Verdades.
Había algo que se distinguía a través de la ventana de la puerta de enfermería y eso eran dos chicos y a ambos los conocía perfectamente, el primero y más alto que el otro era nada más y nada menos que Robert, capitán del equipo de fútbol y al chico a quien amenazaba era Michael Doley, mejor conocido como el primo guapo de Ashley y Austin.
Michael, fue el primer chico con el que hablo Serena en la escuela, además fueron amigos en secreto por más de un año pero todo se volvió complicado cuando Ashley le confesó su atracción por él y en algún momento de su amistad él confundió sus sentimientos y todo acabo y Michael decidió apoyar a sus primos.
¿Qué sucedía entre Michael y Robert? era algo que Serena no quería saber por lo que cuando abrió la puerta dispuesta a marcharse el moreno grandote golpeó al rubio logrando que tropezara con ella.
Serena volvió a suspirar y trago algo de su orgullo ofreciéndole su mano para ayudarlo a levantarse.
- Pero mira si le salió novia al pequeño.
- No te metas conmigo
Los ojos verdes de Robert se oscurecieron mostrando una sonrisa maliciosa.
- Quien iba a pensar que el chicle de Ashley se vería así de bien - Serena se cruzó de brazos y levantó una ceja - no me digas que ahora que Austin no respondió por ti vas a enredar al pequeño primo Mil...
No espero a que terminará ya que golpeó logrando que el grandote cayera al piso, camino hasta él y lo tomo del cuello de la chaqueta.
- Yo no vine a enredar a nadie, no te metas conmigo porque te golpeare tan fuerte que tu generación lo recordará
- ¿No me digas? - no pudo evitar sonreír.
- Imbécil.
Lo soltó y se alejó de la escena mientras movía su muñeca lastimada, ahora dolía más debido al golpe que le había proporcionado a Robert.
- Esto me pasa por involucrarme en peleas que no son mías, mierda.
Escucho unos pasos apresurado a su espalda y su nombre salir de una voz bastante conocida.
- Gracias - Michael estaba a su lado.
- No lo hice por ti
- De igual forma, te lo agradezco.
- Piensa lo que quieras.
Ella se marchó después de todo no tenía nada que hacer en la escuela, por lo que preferiría buscar a Justin en el jardín de niños.
Una vez allí espero por él, pues Justin estaba tomando una siesta, pero apenas este despertó y se enteró que su madre había llegado más temprano que de costumbre se emocionó, pero cuando llegó frente a ella no estaba sola, su nueva maestra estaba platicando y su madre era como un volcán que en cualquier momento iba a hacer erupción.
- ¿Mami? - Serena suavizo la mirada y entendió que todo estaba bien.
- Gracias por información, traeré los materiales para mañana - la joven maestra asintió.
- Justin es un niño muy inteligente sería conveniente ser promovido a otra sala más avanzada.
- Lo pensaré.
Tomo la mochila del niño colocándola a su espalda para luego tomarle de la mano, él niño sonrió, ya que era la primera vez que su mamá lo iba a buscar a parte de temprano, sin pelear con alguien en la institución y el no entendía por qué eso sucedía y se sentía bastante mal cuando eso ocurría.
- Me gusta la escuela - Serena lo subió al auto - me gusta mi maestra Fabiola y mi maestra Tania, me gusta jugar más con estos niños mami
Ella le sonrió y le acarició la cabeza.
- Estoy muy contenta por ti.
A continuación subió al auto conduciendo a la papelería más cercana y así comprar las cosas necesarias que la maestra había pedido, al finalizar vio la hora faltaba poco para que las prácticas comenzarán por lo que decidió pasar antes por la heladería que solía visitar con su madre cuando era niña.