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Año 1918
Andra abrazó el libro, atesorando lo escrito por Lovecraft. Buscó su celular, hallándolo sin batería, por desgracia no había forma de ponerle a cargar.

—Creo que podré tomar  tiempo para despejarme sin él —guardó nuevamente el dispositivo en la mochila.

Al hacerlo, se escuchó que alguien tocaba su puerta. Dio permiso de entrar a la persona para descubrir al escritor irrumpir su calma.

Actualidad
Ya era de noche. Grecia y Lirio se quedaron en casa de la primera para investigar el escrito.

Grecia seguía leyendo los libros, hasta que dio con el título en uno igual al mensaje del primero

— ¿Qué? Esto no puede ser real —murmuró con la sorpresa en su rostro.

Revisó cada página hasta que encontró el siguiente mensaje:

"El reanimador
H. P. L."

Buscó el libro hasta dar con él y acomodar todos. Ahora sólo quedaba verificar un secreto o algo escondido en los títulos

— ¿Qué sucede? —reaccionó somnolienta la rubia.

—Hay algo que no me queda claro —se sentó y puso su mano en el mentón, claramente pensando en algo que se escapa de su intuición inicial.

Lirio se quedó mirando los libros hasta que dijo...

—Mira el paisaje que forman las pastas.

Ante el comentario, la chica de pelo matizado acomodó los libros, notando cierto lo que dijo la otra.

—Es verdad, parece una casa en alguna parte de la ciudad.

Ambas no salían del asombro, sintiendo repentinamente algo atrás de ellas.

—Lirio, no mires atrás —alertó Grecia.

—Dame un minuto —dijo para sacar un pequeño estuche de un cajón.

Al abrirlo, ambas miraron a través del espejo que había un portal tras ellas. Movidas por la curiosidad, las dos quitaron un libro, haciendo que se cerrara.

—Ahora ya sabemos que le pasó a An, sólo falta un método para regresarla —murmuró Lirio, analizando todo.

Tal vez ellas descrifraron una parte del "Acertijo lovecraftiano", pero faltaba mucho por descubrir y traer a Andra.