Chispas

Capítulo 11

-¡Abue! -La mano de Fred soltó la mia mientras sus manos volaban en el aire. -Así no es como quería explicar las cosas. -Dijo Fred y pude sentir cuán desesperado estaba.

-Tiene que ser hecho. Será peor para ella si no conseguimos que todo esté fuera en la apertura. Todos los sabemos. Es humana. La cosa está hecha. No se puede cambiar nada ahora. Podemos fingir que hay otra opción todo lo que queramos pero la chica tendrá que estar contigo.

-Tengo que estar con él. -Repetí antes de que Fred pudiese decir nada más. -¿Quieres decir con él físicamente alrededor, como todo el tiempo, o enfermaré como lo hice esta mañana?

-Sí. Es peor al principio pero luego se desvanece algo. Siempre os necesitaréis el uno al otro. Después de ascender, las cosas serán incluso más diferentes que ahora, de una buena forma. Sé que da miedo ahora mismo. -La corté. No tenía miedo. Sentía un ecléctico arcoiris de emociones pero el miedo no era una de ellas.

-Lo pillo, no te preocupes, no tengo miedo. No estoy molesta. Simplemente no estoy segura de cómo hacer que todo funcione. Esto es... -Me froté las sienes y cerré los ojos por un par de segundos. -Una locura. Quiero decir, ayer era una don nadie de diecisiete años que se graduó en el instituto y tenía problemas normales como todos los demás.

-Mira. -Se inclinó hacia delante y me palmeó la mano. -Sé que esto es mucho para absorber pero querías los hechos. No soy una panadera por lo que no voy a endulzártelo. La cosa es, hay una razón para que esto ocurriera. Tú eres la primera imprimación en veinte años en nuestro clan. Eso es una gran cosa. El hecho de que seas humana e increíblemente joven tiene que significar algo.

-Esto no es sólo porque lo salvé, ¿verdad? ¿Alguna fallida falsa alarma de imprimación o algo así?

Todo el mundo se rió de nuevo, incluso Fred junto a mi, pude sentirlo temblar, y aunque estaba ligeramente burlándome, iba mortalmente en serio también.

-Fred tenía razón. Eres fabulosa. -Le miré y me guiñó un ojo mientras ella proseguía. -No, cariño, no hay falsas alarmas con las imprimaciones.

-Vale. Por lo tanto, no estoy segura de qué es lo que se supone que tengo que hacer. O ser. Quiero decir, ¿qué te pasa después de imprimarte? Adam dijo algo sobre ascender y conseguir habilidades. Y si no te imprimas no asciendes ni obtienes ninguna. Ese es el por qué es tan importante, ¿no? Porque nadie está consiguiendo cualquiera de estos... ¿regalo?

-Exacto. -Dijo el Señor Jacobson.

Entonces noté algo. Ese pequeño empujón que sentí ayer cuando Fred estaba en mi cabeza. Pero esta vez, mi mente no le dio la bienvenida. No dolía pero era molesto y confuso. Sentí mi frente fruncirse y algo bombardeando de alguna manera. Había imágnes moviéndose de forma rápida y amoldándose, imágenes de patadas y puñetazos y técnicas. Mis párpados se agitaron y escuché mi respiración entrar y salir rápidamente. Entonces se detuvo de repente.

Todos estaban observándome expectantemente. Fred tenía un brazo a mi alrededor y el otro sostenía mi mano. Miré su cara. Parecía un poco molesto en realidad pero esperó a que recuperase el aliento.

-Podrías haberla advertido. -Le gruñó Fred a alguien y luego me miró de nuevo. Finalmente habló suavemente, aunque sabía que todos ellos podían oírlo. -¿Qué viste?

-Vi... um, ¿karate?

-Muy bien, Emma. -El señor Jacobson se deslizó hasta el borde de su silla y me sonrió. -Estaba enseñándote karate básico en realidad.

-¿Perdona? -Chillé.

-Ese es mi don o habilidad o poder, como quieras llamarlo. Puedo aprender a un ritmo exponencial. Luego, puedo ayudar a mi familia enseñándoles todo lo que he aprendido que necesiten saber para protegerles o ayudarles a hacer una tarea enviando estas imágenes a su mente. Aprendo tan rápidamente como lo acabas de hacer tú y luego te enseño eso igual de rápido. Tú por ejemplo, acabas de aprender karate básico para principiantes en menos de diez segundos. Pensé que si iba a enseñarte algo, bien podría serte útil. -Dijo y sonrió.

-¿Quieres decir que sé karate? Como... ¿verdadero karate? -Hice un amplio movimiento con las manos para acentuarlo. -No siento como si lo hiciera. No recuerdo nada.

-Eso es porque no lo has utilizado todavía. Ahora mismo es sólo una... impresión quemada en tu mente de mi recuerdo de cómo hacerlo. La primera vez que lo necesites, prenderá cada receptor cerebral y te enseñará el camino, pero recordarás instantáneamente cómo hacer lo que sea que tus instintos piensen que necesitas en ese momento.

-Vale. -Respiré profundamente, tomándolo. Trantando de no fruncir el ceño o mostrar incomodidad ante lo que me estaba diciendo. -Así que, ¿eso es lo que hace todo el mundo? ¿Es una habilidad común?

-No. Cada uno es diferente.

-¿Cuándo obtendrá Fred su habilidad? ¿Y qué será?

-Usualmente no toma mucho tiempo después de la imprimación. Pero en cuanto a qué, no tenemos ni idea. Nos lo enseñará cuando haya ascendido completamente. Y tú también.

Lo miré con la boca abierta.

-¿Yo? ¿Quieres decir que tendré alguna habilidad tmabién?

-Por supuesto.

Pensé en algo y jugueteé con el borde de mi camisa.

-Eso es lo que quieres decir con "más fácil para mi", que mis padres no se involucren porque no sólo tengo que estar en contacto físico con Fred o me volveré loca, sino porque también mi familia sospechará de mis habilidades muy pronto.

-Sí.

Estaba sorprendida cuanto menos. Liberé mi mano de la de Fred, sin intención de molestarle pero necesitando un minuto para mi misma. Necesitaba sentir lo que sea que fuese que estaba protegiendo y tomando de mi con su toque.

Luego todo rodó encima de mi. Ahora, tenía miedo; a la muerte. No quería ser el monstruo de su clan al que todo el mundo quería observar por ser tan especial. No quería ser diferente o extraña en mi propio mundo tampoco. No sabía qué quería.




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