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-¿Silvia?- La voz de Dennys la hiso salir de aquel maravilloso momento.

-¿Si?- Lo observo intentando no llorar

- Te pregunte que si tienes ansiedad-

-Emm. No en realidad, estoy bien-

-Vamos.. Ya conozco esa faceta tuya amor.- Se levantó de la mesa para caminar hacia ella - ¿Tienes ganas de comer dulces el día de hoy?-

Ella se quedó en silencio mientras seguía batiendo la mezcla

-¿Para qué tienes que hacer toda esta mezcla querida?- Se acercó hacia ella y la tomo de la mano con la que estaba batiendo mientras la abrazaba por detrás. –Cuando quieras algo dulce no trabajes tanto, mejor dime que es lo que quieres y te llevo a comprarlo-

Ella se apartó rápidamente de en donde estaba, no sabía porque pero se sentía bastante incomoda al respecto.

-Amor. Ayer estabas muy callada ¿Te sientes bien?-

Para que fingir la gran preocupación y la cabeza llena de dudas que tenía. Necesitaba salir de un asunto como este ahora mismo o no dejaría de hacer dulces durante todo el día

-La verdad no estoy bien. Necesito que hablemos-

-Ves. ¿Qué tan difícil es decirme eso? – Se acercó y tomo su rostro suavemente –Hablemos-

-Pero. Tengo que terminar de hacer los pastelillos-

-Los pastelillos pueden esperar. ¿Tienes ganas de comer dulces? Te puedo llevar a la mejor dulcería de la ciudad-

-No creo que estén abiertas a esta hora-

-Mete la mezcla en nevera. Hare una llamada-

Se volteo rápidamente sin dejar que ella dijera ni siquiera una sola palabra e hiso una llamada rápida a un tal Marco.

Se subieron al auto y emprendieron el viaje hacia la dulcería, Silvia estaba que explotaba y le hacia las interrogantes allí mismo sin importarle absolutamente nada, necesitaba saber. Pero Dennys se veía tan feliz y entusiasmado por llevarla a aquel lugar que sinceramente no quiso lastimar sus sentimientos. No podía arriesgarse a hacerle una escena cuando el ni siquiera le había dado una explicación. Lo más maduro era primero preguntar, luego escuchar y llegar hacia una conclusión.

Llegaron al lugar en donde Dennys le presento a su amigo Marco, él era el dueño de esta hermosa y elegante dulcería a la que el había tenido el gesto de traerla. Pidió la especialidad de la casa para ambos, dos volcanes de chocolate con frambuesas alrededor.

Estaban comiendo y disfrutando de los exquisitos sabores cuando uno de los dos decidió por fin romper el silencio.

-Ok. Ahora que estamos aquí sentados, te desayunaste tu dulce de chocolate y estamos en un ambiente tranquilo, relajante y en realidad estamos solos. Quisiera que me dijeras que es lo que está sucediendo- pregunto mientras tomaba una de las frambuesas de su planta con la cuchara.

Ella ni siquiera sabía por dónde comenzar, había estado tanto tiempo dándole vueltas a aquel asunto en su cabeza pero no se preocupó por saber cómo realmente comenzaría estar conversación.

-Recuerdas el día que me enviaste a tu casa por aquellos papeles ¿Verdad?-

-Claro cariño, fue hace algunos días. No ha pasado tanto tiempo – respondió sonriente mientras se metía una pedazo de postre a la boca.

- Ok. No quiero que pienses que soy de esas mujeres que se la pasan humeando en cosas que no deben ¿Ok?-

-Nunca he creído que lo seas cariño-

-Bueno. Vi tu laptop encima de tu escritorio y me pareció que era la oportunidad perfecta para enviar el trabajo que me había pedido la señora June-

-Bueno. En primer lugar si hubiese sabido que tu laptop estaba dañada te habría ofrecido a mía sin ningún tipo de problema-

-Ok. Lo que ocurrió fue que estaba a un paso de enviar los archivos y sin querer me topé con dos correos electrónicos bastante extraños-

-Oh..- Poco a poco fue bajando la cuchara para observarla fijamente – Creo que viste algo que no te agrado-

- La verdad me sorprendió un poco ver un correo electrónico en la cual se veían distintas fotografías de periódicos comentando sobre la noticia del accidente. Tú me dijiste la primera vez que te comente sobre lo ocurrido que tú no sabías absolutamente nada sobre esa noticia y culpaste a tu trabajo recuerdo-

Él se quedó en silencio por unos segundos y luego volvió a sonreír mientras pretendía tomar otro pedazo de su postre

-Yo no te dije eso querida-

Ella se sintió un poco confundida por la situación

-Recuerdo bastante bien que lo mencionaste Dennys-

- Mi amor en realidad este mal interpretado las cosas. Yo te dije que no me había enterado de que Andrew y tú habían estado involucrados en el accidente, pero por supuesto que me entere, fue algo bastante fuerte y terrible, apareció en todas las noticias-

-Y ¿Por qué ese correo electrónico con las fotografías?-

-Bueno.. Me interese por el tema. Fue bastante trágico y quería saber más información. Todo esto fue antes de conocernos por supuesto-

-mmm- Dijo mientras tomaba un pedazo de su postre, en realidad lo que Dennys le estaba diciendo no concordaba. Ella tenía una memoria muy buena como recordar que esas no habían sido sus palabras, pero decidió no seguir contradiciéndolo porque si no la discusión no terminaría. Por supuesto que se quedó con aquella mala espina –Bueno. También encontré un correo electrónico con un plano de un autobús-

-¿Qué hay con eso?- La observo confundido

-Bueno. Se parecía mucho al autobús del accidente-

El volvió a sonreír –¿Enserio?. No me había dado cuenta de eso, solo fueron unos planos que me envió Erick del autobús que construirían pronto para una de las empresas. Ya sabes para que sirva de transporte a los empleados. Pero no me había percatado de que se parecía al del accidente-

Ella se quedó en total silencio mientras observaba su postre, sinceramente no sabía que pensar.

-Querida..- Sintió cuando Dennys coloco suavemente su mano sobre la de ella para comenzar a acariciarla – Creo que exageraste un poco la situación ¿No?.. No pasa absolutamente, todo era una simple curiosidad sobre el accidente. Yo nunca supe en realidad que tú .. Bueno tu ex esposo había muerto, hasta que te conocí-