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Año 1918
Andra comenzó a recuperar la consciencia, notando algo de primera instancia: no estaba en su casa.

Se levantó de la cama dando pasos lentos, buscando sus pertenencias. Aunque una lámpara de aceite iluminaba de forma leve la habitación, se percató también que ya era noche.

—Por fin despierta, madame —se escuchó decir tras Andra, haciendo que ella se sobresaltara.

— ¿Quién es usted? —tomó un poco de aire, tomando valor para encarar al ser.

El ya mencionado avanzó hasta ser iluminado por la breve luz de la lámpara, mostrando al acompañante de Lovecraft.

—Perdone el susto, pero el señor me mandó a revisar si se despertó para tomar la cena.

—El... ¿señor? —arqueó la ceja izquierda ante su duda.

—Así es, el señor Lovecraft —ante la mención del escritor, ella quedó en shock.

—Necesito que me diga algo, señor —comentó la chica, apoyándose en el mueble cercano —, ¿en qué año nos encontramos?

—En el año...

Actualidad
Lirio y Grecia llegaron a la casa de Andra, una casa no muy grande, demostrando que era una familia humilde.

—Okey... Esto ya es raro —razonó Lirio al notar la casa. —Andra no soportaría una vida así.

En el momento en que tocaron la puerta, una mujer de pelo negro y ojos cafés les recibió, ella es la madre de Andra.

—Buenas tardes, señora —dijeron al unísono Lirio y Grecia.

—Buenas tardes, chicas —contestó amable la mujer —. ¿En qué les puedo ayudar?

—Venimos buscando a su hija —Lirio sonrió con la respuesta.

Ante el comentario de Lirio, la mujer quedó en shock para decir "Lo siento, pero ella no llegó aquí, aunque hallé su libro favorito con un escrito inentendible". Unos momentos después, la madre de Andra entregó el libro con el texto.

Las amigas de la muchacha no acababan de digerir la noticia con el mensaje "Viaje a otra dimensión con H. P. L."