Dos días van, faltaba poco. Todo parecía un eterno sufrimiento, tan lento y desesperante.
Sentía una sensación de inquietud constante en mi pecho, a veces me costaba estar tranquilo y concentrarme en mi trabajo.
Cuento los días, las horas y los segundos. Una espera interminable.
Hace poco vino a verme, me alegré por el momento aunque no duró demasiado. Siento la falta de su presencia, y lo abrumadora que es la vida sin sus risas y su compañía.
Hoy debo reunirme con el abogado ya que él me dijo que había que aclarar algunos asuntos. Solo espero que no sea tan grave, de lo contrario sabía que estaría en problemas.
Sonó el timbre, él ya está aquí. Con prisa abrí la puerta y recibí a él abogado.
—Es bueno verlo de vuelta —hablé cortés y lo deje pasar.
—Lo mismo digo —entró.
Ambos fuimos hacia la sala y nos sentamos en los sillones para comenzar nuestra plática.
—Y dígame ¿Cuál es ese asunto que debía hablar conmigo?
—Hubo un problema con el juicio... quieren adelantarlo.
—¿Adelantarlo?
—Sí, la señorita Johnson solicitó la anticipación del juicio, debido a que su estancia en el país es limitada y debe irse lo antes posible.
—¿Hay algo que se pueda hacer para prolongarlo?
—Lamentablemente no, el juez aceptó su propuesta y se cambió la fecha para la semana entrante en lugar del próximo mes. Pero no se preocupe, tenemos buenas razones para argumentar sobre que usted cumple con todos los requisitos necesarios para que la niña tenga una vida prospera y estable, además de alegar y demostrar que no se ha encontrado evidencia sólida que nos diga que usted violentaba contra su esposa e hija.
—Entonces, ¿Se podría decir que tenemos ventaja en el caso?
—Tal vez, pero el problema es que desconcemos con qué te van a argüir y eso nos obstaculiza. Pero nuestras justificaciones son firmes y podrían llegar a cuestionar las pruebas de nuestros contrarios.
—Es tranquilizante saber que existen probabilidades de ganar, aunque no sean con demasiada certeza, pero es válido.
—¿Su hija se relaciona bien con usted?
—Sí, de hecho dijo que le gusta venir y que se divierte mucho ¿Por qué la pregunta?
—Bueno, si su hija se siente a gusto estando con usted, podría ser una pequeña excusa a favor para que obtenga la adquisición de su completa custodia, ya que la niña no se siente incómoda o insegura con su compañía y al no mostrar señales problemáticas, posiblemente, el jurado lo tome como un padre cariñoso y responsable.
—¿Eso sería una clase de beneficio?
—Sí uso las palabras correctas y lo conecto con la causa, podría ser.
—Muchas gracias, no tiene idea de cuanto se lo agradezco.
—Eso no es necesario, a fin de cuentas, es solo mi trabajo, pero debo admitir que este caso de alguna forma logró atraparme e interesarme a tal punto de querer hacer todo lo posible para ayudarlo con su hija.
—Y no sabe cuanto lo aprecio.