Carta de un escritor

Capítulo IX

Ya en la casa de Victor, ambas parejas amorosas, y de amistad se encuentran juntas, Thomas y Eco, y Susan con Victor, ya que ella se había mudado con él. 
-Entonces, ¿están segúros de lo que van hacer?- pregunta Susan, aprovechado que están todos juntos en la sala. 
-si, completamente- resalta Eco. 
Susan toma a Eco por una mano de manera brusca, la lleva afuera diciéndo: -necesitamos hablar- Víctor y Thomas se miran con expresión de confusión, pero no le prestan atención, puesto que son amigas desde hace tiempo y asumieron que era un comportamiento normal en ellas. 
Una vez afuera Susan dice, bastante nerviosa y rápido: -Eco, lo que hablamos mientras tomábamos té eran solo suposiciones no estoy segúro de que…-  -shshsh, tranquila, estoy segura de lo que hare, así lo quiero yo- interrumpe Eco. 
-está bien, ¿a dónde irán? 
-a francia, allá Thomas abrirá su primera librería- la joven se le nota extasiada de felicidad, sus ojos brillan más que el mismo azúl del cielo. 
Adentro los muchachos plátican, Victor se ha comprometido a cuidar de Megan hasta que Thomas reuna el suficiente dinero para venir a buscarla. 
-segúro que podre contar contigo- expresa Thomas. 
-por supuesto ¿me repítes a que hora debo estár afuera del teatro esperando?- pregunta Victor dando toques de su cabeza intentando recordar, y con su vaso de alcohol sujeto en la otra mano. 
-a las diez en punto, recuerdalo- el joven Thomas camina hacia la repisa, sirviéndose una copa de ron le repasa el plan a Víctor.  
-una vez acabe la obra,  Eco irá lo mas rápido que pueda por la parte de atrás, que es dónde tú vas a esperar con el carruaje para irnos y nos llevarás a albordar el tren hacia Francia- 
Está muy elaborado con bastante minuciosidad, pero ¿por que esperar una noche amtes a que David llegue?- 
-ese día parte el tren genio- 
-ah si verdad- 
Victor se pasea por la sala y le muestras a Thomas una peculiar flor rosada que tenía en una maseta. 
Mientras Eco y Susan están afuera ven a una mujer, una joven mujer colgando ropa en el tendedero que de vez en cuando las miraba tratando disimular. 
-ehhh, ¿Quien es ella Susan?- pregunta Eco bastante confundida. 
-no lo sé, es posible que se acabe de mudar- responde Susan de la misma manera que Eco. -Eco, ya mejor entremos- 
Ambas entran a la casa, Thomas deja la maseta que traía en manos sobre el estante. -¿ya nos vamos? Le pregunta Thomas a Eco al momento que las ve entrar. 
-acabamos de ver una chica bastante extraña allí afuera- exclama Eco apuntando despaldas con el pulgar. 
-tal vez es una nueva vecina- interrumpe Víctor. 
-lo mismo pensé yo- exclama Susan. 
-está bien, ya me tengo que ir, Susan ¿me acompañas a mi casa?- 
-claro linda- responde Susan parandose del diván en el que ya se había recostado. 
Todos salen afuera, puesto que Thomas también se retiraba a su casa, al momento de salír la chica aún continúa afuera, Thomas, al igual que Víctor la ve y los amigos intercambia miradas, parecen ya conocer a la chica desde hace tiempo y así es. 
La joven es un viejo amorío de Thomas, se había mudado hace años y por una desconocida razón había vuelto, pero ya no es una adolecente es toda una mujer que aun disfruta de la belleza de la juventud. 
Eco ya  despidiendose, besa la mejilla de Thomas y estrecha la mano con Victor. Ambas se retiran y Thomas también. 
Una vez todos se retiran se oyen fuertes toques en la puerta, Victor abre y deja pasar a Thomas. -¡¿qué está haciendo ella aquí!?- pregunta Thomas estruendosamente al pasar. 
-no lo se amigo, tal vez sólo volvió al pueblo- 
Thomas se sirve una copa re ron. 
-Thomas, ¿que tiene de malo que Mery haya vuelto? Después de todo, es sólo una ex- 
-si, ni se por que me preocupo, si de todas maneras yo me iré pronto- estas palabras salen del joven escritor, pero aún se le nota bastante nervioso. Dando vueltas y tomándo tan de prisa. 
-¿sabes qué? Ve a casa rrelájate y… 
En ese momento momento Víctor se ve interrúmpido ya que alguien toca la puerta. Víctor abre. 
-hola muchachos- dice María entrando a la casa junto a Mary. -¿se acuerdan de Mary? Sólo mirenla, el tiempo vuela. 
-ha pasado tanto- dice Mary abrazando a Victor y seguído a Thomas. Sin notarlo crea un ambiente de incomodidad. 
-toma asiento Mary, ponte cómoda- dice Víctor. 
-¿y cómo has estado?- pregunta Thomas que aún se encuentra de pié. 
-Mary trabaja para realesa ahora- interrumpe María mientras saca las compras que había traido. 
-pues si, yo le diseño sus vestidos ¿pero que tal ustedes? 
-pues yo, yo ya me iba- dice Thomas al mismo tiempo que sale. 
Todos se quedan estupefactos ante la reacción del joven. 
Este llega a su casa bastante fatigado, cómo si huebiera llegado corriendo. Tóma su pluma y empieza a escribir su última obra para el teatro. 


 




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