Carta 04
HENRY PETERSON
No se que pensar,
si eres cosa del destino
o una casualidad pero prefiero pensar
que has llegado para quedarte
y nunca marcharte.
Una vez me acerco,
tu aroma de chocolate se cuela
por todo mi ser. ¡Que dulce, que Rico! oh enamorada mía, quiero tenerte cerca, quiero poder besarte y amarte sin escondidas.
Hablarte es mi problema,
yo nervioso sin dudar, es inevitable, hechizante como un rayo de luz traspasar.
tus dos luceros me miran,
esperando expectante ante mi presencia, pero yo más mudó no puedo estar.
te saludo y susurro un par de palabras, que apenas puedes escuchar, y es así como comienza nuestra historia, una historia que jamás olvidarás.
Tu me dedicas una sonrisa y
yo te la devuelvo con flores ,
con canciones y serenatas,
aquellas que de tu corazón no saldrán.
y ese dia me voy,
me marchó a descansar,
me voy y me voy
como ráfaga que no teme a pasar
con el corazón bombeando sin parar
para que yo sea consciente de mi felicidad.