Narrador omnisciente
El tiempo iba pasando y Sabit aprendía a lidiar con el dolor de perder al amor de su vida, su hija ayudaba a que el dolor fuera más llevadero y ver a su amada en ella lo hacía sentir conectado a Anaís de alguna manera.
Al principio fue difícil, pero el tiempo cura todo y aunque los que se han ido no se olvidan por completo uno aprende a vivir sin ellos.
El apoyo y ayuda que recibía era un plus para no ofuscarse y sentirse en soledad que a veces en esas circunstancias eran las peores enemigas.
El primer cumpleaños de su hija llego y viajaron a Nueva York para preparar una gran fiesta en la cual toda la familia participio.
Los grandes regalos emocionaron a la pequeña que aun no intentaba dar sus primeros pasos, todos la consintieron con demasía, Sabrina estaba feliz con todos sus nietos y no se quejaba de tenerlos todo el tiempo que pudiera en su casa.
Dado que su unica hija se habia quedado con su esposo e hijos en Londres deseaban que Sabit se quedara a su lado pero este no parecía interesado en alejarse de su familia política y su casa donde vivió con su esposa el corto tiempo que estuvieron juntos.
No obstante una nueva oportunidad de trabajo en su campo lo hizo replantearse la situacion investigo un poco y al saber que debía ausentarse por varias horas decidió negarse y unas semanas después regreso a su vida cotidiana en la casa que le traía tantos bonitos recuerdos.
Respiro profundo antes de abrir el sobre que tocaba luego del primer cumpleaños de su hija, Stacy habia sido afortunada, pues su madre penso bien todo, además de dejar varias cartas a su hija desde que esta supiera leer, también sin números de videos y fotos que él ponía constantemente para que tuviera clara la voz y rostro de quien le dio la vida.
Querido Amor:
Espero que estén bien, imagino que ya has aprendido a vivir sin mí y si no me decepcionaría mucho, ya que sé que eres un hombre valiente, fuerte y entregado, nuestra pequeña Stacy debe estar grande y hermosa, imagino que ya empezó a dar sus primeros pasos y, sino no te preocupes según mis padres empecé tarde, si no te ha dicho papá preocúpate porque yo era parlanchina y tu madre me contó que tu igual.
Supongo que aun es pronto pero no olvides tu promesa de buscar el amor o más bien no buscarlo, sino dejar la puerta abierta para que entre, no tienes por qué olvidarme o sentirte culpable por amar a alguien más, sino darle la oportunidad de ganarse tu corazón como una vez lo hice yo.
Te amo amor mio, mi príncipe americano, nos leeremos muy pronto, disfruta nuestra hija y lo que la vida te ofrezca, recuerda ser feliz por ambos.
Att.: Tu princesa inglesa.
…
Entre las travesuras de Stacy cuando aprendió a caminar y sus primos trillizos siendo tres terremotos el tiempo fue pasando, Brenda Jack y sus suegros se convirtieron en su gran apoyo, sus padres viajaban cada tres meses a Londres y permanecía al menos una semana con cada uno para disfrutar de todos sus nietos.
Sabit decidió aventurarse con una compañera del trabajo que no paraba de mirarlo e insinuarse pero no pudo pasar de una cita, por lo cual no se animó a intentarlo nuevamente.
Sabit deseaba poner a su hija en una guardería cuando se dio cuenta lo difícil que le salía llevarla consigo las 10 horas semanales que debía ir a la empresa para la cual trabajaba y aunque eran dos horas diarias según pasaba el tiempo las cosas se complicaron.
Su hermana mayor le presto ayuda en la búsqueda y rápidamente dieron con una que tenía buenas recomendaciones y parecía buena; sin embargo, antes de las dos semanas expulsaron a su hija por no adaptarse al nuevo ambiente en el que se encontraba.
Asi paso con tres más y para cuando Stacy cumplió 3 años habia pasado por 5 guarderías y en ninguna permaneció por más de un mes, su hija era algo demandante y no imagino que sería tan difícil estar en un lugar que supuestamente estaba destinado a niños en su primera infancia.
La llevo a hacerse varios chequeos preocupados de que tuviera alguna condición que fuera la culpable de su comportamiento pero nada salía fuera de los límites normales.
…
—No sé qué hacer Bren esa niña es un pequeño demonio nadie la tolera y lo extraño que en casa y con ustedes no es asi sinceramente si no viera las cámaras no lo creería, pero es mi hija y debo buscarle solución aunque creo que lo mejor es cambiar de ambiente mi madre me dijo que podría conseguir alguien bueno en Nueva York y le tomaré la palabra—le cuenta su hermana y esta asiente con tristeza no quisiera alejarse de ellos pero sabe que es lo mejor para su hija.
—Bien los extrañaré, peor te apoyare en lo que decidas, volvamos a la fiesta de seguro mi bella sobrina quiera comer pastel o destapar los regalos— musito la orgullosa tía.
Luego de ver los niños felices Sabit acostó a su hija y fue a su habitacion por la carta número 3 y abrió el sobre.
Querido amor:
Mi vida, mi príncipe americano, esperó estén bien, mi rey si ya tienes a alguien en tu vida detente la lectura y búscala, si no es asi puedes seguir leyendo.
Espero que tengas o encuentre en su defecto a la mujer de tu vida esa alma gemela que te complemente y ame a ti y nuestra hija a partes iguales, espero le des hermanitos y formen una hermosa familia, esta vez seré breve y solo te diré sean felices mi príncipe americano.
Atte.: Tu princesa inglesa.
#3838 en Novela romántica
#1135 en Chick lit
#1421 en Otros
#321 en Relatos cortos
Editado: 25.03.2024