1 mes antes
Su nombre como ya lo sabes es Lucia, hermosa, encantadora, tenía hasta el último hueso de su piel nada más que bondad, bondad de esa que ya no se ve muy seguido, esa que hace que el mundo parezca un poco mejor, esa bondad que rebasaba fronteras. Su padre era un hombre de negocios, culto y atractivo, era algo frio, pero la amaba con todo el corazón y siempre trataba de demostrarle su amor, su madre era más bien de ese tipo de persona que sonreía siempre, pero por dentro estaba vacía y llena de melancolía, lo disfrazaba de dulzura tal que parecía irreal. pretendía solo felicidad, pero ocultaba un secreto que era capaz de destruir cualquier familia, cualquier lugar, su madre era a pesar de eso dulce y cariñosa solo fingía, era lo que mejor hacía. Un día al despertar ese secreto se hizo realidad. Lucia sin aun saberlo y con tanta incredulidad e inocencia, jamás se imaginó que el producto de lo que tenía frente a sus ojos era el resultado de aquel oscuro secreto que su madre oculto por tanto tiempo , y ahí justo delante de ella se encontraba su padre , agonizante y a punto de morir , mientras Lucia lloraba como una pequeña desconsolada , su padre la observaba y por un momento aquella mujer que estaba a su lado se convirtió en su pequeña princesa ,aquella que corría por el jardín, esa niña que al llegar a casa lo recibía con un beso en la mejilla , la chiquilla que cada mañana lo llamaba "papa". Cuando pudo recobrar el aliento ella pregunto:
- ¿Dónde está mamá? .
-No está en casa, respondió su padre jalando aire para poder hablar.
- ¿Qué es lo que pasó papá?.
Le preguntaba Lucia, mientras un nudo en la garganta la dejaba por momentos sin respirar.
-No te preocupes mi niña hermosa le respondió mientras sonreía con dolor, busca tu felicidad mi princesa nadie la merece más que tú. Y así con esas palabras su padre se desvaneció en sus brazos.
Lucia se quedó ahí en quietud total, aquella casa que para ella era su hogar estaba tan sola, tan triste, el silencio era tan abrumador que aplastaba el alma de cualquiera, beso la frente de su padre una última vez. Con las piernas aun frágiles y con ganas de no vivir más, tomo fuerza y al ponerse de pie camino hacia la puerta, vio una vez más el sofá donde su padre le contaba aquellas historias increíbles, y antes de cerrar la puerta contemplo una vez más el cuerpo de su padre, dejando sueños y metas siguió su camino. Anduvo por kilómetros recordando y llorando a su padre, preguntándose donde estaba su madre y como cualquier persona preguntándose si su propia madre lo había hecho.
- ¿Por qué lo haría?.
Era la pregunta constante en su mente. y si no lo hizo ella ¿Quién sería capaz de lastimar a su padre ?, era un hombre respetable, la gente lo amaba, no había nadie que quisiera hacerle daño, no tenía enemigos pensaba.
- ¡Es que debe ser ella!.
- ¡Ella lo mato! Se repetía por momentos en su mente.
- ¡La encontrare!, se dijo a si misma con demasiada determinación para alguien que no sabía prácticamente nada del mundo y de lo cruel que puede ser. Pensando en pistas para encontrar a aquella mujer que un día llamo madre y que había destrozado no solo su corazón, si no su familia, su hogar, su vida entera. y pensando una vez más en las tardes con su padre, recordó una de ellas donde su padre le leía una historia que estaba escrita en lo que ella recordaba como un pequeño diario, se preguntó porque solo lo había visto esa vez ¿Dónde estaba ahora? Quizás ahí había una pista para encontrar a la asesina de su padre ¿Qué había en ese diario? Y ¿Por qué jamás su padre se lo mostro otra vez?, ¿Por qué su madre frunció el ceño el día que lo vio en las manos de su padre? Tenía que haber algo estaba segura y ella lo iba a encontrar.
