Definitivamente esa fue la cita falsa más incómoda que tuvo en toda su vida. Por un lado, estaba la novia, la cual seguramente ya la estaba descuartizando en su mente, no paraba de observarla con fastidio, su madre la reprendió en varias ocasiones, Nathan parecía disfrutarlo.
- Es un inmaduro – pensó Wara
La estaba utilizando para darle celos.
- Tengo mala suerte, aunque sea una cita falsa, siempre termino en el medio, soy la que sobra – miraba el techo pensativa – No lo entiendo – rompió el silencio - ¿Ustedes terminaron? – preguntó – tal vez se podría encontrar una solución, asi me liberaría de esto – pensó .
Ahora conducían de vuelta a casa de Nathan. Él volteó, la observó por un instante y luego volvió su mirada al camino.
- Porque te interesa saber eso, ¿piensas usarlo a tu favor?
Ella hizo un puchero.
- Lo lamento – respondió – me lo merezco por curiosa – pensó – en fin, creo que es mejor que hablemos de las condiciones.
- No, no somos novios – ella lo escuchó atentamente – Ni si quiera te molestaste en insistir.
- Oh, entiendo – asintió con la cabeza – Ella es su musa.
- ¿Mi musa?
- La mujer que te causa inspiración, la que te motiva a realizar estup… – se detuvo y él frunció el ceño – debe ser muy importante para ti
Él bajo la mirada por unos instantes, la madre de Chloe ya había conseguido un nuevo pretendiente y no era él, probablemente ni si quiera lo tomó en cuenta.
- Mi musa… me gusta – lo dijo dulcemente.
Por un instante quedó hipnotizada por esos ojos verde esmeralda, tenían un brillo especial, nunca se imaginó que el niño engreído pudiera hacer esa clase de mirada. El realmente estaba enamorado.
- Bueno… - no quería interrumpirlo, pero era necesario – las condiciones – mostró la hoja.
Él la observó aburrido. Finalmente habían llegado a su destino.
- No creo que estés en “condiciones” – lo resaltó – de pedirlas. Recuerda que puedo llevarte a la comisaria ahora mismo.
- Entonces hágalo – se desabrocho el cinturón de seguridad ante la mirada perpleja de Nathan.
- ¿Enserio quieres que lo haga?, porque si puedo hacerlo – se desabrocho él también.
- Lo sé, pero también sé que me necesita. Su musa ya me vio en dos oportunidades y supongo que ella piensa que somos novios.
Había encontrado un punto débil, esa mujer era su musa.
- como hará que su plan funcione sin mí – continuó – Porque es evidente que está desesperado, si no, no me estaría extorsionando.
Nathan se quedó en silencio, pensó en un argumento que le pudiera dar ventaja.
- No son más que dos condiciones – Repitió Wara, de nuevo el silencio. Suspiró por vencida – Buenas noches – dijo abriendo la puerta
- ¡Espera!
Él respiró profundo. Noto una pequeña sonrisa en Lina
- Astuta – pensó
.-.-.-
- ¡Yeih!, gane – pensó ella – Primero, nada de contacto físico – él rio a carcajadas.
Ella no entendía que le parecía tan gracioso.
- Se supone que somos novios, tiene que haber contacto físico – dijo él.
- Si, pero no obligatoriamente. Hay parejas que son reservadas con respecto a eso.
Se dio cuenta que hablaban como si ya fueran una.
- ¡Ay no! – pensó
- No acepto – dijo él apoyándose en la espaldera del asiento – solo serán en situaciones necesarias.
- Nada de besos – advirtió ella antes de anotar en la hoja.
- Ok, solo mimos. Siguiente.
- Tiene que ser accesible con los horarios de las citas. Yo no tengo mucho tiempo libre.
No podía dejar a Olie sola. Y tampoco esta segura de poder manejar todo al mismo tiempo, tendría que acomodar su lista de nuevo.
- Eso es complicado – volvió a la realidad – pero podríamos intentarlo – contestó él de mala gana
- Tiene que prometer que no volverá a extorsionarme cuando todo esto termine.
Él cerró sus ojos y asintió levemente.
- ¿Lo ve?, No fue tan difícil, solo tengo esas condiciones – respondió – Aunque me gustaría saber cuánto tiempo durara esto
- Pensé que habría más – pensó – No lo sé, ahora mis condiciones – ella lo miró expectante sin protestar – no saldrás con nadie más. Si vas a ser mi novia no quiero que te vean con otro.
Ella hiso los ojos en blanco.
- Ni si quiera somos novios realmente y ya parece una relación toxica – pensó ella -¿Qué pasa si ya tengo pareja?, nunca me preguntó si tengo o no.
Él lo observó por un instante tratando de descifrar si lo que le dijo Lina era cierto.