraída, accidentalmente choco con el y tan amablemente, me sostiene para no caer, mientras me sonríe.
observo que es una persona de aproximadamente 28 años, alto, delgado, guero, cabello rubio, ojos azules, bastante guapo y de una sonrisa encantadora.
Le doy al cachorrito y despues de checarlo por un rato me dice, acerca de los cuidados y de algunas medicinas para su recuperación.
En ese momento algo angustiada le mencionó
-Doctor, el cachorro no es mio, lo encontré en la calle y es imposible quedarmelo.
Responde algo extrañado -Bien y ¿qué piensas hacer con este pequeño angelito?
-¡No lo se!, yo cubriré sus gastos y comidas, pero no me lo puedo quedar, en el departamento no admiten mascotas.
-Bien, te entiendo, mira yo tengo un pequeño refugio, con ayuda de algunos amigos lo mantenemos aflote, pero por el momento es imposible admir mas perritos.
-Y si mientras le encuentro un lugar, puede quedarse en el refugio prometo cubrir sus gastos.
-Me parece perfecto, ¡pero con una condición!
-¡Si esta bien lo que sea!
-Tendrías que venir como voluntaria en tus tiempos libres, ¡ya que nos faltan un par de manos!
Le sonrió y con una mano levantada le digo -¡Si yo encantada!
-Excelente, me sonrie,-No me has dicho tu nombre, extiende su mano, y me dice -Mucho gusto el mio es Patrick.
-¡Mucho gusto! Camelina, después de un rato de charlar nos dirigimos al refugio que quedaba solamente aun par de casas de la veterinaria.
Era pequeño y con muchos animales, con una cajita de cartón y unas mantas coloque al cachorito que dormía tranquilamente.
-¿Qué te parece el refugio?
-Muy acogedor, miro tiernamente el lugar.
-¡La verdad!, le faltan muchas remodelaciones y equipamiento, pero hacemos lo que podemos por estos ángeles.
-Bueno es hora, de marcharme, ¡prometo regresar en mi día de descanso!
-¡Claro! descansa.
Me marcho del sitio y me dirigí a mi departamento.
Después de comer y ducharme, escucho que tocan mi puerta para lo cual, abro y para mi sorpresa.