El dolor de mis piernas hace que quiera gritar para intentar calmar este dolor, a pesar de que ya me han dado mi medicamento no logro controlarme, es un ardor y comezón en las piernas que no le deseo ni a mi peor enemigo
Por esa razón he seguido el consejo que la doctora Carlie lleva diciéndome desde hace dos semanas que ingrese a este lugar.
Escribir hace que las personas curen sus heridas, alimenta el alma y saca las emociones para que puedas descansar.
Aunque dudó por mucho que escribir haga que mis piernas rotas se repongan de un día a otro, o las cicatrices de todo mi cuerpo se logren curar para retirar todas las suturas. Y dudo aun más que esto haga que mi memoria pueda volver.
-Esto es estúpido
-Solo quiero volver a casa
-Vámonos por favor, no quiero estar aquí
-Despierta, despierta, despierta, DESPIERTA!
Recargo mi cabeza en la pared, ya estoy cansada de llorar, cansada de recordar. Pero por más que me esfuerzo no puedo lograrlo, ningún recuerdo viene a mi.
Vuelvo a tomar de nuevo el lápiz y la hoja que me han dado antes de apagar todas las luces y los pasos dejaran de escucharse pero no se por donde comenzar.
"N" Señorita "N"
Estas son las primeras palabras que escribo aunque no recuerdo si mi nombre comenzaba con esa letra por ahora prefiero dejarla, me gusta en realidad.
Pero ahora el sueño me atrapa, me hace acomodarme mejor, el dolor ha cesado un poco, tal vez después de tantas noches pueda dormir.