Caminaba tan distraída que no se percató en donde estaba, le parecía haber recorrido miles de kilómetros y al levantar su rostro se dio cuenta de que estaba parada justo frente a la oficina de su padre Decidida a seguir adelante se dirigió a la puerta , pero no le fue tan fácil poder entrar, ya que ante la muerte de su padre se realizaba la investigación pertinente ,naturalmente el lugar estaba cerrado y clausurado con grandes cintas color amarillo , pero eso no la detuvo , era como si fragmentos de recuerdos de su padre la abordaran como huracanes y cada uno de esos recuerdos la llevaba a seguir y a encontrar la forma de descubrir la verdad ,caminando hacia la parte de atrás del edificio tuvo la sensación de haber estado ahí antes y de un momento muy específico de su vida .
- ¡Claro! Grito.
-Cuando tenía nueve estaba tan triste porque había tenido un mal día en el colegio , lo único que quería era ver a mi padre, pero un policía me dijo que no podía atenderme en ese momento, así que busque como entrar a escondidas ,encontré un pequeño hueco detrás de unas tarimas , me agache lo más que pude y entre a gatas por ese pequeño agujero , estaba oscuro y sucio y olía a humedad, mientras avanzaba el olor poco a poco cambiaba , hasta que comencé a reconocer el olor al café de mi padre y casi al llegar al final del otro lado del hueco la fragancia olor a madera de papá ,recuerdo que quite una rejita que me pareció muy pesada y cuando salí de ese lugar , ahí estaba papá con su corbata y su traje color gris , hablando por teléfono , muy serio y haciendo algunos garabatos en una hoja sucia de papel , cuando me vio se asustó muchísimo . estaba mojada y sucia a mas no poder, colgó el teléfono, parecía enojado y preocupado, pero su cara de seriedad cambio en un segundo y se convirtió no solo en risas si no en carcajadas, le pregunte porque se reía con expresión de extrañeza, el apenas sosteniendo la risa me dijo:
- ¡Mira hacia arriba!, ¡En tu cabeza! Y cuando puse mi mano sobre mi cabeza, sentí como un bicho caminaba sobre ella, comencé a gritar y a dar muchos saltos y mi padre no paraba de reír.
Y al mismo tiempo que Lucia pensaba en eso y una risita se escapaba de su garganta, camino buscando ese agujero para poder entrar, casi estaba dándose por vencida cuando vio algunos ladrillos apilados a un lado de la pared.
- ¡Ahí esta! Volvió a gritar. Comenzó poco a quitar cada uno de los ladrillos aun su mente estaba un poco dispersa ante el recuerdo que acababa de vivir, finalmente en el último ladrillo por quitar se dio cuenta de que estaba tan distraída en sus pensamientos que por su mano corría sangre ,se había hecho un corte en el dedo meñique de ahí provenía el líquido rojo ,aun así y con un dolor ligero ,aparto el ultimo ladrillo y se agacho lo más bajo que pudo y comenzó a gatear ,sabía que ahora no encontraría alguna pista de su padre ,ese olor a café o su amaderada fragancia ,pues el ya no estaba. Al cabo de unos metros su cabeza topo con algo bastante duro, y tocando con su mano pudo sentir la rejita que ella recordaba, con la mano aun sangrante la jalo con fuerza y finalmente pudo salir, puso un pie delante de otro con mucho cuidado y despacio se puso de pie. Ahí estaba la oficina en perfecto orden como siempre, aun guardaba un poco el olor a su padre o quizás era lo que Lucia quería sentir, ese aroma que la reconfortaba que la llenaba de paz, de tranquilidad.
- ¿Dónde está? Se cuestionaba con una desesperación que crecía con cada minuto que pasaba sin poder encontrar ni una sola pista de aquel diario. Al cabo de diez minutos estaba más que desesperada, se encontraba con tal enojo, pero contrariamente a darse por vencida, se convencía cada vez mas de que si ese diario estaba tan perfectamente escondido es que realmente algo ocultaba, movió cada papel del escritorio de su padre, cada cajón del mismo lugar, sintió un dolor un poco más punzante en su dedo y se dio cuenta que sangraba aún más, tenía que buscar una gasa o algo de alcohol si quería seguir, había un armario frente a ella , era extraño no recordaba haberlo visto antes o quizás nunca presto demasiada atención, buscando algo para poder curarse , y con el dolor ya más intenso jalo la puerta del armario con poco cuidado, ahí estaba una botella de alcohol pero al mismo tiempo sobre su pie cayo lo que tanto estaba buscando el diario.