Odio necesitarte
y que no te dignes a buscarme,
odio que a mí me mientas,
sabiendo que me lastimas,
odio que me rechazes
aunque esto se vuelve rima.
Odio que tu me ames
y que no lo digas,
odio que no quieras verme,
pero me escribes cada día.
Odio amarte
y que esto termine así,
entre lágrimas y sollozos,
entre un poema corto,
un cuento,
sin final feliz,
odio llorar tu nombre,
odio que no puedas perdonarme,
odio que a tus muros no quieras enfrentarte,
pero más odio,
que nunca podré
dejar de amarte.