Recuerdos.
Cuando despertó en la mañana tenía un mensaje de un número privado en el teléfono, este decía:
Como parte del trato, no levantes ningún cargo a Robert, atte. E.M😙
Eliminó el mensaje para concentrarse en terminar de guardar las cosas de Justin como las de ella. El niño apenas abrió los ojos no paraba de preguntar dónde se había encontrado todo el día y por qué se había perdido siendo ella su mamá.
Había escuchado por Nathan que la otra chica Daniela estaba en el hospital, debido a la agresión que recibió, la diferencia entre ambas era que Robert si le había dado el tiempo suficiente como para violar a la chica y luego ir por ella, pero con Serena no logro más que un par de golpes.
¿Pasa algo? - Nathan apareció frente a ella con notable preocupación
No, nada, ¿Nos vamos?
Subió al auto de Nathan mientras esperaba sentía que algo olvidaba, algo importante. Miro a Justin a través del espejo retrovisor y noto la bonita sonrisa que le daba, eso le removió el estómago y recordó lo que había olvidado.
Austin.
Él debía de estarla esperando en la escuela y ella no podía aparecerse allí mucho menos con Justin, jamás permitiría que eso sucediera, Austin nunca conocería a su hijo, primero debía de pasar sobre su cadáver.
Estaba tan sumida en sus pensamientos, pensando en cómo evitar a cualquier costa que Austin viera a su hijo que no noto la mano de Nathan sobre su pierna, pero lo que la trajo de vuelta fue la presión que él le hizo en la pierna para llamar su atención.
Algo te preocupa - afirmó dirigiendo la mirada a ella momentáneamente.
Sé que Austin está allí cuando lleguemos.
Te dejaré en mi casa antes de llegar a la escuela - ella miro a su espalda, Justin jugaba con un aparato que Ryan le había dado ignorante de la conversación.
Gracias - susurro y Nathan volvió apretar su pierna.
Ahora que estaba más tranquila se permitió relajarse, se sentía como con 5 años más debido al ajetreado día anterior.
Noche...
Se sonrojo desviando la mirada por la ventana, ella se había entregado a Nathan y ahora era que caía en cuenta en lo que había sucedido, todo había pasado tan rápido que estaba confundida. Miro a su acompañante aún concentrado.
En efecto, Nathan era muy guapo pero sobre todo era alguien por la que valía la pena cometer esa clase de locuras, ¿Qué pensaría él si supiera que es la hijastra de su tío?
Su madre le había dicho que sólo se encontraron dos veces de niños, así que él no tenía por qué recordarla.
Volvió la mirada a la ventana viendo el paisaje, hacía tiempo que no hablaba con Ryan, así que se prometió llamarlo en cuanto llegará a la casa de Nathan. Sintió su teléfono vibrar dentro del bolsillo trasero de su jean, miro la pantalla para luego volcar los ojos.
¿Ahora qué? - contestó de mala gana.
Ya me enteré lo que sucedió en el campamento, ¿te encuentras bien?
Sí.
El peso de la ley caerá...
No vas a hacer nada.
Serena como tu...
No vas a hacer nada, no me pasó nada, no armes un drama, lo que menos necesito ahora es un juicio por nada.
Hablaremos eso cuando llegues, necesito hablar contigo - Serena coloco los ojos en blanco - nada de ojos blanco, Serena te quiero aquí hoy mismo, eso sí quieres seguir recibiendo mi dinero.
Colgó el teléfono, hablar con Franco la alteraba, pero sobre todo la enfurecía, por que no conseguía un trabajo que le permitiera estar con Justin y ganar el dinero suficiente como para vivir sola, siempre tendría que depender si no era de Franco, era Ryan, sino la bruja de Victoria.
La mano de Nathan toco la suya llamando su atención.
¿Puedo preguntarte algo? - pero Serena no respondió, él suspiro - ¿Quien llamó era tu padre? - Asintió - ¿Que quería?