Querida Julia:
Ahora que había decidido que me enfrentaría a mis mayores temores me sentía poderoso, imparable. Sentía que era yo contra el mundo y en este momento mi mundo eras tu. Por lo que era un mano a mano entre mis sentimientos y tu reacción a ellos. Cómo te sentirías al enterarte que tenias un admirador secreto, alguien que te habia estado observando todo este tiempo desde la lejania. Te sentirias halagada o aterrada?
Espero que sea la primera opción porque de otra forma no sabría que hacer conmigo. Creo que la única manera de saberlo era aventurarme a hacer algo completamente loco. Algo que ni en mis sueños más extraños sucedería.
Dicen que para conquistar el corazón de la doncella el caballero debía realizar un gran gesto. Pues el mío será este: al irme dejaré un sobre con tu nombre en la mesa. Dentro encontrarás todas las cartas que te he escrito desde que nos conocimos. Solo espero que no huyas luego de leerlas y logres sentir algo de cariño o afecto al menos por tu admirador secreto, tu eterno enamorado.