CAPITULO 22

CAMILA 

El día de la recaudación de fondos llego y estaba más tensa de lo normal ya que no sabía que esperar, lo único que quería el día de hoy es que todo saliera bien y sobre todo quería que el día de hoy Emanuel no se enojara de absolutamente nada.

El sonido del celular que avisaba que tenía un mensaje hizo que saliera de sus pensamientos, tomo el celular y vio que tenía un mensaje de Emanuel diciéndole que estaba afuera de su casa, ella se vio por última vez en el espejo y sonrió al ver que estaba hermosa con ese vestido color rosa, pegado a su cuerpo, tomo su bolso y mascara que había escogido por la temática del evento.

Al salir vio que Emanuel estaba recargado en su carro, el al verla sonrió y se acercó a ella para ayudarla a llegar al coche, al estar enfrente de carro, el tomo de la cintura y la beso.

-te vez hermosa

- gracias mi amor, tú te vez muy guapo

- sabes que quiero dar una buena impresión y sobre todo quiero que tus hermanos me acepten

- con que yo te amé es más que suficiente mi amor, sabes que no me interesa lo que ellos piensen

- está bien mi amor, vamos antes de que se nos haga tarde

- vámonos amor

Emanuel ayudo a subir a Camila a su carro y cuando los dos ya estaban adentro de él tomaron camino hacia el lugar del evento, al llegar al lugar Camila empezó a supervisar que todo estuviera tal y como ella había ordenado, se alegró al observar que todo está perfecto

Al entrar a el lugar, empezó a saludar y a presentar a Emanuel como su pareja, y este más que feliz de que Camila le diera su lugar ante la gente que ella solía conocer.

- ¡hija! _ la voz de su padre hizo que ella tomara rumbo hacia el

- hola papa_ lo saludo con un beso 

- hola nena, te vez hermosa_ la chuleo

- gracias papa

- Emanuel ¿cómo estás? _ pregunto su padre con educación

- bien señor, ¿usted?

- bien muchacho, pero los dejo voy a socializar un poco

El padre de Camila se fue no sin antes dejarle un beso de despedida en su mejilla

-sabes, siento que tus hermanos le están metiendo cosas a tu padre sobre nuestra relación

- no mi amor, mi papa no me ha dicho nada

- no te lo ha dicho, pero cada vez que nos mira se le nota que no está de acuerdo con nuestra relación

- no creo mi amor yo...

- ¿me estás diciendo mentiroso? _ cuestiona enojado Emanuel

- no amor

- pues parece, y sabes que te dejo un rato para que reflexiones lo que me acabas de decir

Emanuel se va dejando a Camila en medio del lugar, afortunadamente nadie se dio cuanta más que su hermana la cual solo cerro los ojos en forma de enojo.

Camila por su parte decido mejor empezar a trabajar, así que empezó a socializar un poco para convencer a las personas de que donaran una jugosa cantidad a la fundación, pero a pesar de estar distrayéndose con su trabajo ella no dejaba de pensar en Emanuel y cada vez que lo volteaba a ver el platicaba con un grupo de hombres, estaba un poco aliviada ya que veía que él se divertía.

Decido tomarse un descanso para en contentar a Emanuel, así que cuando termino de hablar con una pareja de casados camino hacia donde visualizo a su novio, pero la voz de su hermano Adriano la detuvo

-Camila_ llego su hermano a ella_ ¿recuerdas a Christopher Hackman?

- no_ negó ya que lo que menos quería es recordar a alguien que no le interesaba

- es el, mi amigo que llego de intercambio_ cometa Adriano señalando al hombre que está a su lado

- perdón, pero no te recuerdo

- no te preocupes fue hace tiempo_ dijo aquel hombre bastante alto, cabello negro y ojos azules, a simple vista se veía que era de otro país

- él es uno de mis mejores amigos de intercambio, él es cirujano pediátrico vino a apoyar a la fundación es un médico reconocido_ expresa su hermano emocionado

- pues bienvenido y muchas gracias por apoyar a la causa

- es un placer

- mira Christopher ahí está mi padre_ señala a mi padre desde su lugar_ se va a emocionar mucho cuando te vea, adiós Camila

- Nos vemos luego_ se despide el hombre mientras mi hermano lo lleva con nuestro padre

Sin más camino hacia Emanuel, el cual me ve serio cuando me ve acercarme, siento como mis manos sudan mientras camino hacia su dirección

-mi amor, perdón por dejarte solo_ le pido disculpas

- no creo que lo sientas tanto Camila

- ¿Cómo?

- te vi hablando con aquel hombre que tu hermano te restregaba  

- no es lo que tú crees

- pues no lo creo, vi cómo te acariciaba el pelo, poco le faltaba para que te besara

- no me estaba acariciando nada, solo estábamos hablando

- no soy estúpido Camila, te dejo un momento y ya estás hablando con otro

- mi amor te juro que no hice nada malo_ digo mientras siento como mis lágrimas amenazan en salir

- no vayas a llorar y hacerte la victima

- Emanuel no me hables así

- claro, por eso no quieres casarte aun conmigo

- ¿de qué hablas? _ pregunto mientras limpio las pocas lagrimas que se me han derramado

- me has dado largas para casarnos, ya que quieres seguir coqueteando con los demás hombres

- no yo te amo mucho

- sabes que, mejor me voy no quiero verte, cuando se me pase el enojo te busco

Se va sumamente enojado, yo solo me quedo ahí pensado en como algo tan simple como platicar con alguien se convierta en un gran problema.

-Buenas noches, ¿eres Camila Sáenz? _ escucho la voz de una mujer atrás de mi

- si_ contesto mientras me limpio la lagrimas para darme la vuelta y verla _ ¿se le ofrece algo?

Volteo y veo a una mujer de unos 50 años, bien conservada, su cabello castaño y su rostro me recuerdan a alguien, pero no se a quien

-soy Dulce Arriaga de Solís

- muchos gustos señora

- ¿no me recuerdas verdad? _ pregunta

- realmente no señora

- soy tu madre Camila

Cuando termina aquellas palabras, siento como el mundo se me paraliza y la observo con más detalle, y veo que es igual a Cecilia, por eso se me hacía conocida su cara, al salir de mi shock la tomo del brazo y la llevo a un lugar más privado sin que nadie se dé cuenta.