Carta 8

Lamento no haber escrito antes pero la vida yo no me lo permitía. Me duele demasiado escribirte y saber que no contestaras, me duele necesitar consuelo y saber que no estarás ahí para dármelo, me duele esta vida sin ti, hoy más que nunca. Él me ayudaba a que la vida fuera más fácil pero hoy... hoy se convirtió en la razón de mi tormento. Es muy celoso, al  principio pensé que era porque yo le importaba y era su manera de recordarmelo pero ahora ya no lo soporto, por alguna razón cree que yo le coqueteo a todos los chicos, sabes que no soy así y aunque lo fuera creo que no tiene el derecho de tratarme como lo hizo.

No te escribí antes porque era es muy duro asumir todo lo que paso. No tienes una idea de la falta que me haces, sé que en tus brazos encontraría consuelo. Extraño que me acaricies el pelo y me hagas sentir el ser más especial y hermoso del planeta, pero siento que ya no soy ese ser puro y luminoso que era antes, el solo hecho de mirarme al espejo me asquea, toda YO me doy asco, siento una repugnancia total y nada me ayuda. Cada vez que cierro los ojos lo siento, su respiración, sus manos, su voz, todo me trae recuerdos esos recuerdos que quiero olvidar, esos que necesito olvidar. Me encantaría hacerte compañía pero hasta para eso soy cobarde porque no me atrevo a ir hasta allá, parece la salida fácil pero no, no tiene nada de fácil, el solo hecho de ver esa cuchilla apoyada en mi brazo me asusto, ¿Cómo puedo desear tanto algo pero ser tan cobarde que no puedo ir por él?  Antes me asustaba vivir en un mundo sin ti, pero hoy... le temo a lo que dejar de vivir significa. Él me quiere... ¿Puede que yo estuviera en el error? es posible que mi mirada era la que estaba mal, que yo me haya equivocado y él solo haya tenido que actuar. ¿Soy yo la culpable?