Emily
A penas Billie salió me levanté, Maggie dormía profundamente, le dejé una nota avisando que estaría en el establo. Necesitaba llamar a Claire, esa mujer estaba definitivamente loca. Tres tonos, era la cuarta vez que marcaba, iba a colgar cuando por fin responde.
-¿Qué es tan urgente para que me llames así?- preguntó molesta
-¿Fuiste tu, no?- dije, ¿por qué estaba enojada? Su silencio me respondió.- ¿en serio? Secuestro, si te quieres deshacer de todos los aliados de tu hermano deberías ser más inteligente.
-Ese bastardo se lo merece, ¿qué te molesta tanto Emily? No será que te está empezando a gustar...- rio, sentía la necesidad de ahorcarla.
-No, ocurre que obstruyes mi trabajo, ese calvo soltó todo, le dije que cuidara lo que decía si no quería desaparecer, si te delatas no sirve de nada todo esto y yo no quiero trabajar sin paga ¿entendido?- hablé firme, ella parecía estar furiosa a través de la línea.
-Yo soy tu jefa, que no se te olvide, mientras más rápido hagas tu trabajo, más rápido obtendrás el dinero Em, buenas noches.- colgó, lancé mi teléfono al césped, corrí a buscarlo, no he respaldado nada, acaricié los caballos unos minutos, me gustaba aquí, los establos, los animales, la paz de no escuchar los ruidos de las calles y autos... unos pasos me distrajeron, miré para atrás y sonreí, ahí venía él, con su cara de niño, sus ojos azules, abrumado, llevaba una chaqueta y un pantalón de buzo, caminé hacia él lento, nos besamos castamente para fundirnos en un abrazo.
-¿Qué tal te fue?- pregunté, su silencio era latente, quería decirme sin embargo dudaba, aún no se fiaba de mi, joder, me ha salido difícil.
-Mi abogado se encargará de todo.- se limitó a responder, caminamos de vuelta a casa, no era tan tarde como para marcharme, además no tenía ropa acá, había sido un día agotador.-La llevaré a su cuarto.- me informó, Maggie seguía dormida, pobre mujer, me caía bien. Recogí las tazas y las lavé mientras esperaba que bajara, cuando lo hizo me rodeo melosamente, ya me estaba hartando de tanto amor, aunque en el fondo me encantaba esto, pero debía bloquearlo, así debía ser.
-Es hora de irme, toma una ducha y descansa si.- sonreí acariciando su mejilla, él asintió.
-¿Por qué no te quedas?- dijo, lo veía venir.
-Prefiero que no.- susurré sobre sus labios, me despedí, tomé un taxi y desaparecí, necesitaba planificarme, este chico me estaba dando un dolor de cabeza, pasado mañana era la fiesta de inauguración, si mi foto salía en los periódicos alguien podría reconocerme, aunque mi cabello tenga otro color. Si algo amaba de ser cazafortuna, es el lujo de la vestimenta, y no solo eso, una vez usadas las prendas las vendía por internet a un precio razonable para tener una postura, así ganaba más dinero. El vestido de esta ocasión era de color violeta, con encage semi transparente que cubría los hombros, pecho y cuello, lo demás era un tipo de strapple sencillo ajustado medianamente al cuerpo, hasta dos dedos antes de la rodilla. La chaqueta que llevaría sería una blanca que me mandé a hacer hace mucho tiempo, y para combinar unos zapatos blancos. Dejé todo guardado en mi closet, estirado. No tenía nada que hacer más que pasar el día divagando y planificando lo cual no quería, necesitaba una escapada al cine. Ir al cine sola no era algo bien visto, ¿pero qué importa joder? Me ubiqué con un balde de pop corn y esperé, una gota de melancolía recorrió mi cuerpo, borré todo tipo de recuerdos tratando de focalizarme en la película. Al finalizar esta, salí tranquilamente de allí, estaba nerviosa, trataba de distraerme debido a que mi mente comenzaba a alterarse de a poco, necesitaba de James, mas no lograba comunicarme con él desde lo ocurrido con su madre. Necesitaba de él hoy, sin embargo no quería problemas con Cassie.
***
El día llegó, si yo salía en los diarios más de uno me iba a reconocer, sobre todo si era familia de Martinson, mi pasado con ellos no era bueno, ellos eran de renombre y Vic siempre me tiraba a estafarles, por eso cuando Clarie me contrató lo encontré casi absurdo, y según mi jefa tendría que correr el riesgo. Me maquillé los ojos para dar otro aspecto, mi vestido se ajustaba a la fiesta estilo Chuck, elegante pero no formal. Me las arreglé para meter mis tarjetas en mi teléfono y este en la liga diseñada para portar celulares, era la mejor estupidez que me había comprado y de que compro estupideces, las compro.
Martinson me esperaba en el vestíbulo, llegué sonriente, tomó mi cintura y me besó, correspondí a su saludo meloso, mi idiota enamorado... dije ¿mi? Como sea, lo importante era que los fotógrafos no me vieran, lo cual fue imposible, los flashes chocaban contra mi, coloqué mi brazo para cubrir mi rostro, sin embargo, Billie cogió este para hacerme girar frente a toda la prensa, vualá foto de portada, me obligué a sonreír. Estúpido. Malnacido. Desgraciado. Entramos con los demás invitados, Cassie estaba deslumbrante, al igual que muchas chicas allí, no conocía a nadie y era algo incómodo, aunque siempre fui solitaria, tenía a James. Su mano me distrajo, tomó mi cintura posesivamente, guiándome hacia la pista de baile que se había armado, la música tecno-pop sonó por todo el hotel, la gente comenzó a moverse al igual que mi cuerpo junto al suyo, la estaba pasando bien, no debía emborracharme pese a que lo quería, Cassie se unió a nosotros junto a Chuck quién solo se movía como un adolescente.
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Editado: 02.07.2019