CAMILA
Durante toda la semana he estado ocupada con el trabajo, sobre todo resolviendo problemas con la agencia de Nueva York, me he enterado que el servicio que están dando no es de primera como solemos hacerlo, estoy buscando la manera para que todo cambie. De alguna manera durante este tiempo que ha pasado me he refugiado en el trabajo, si está bien o mal hacerlo no me interesa, lo único que sé es que a mí me está funcionando.
La voz de Manuel me saca de la realidad y me informa que hemos llegado a la casa, así que me apresuro a bajar del coche y entrar a la casa, hoy lo unció que quiero hacer es echarme en mi cama para poder descansar de una semana ajetreada
-hija_ la voz de mi padre hace que no siga dirección a mi recamara
- hola papá_ me acerco a él y lo saludo
- hola hija_ me responde y veo que está nervioso y hasta un poco alterado
- ¿pasa algo papá? _ le pregunto
- sí, hija pasa algo y es grave_ me informa mi padre de manera seria
- ¿Qué pasa? _ pregunto asustada
- acompáñame a mi despacho
Sin rechistar camino junto con mi padre a su despacho, al entrar me indique que me siente en el sillón que tiene ahí enfrente de su escritorio, él se sienta a lado de mí y me toma de las manos.
-Cami, sé que en este momento no estás en la mejor versión de ti, sé que aun te duele todo lo que paso, y desearía no decirte esto _mi padre se ve afligido
- ¿papá que pasa? _ le pregunto asustada
- hace 10 minutos, ha llamado diciendo que Matías ha escapado del psiquiátrico_ me paralozo a escuhar la notica_ está en su casa, tiene amenazados a sus padres, el… quiere verte para así poder regresar al psiquiátrico
Matías Gallardo, fue el primero en todo, aquel hombre que más amé, pero con el cual aprendí que es el dolor, con el supe que las apariencias engañan.
-no puede ser_ es lo único que logro articular
-la policía y el personal está en la casa de los gallardos, pero el hombre pide verte o si no matara a sus padres_ Miro a mi padre, sabemos él y yo que es capaz de eso y mas
Cierro los ojos para saber qué hacer, el simple hecho de escuchar el nombre de Matías Gallardo hace que mi cuerpo tiemble de miedo, pero muy dentro de mi ser sé que lo tengo que enfrentar y sobre todo tengo que evitar que mate a sus padres.
-sabemos que tengo que ir_ le informo a mi padre
- lo siento nena_ mi padre me abraza
-sabía que tarde o temprano lo tenía que enfrentar, ya han pasado siete años desde que lo envié al psiquiátrico
- yo este a tu lado_ me promete mi padre
- gracias
Con mucho trabajo salimos de la casa, y subimos al carro de mi padre, durante el camino mi papá no suelta mi mano, sé que quiere darme fuerzas, pero lo único que siento es un gran miedo, después de tantos años Matías sigue provocándome esa sensación.
Al llegar a la casa de los Gallardo vemos que la policía y personal del psiquiátrico están, mi padre y yo nos damos una última mirada y salimos del carro.
Tomados de la mano caminamos directo a la entrada en donde vemos que hay varias personas reunidas platicando de algo.
-Bunas noches_ saluda mi padre_ soy Alejandro Sáenz y ella es mi hija Camila Sáenz
- Bunas noches soy el agente Moreno, yo le llame hace rato_ el hombre me mira_ señorita
- Buenas noche_ es lo único que logro decir
- Camila_ la voz del director del Psiquiátrico me hace voltear a su dirección
- Pablo_ digo en forma de saludo
- sé que esto es muy difícil para ti, pero el insiste y sabes que es capaz de todo_ me informa
- lo sé, y aunque no esté lista para esto lo voy a hacer
- entonces le informaremos a Matías Gallardo que está aquí_ informa el agente moreno y yo solo asiento
Los personales policiales y las personas del Psiquiátrico me dan algunas indicaciones a las cuales no les pongo atención, porque sé que la espera que haga todo lo que estas personas me piden, estoy segura que Matías se sabe todo el procedimiento.
-está pidiendo que entres_ mi informa Pablo
- bien_ busco con la mirada a mi papá
- todo va a estar bien_ me promete_ estaré aquí cuando todo acabe
Asiento y el me da un beso en la mejilla, sola camino hacia la entrada y toco, escucho como abren la puerta y yo entro en el poco espacio que me aceden, al entrar veo a la madre de Matías, tiene una expresión de espanto. La señora me guía a la sala y logro ver que el padre de Matías esta todo golpeado, el al mirarme baja la cabeza
-Hola mi cachorrita_ aquella voz y apodo hace que tiemble y a la vez sienta nauseas_ te han sentado los años mi amor
Lentamente volteo a su dirección y lo veo ahí parado como si nada pasara, no ha cambiado mucho, aquel pelo castaño perfectamente peinado esta igual, sus ojos verdes me miran con maldad como solían hacerlo y esa sonrisa diabólica me sigue dando escalofríos.
-No me dirás nada cachorrita_ dice mientras hace un puchero fingido
- no tengo nada que decir_ digo temerosa
- pero que bien educada te deje, sabes perfectamente que si no tienes nada útil que decir te callas_ se acerca a mí y siento miedo_ te extrañe mucho
- ¿Por qué estás aquí? _ pregunto
- ¿Cómo que por qué cachorrita?, bien sabes que te extrañaba y quería verte mi amor
- No debiste escaparte
- ¡lo que tú no debiste fue encerrarme! _ grito y yo salto del susto
- Matías
- yo te amo y tu solo me encerraste
- tu no me amas, tu siempre me lastimabas
- te amo y por eso nos vamos a ir juntos_ se pone enfrente de mí y su altura me intimida
- no Matías
- sí que lo harás, y formaremos una linda familia como siempre debió ser
- tú no eres capaz de eso, tu no querías hijos
. te equivocas, yo si quería hijos contigo cachorrita solo que tú te adelantaste y eso me enfureció mi amor_ se calla un momento_ y sin mal no recuerdo la que no sirve para eso ere tú ya que tu mataste a nuestra hija