Llegué corriendo hasta la habitación 206. Estaba cansado, y mis piernas no coordinan mis movimientos.
Ya no lo aguanto, tengo que hablar y decir la verdad de lo que realmente pasó, la noche del 22 de febrero de 1975.
Cerré la puerta con llave, y arrastré el mueble a un costado para bloquearla. Mis manos tiemblan, y sudan frío. Las oleadas de calor no cesan en mi cuerpo, y cada vez me siento más sofocado. Como si mi mundo estero estuviera por acabar.
Tomé una hoja, y una pluma. Me senté en una de las sillas, al costado de la habitación, y con un largo suspiro, comencé a escribir.
Las primeras frases fluyeron bastante rápido y sencillo, creo que lo podría hacer hasta con los ojos cerrados.
"Declaro que mi familia, es culpable del asesinato de Valeria Beans, pero antes de que piensen cualquier cosa sobre mí, les explicaré cada detalle de ésta historia, que seguramente aún no la conocen"
Editado: 20.01.2019