Charlie ©

Capítulo 2

A las 10.00 am llegué hasta la puerta de su consultorio junto a dos enfermeros que me escoltaron hasta aquí. Me quedé unos segundos admirando el brillo blanquecino de la puerta, y no tarde en hacerla sonar con dos golpes tenues.

-Hoy estaba muy ansioso por verla Lori - dije alzando mis cejas e inclinando levemente mi cuerpo hacia delante.

-¿Ah sí? - dijo con una media sonrisa mientras toma asiento en la parte trasera de su escritorio, no sin antes tomar el cuadernillo con sus anotaciones - yo también estaba muy ansiosa por verte Charlie.

Mmm ¿realmente sentirá interés en mí? Tal vez piense lo mismo que yo, que no pertenezco en éste lugar. 
Caminé arrastrando mis pies hasta el sillón, y me senté totalmente confiado a que hoy tal vez hagamos algún que otro avance.

-Me había quedado con la duda de tus padres, ¿me puedes contar que pasó aquel día?

Carraspeé mi garganta y me sentí un poco molesto por haber interpretado mal las cosas.
Si las personas me hacen las mismas preguntas todo el tiempo, y mi respuesta es siempre la misma, quiere decir que no me creen. Ellos buscan que diga lo que ellos piensan, y no lo que yo pienso.

-Lori - dije haciéndole un escaneo a su vestimenta, que curiosamente es similar a la del otro día, una blusa mangas largas que inclusive cubre su cuello, y ni hablar de su Jean dejando cubiertas todas sus piernas - ¿sabe usted que para que un paciente se sincerice, el doctor también debe mostrarse igual?

Ella comenzó a anotar y luego fijó su vista en mí - claro que lo sé Charlie, es mi trabajo de todos los días.

-Pues parece que no, hay algo que intenta esconder - puse mi mano en el pecho y sonreí de oreja a oreja - yo diría que a todos les ocultas el secreto Lori, ¿por qué no lo dice? ¿es por eso que vino preocupada la última vez? ¿le gusta? ¿la exita? - me cruce de brazos y fijé mi vista en su cuello cubierto por su blusa bordó.

Ésta alzó una ceja y acomodó mejor su prenda.
En cuanto bajó su mirada y parpadeó fuertemente, supe que estaba haciendo un gran esfuerzo para no contraatacar.

-Charlie, ¿por qué siempre desvías el tema central de nuestra charla? Sino te consideras culpable de la muerte de tu hermana, explícamelo para que pueda entenderte mejor.

Suspiré profundo - siempre me trataron mal, no fui un niño deseado en mi familia.

Lori comenzó a anotar rápidamente lo que comencé a decir - ¿qué te hicieron Charlie?

Sonreí recordando aquellos viejos tiempos - ¿además de ignorarme? Pues, me insultaban - apreté mi mandíbula y fruncí mi frente, nunca me gustó hablar de eso y más siendo mi primera vez contando las cosas con una persona en frente - había veces en donde no me dejaban comer en la misma mesa que ellos, y me dejaban en el patio trasero, ¿sabe por qué? Porque me decían que yo era un animal y no una persona. ¿Cómo cree que un niño de cuatro años sepa defenderse? Y mucho menos con sus propios padres.

-Charlie ¿por qué nunca nadie lo notó? conozco a tus padres, y al igual que yo, mucha gente opina lo bueno y amables que son - Lori anotó un par de cosas y eso comenzó a sacarme de quicio, siento que no me escucha, que no confía en mis palabras.

-Por eso le repito doctora, ellos son mentirosos, no debe dejarse engañar por sus encantos - apreté mis puños intentando retener mi ira, ×tranquilo Charlie, tranquilo×

-Entiendo - dijo arrugando sus labios para luego humedecerlos - ¿que le hizo el nacimiento de su hermana en todo ésto?

Negué lentamente - suficiente charla por hoy Doctora, ahora es mi turno de preguntar ¿se casó obligada?

Ésta dejo su libreta pero antes de contestar mi pregunta su celular comenzó a sonar. Parecía algo urgente.

-Vuelvo en cinco minutos - dijo mientras cierra la puerta a sus espaldas, no sin antes llevarse el cuadernillo.

Mierda, casi lograba leer lo que tanto anotaba. 
Me encogí de hombros, tal vez encuentre algo más interesante. Me puse de pie y comencé a recorrer el consultorio. 
No entiendo porqué los hacen tan blancos o de colores claros, si una persona viene aquí con problemas necesita estar en un ambiente familiar, un ambiente oscuro. Exponerlos a tanta claridad puede volverse abrumador para algunos. 
Me paseé de un lado a otro, arrastrando sutilmente mi dedo por todos sus muebles. Ni una mancha de tierra, al parecer el servicio de limpieza aquí es muy bueno. 
Me senté en su escritorio y visualice el brillo de unas llaves. Me acerqué y descubrí que la Doctora Lori es dueña de un BMW serie3, raro, muy raro. 
Siendo un pueblo tan pequeño y rural como éste, el que tenga un auto de ésta marca, lo hace muy único por la zona. 
Seguí observando la habitación y el ruido del rejol en la pared llamó mi atención. 
Mi cita se supone que terminaría en quince minutos, y ese reloj está adelantado diez minutos más. Al parecer Lori es muy obsesiva con la sobrepuntualidad, es eso, o tiene miedo de llegar tarde a su casa.

-Lo siento, no volverá a pasar. Por favor Charlie continuemos - dijo tomando asiento.

-No responde mi pregunta todavía Doctora - crucé mis piernas totalmente relajado.

-Charlie, yo me casé porque quería. Nadie me obligó a nada - alzó una ceja sonriendo levemente - ¿que te hace pensar en eso?

-Muchas cosas - dije sin sacar mis ojos de los suyos. Como me lo esperaba ella rompió el contacto visual, no sabe resistir, es débil.

Mi cita de hoy terminó, pero mis dudas y preguntas aún no. 
Voy a revelar tu secreto Lori, haré que lo admitas. Si tanto quieres que hable, yo también quiero lo mismo de ti. 
Se cree afortunada por tener avances conmigo; lo que no sabe es que los dos somos seres quebrados, y que nos podemos ayudar mutuamente. 
Sólo tienes que entender y ver las cosas de otra forma, sólo eso. 
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.