Enormes... distintas... inciertas... con y sin finales.
Hay momentos en que seguimos estando en los lugares
que no nos corresponden.
El miedo o la falta de motivación impiden
abrir nuestro propio camino.
Nos impiden saber que hay algo propio,
algo nuestro, algo que nadie más va a tener.
Nos condenamos a ir en un tren que no es
el nuestro, nos condenamos a ir y venir sin un propósito propio.
Nos condenamos a lo que el resto quiere,
porque son parte de nuestra vida y da miedo caminar solos.
Pero estando solo, encontrarás tu interior.
Vías siempre habrá, las vías serán eternas, pero los trenes y las estaciones no.
No tengas miedo a experimentar cambios.
No tengas miedo a cambiar de puerto.
No tengas miedo a cambiar de cabina.
No tengas miedo de los túneles.
Tanto lo cierto como lo incierto tiene su secreto
y en el secreto los misterios revelados.
Por vario tiempo compartí trenes y estaciones,
pero cuando decidí cambiar de ruta, lo incierto fue revelado.
No tengas miedo a tomar tu equipaje y buscar otro horizonte.
No tengas miedo, solo sigue tus pasos,
solo sigue tu voz interior.
La importancia de escuchar el llamado a tu parada,
basta de escuchar llamados ajenos.
Basta de correr a trenes que no tienen lo que necesitas.
Si esperas una señal, está es tu señal:
Decide bajar de ese tren en la siguiente parada, busca tu ruta, busca tu vía.
Tu tren te espera… Entonces no tengas miedo, solo preocúpate de no andar en las vías que no son tuyas.
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Editado: 15.09.2024