Carta 1

Estaba sentada viendo hacia el jardín cuando la carta llego. No la esperaba y aún así no me sorprendió. En cuanto la vi, lo supe... Te habías ido. Prometiste que nos volveríamos a ver, pero fue otra de las millones de promesas que no cumpliste y ahora... ¿Cómo sigue la vida? ¿Cómo avanzo si lo único que me guiaba ya no está? Sé que no te gustaría verme estancada y paralizada. Sin vivir la vida que habíamos planeado, pero no sé como volar sin tus alas, eras lo único que me permitía soñar, sentir que podía llegar a hacer algo especial, ser especial.
Ya han pasado 4 meses desde que no estas y me siento obligada a mostrar una sonrisa, tengo fe, de que, si la utilizo todos los días, todos terminaran creyendo que estoy bien, incluso yo.
La escuela ha estado bien, aunque aún me miran como si hubiera perdido algo o a alguien. Esto sería más sencillo si estuvieras aquí, pero no estás, ya no más. Todos dicen que debería dejarte ir, que estas mejor y que debo pensar en el futuro, pero ellos no saben lo que es vivir a tu lado, nunca sabrán lo que es sentir que cada día es una nueva aventura, sentir que puedes hacer lo que quieras, sentir que puedes ser quienquieras. Jamás sabrán lo que es que alguien como tú haya querido a alguien como yo.
Me ayudaste a superar tropiezos, llantos e incluso a vivir con alegría pero nunca me dijiste como vivir sin ti. Y ahora debo aprender yo sola, volver a aprender a levantarme después de tropezar, como levantarme sin que este tu mano lista para ayudarme.

Como vivir sin ti.