Clauxtro

Capítulo 17

El profesor se retira los auriculares me mira y suspira. Los minutos en los que observa la libreta en donde apunto lo que tradujo me parecen eternos. - ¿Para qué quieres esto? – me interroga está vez mirándome a mí, parece no estar convencido.

- Es para una tarea de orientación humanitaria o moral y cívica; como guste llamarle, - le digo y continúo. – Debemos investigar sobre la prostitución de otros países; como evitar la trata de blancas y yo elegí Suecia, - / ¡Qué mentira más grande! Todo sea por Loa /.

- Muy bien joven, - me pasa la libreta; - esto es lo que pude traducir, el número 1 es la primera persona en hablar, el número 2 es la otra persona, hay personas que hablan español de vez en cuando, pero ¿Qué película es? – Pregunta.

- No sé el título, mi padre / ya no sé si llamarlo de esa forma /- me ayudo a buscarla, pero no me dijo el título, - le digo y me atrevo a preguntar - ¿Cuánto le debo? – su ceño se frunce.

- No es necesario jovencito, es por una buena causa; - dice, - no me gustaría que repruebe su clase.

- ¡Gracias! – y me retiro.

- Señor Cox, su hermano lo espera para la junta; lleva quince minutos atrasado. – me dice desde la puerta.

Camino hacia la sala de juntas en donde están los demás gerentes y Oswell, llevamos la reunión a cabo y yo me quedo un momento pensando una vez como haré para hablar con Loa, desde que discutimos no hemos hablado, o bueno lo intentamos, pero volvimos a discutir porque ella no me contó que tendría una cita con Dan /cada vez me cae más gordo / y eso fue hace dos semanas, hace dos días me emborrache por la misma razón y discutí con mi prometida; espero y esta noche podamos estar juntos en intimidad o terminare sin futura esposa y sin… Sabía que no debía dejarme llevar.

- Señor Cox, - escucho que me dice mi secretaria; - ya está hecha la reserva, - le agradezco y vuelvo a mi oficina.

Cierro la puerta tras de mi, saco mi celular y le marco a Leinox, necesito saber que sucede, me logro comunicar, al tercer repique contesta quedamos de acuerdo en juntarnos para mañana, no puedo dejar plantada a Leticia o se enojara conmigo sobremanera, quedamos de acuerdo con la hora, el lugar y con la persona que esta de incógnito cuidando a Loa. Mientras hablamos varias notificaciones llegan a mi teléfono, nos despedimos y tomo asiento en mi silla frente a mi escritorio, dejo el teléfono sobre el escritorio aflojo mi corbata.

Vuelve a llegar una notificación, ya incomodo por la insistencia, decido abrir el primer mensaje que llego, es una foto de Loa caminando a la universidad más abajo hay algo escrito “¿Cómo es que no has disfrutado de ese cuerpo?”, mi mandíbula se tensa y aprieto las manos alrededor del celular, así por igual sigo descendiendo aparece otra vez en un lugar sofocada y llorando “volver a tenerla encerrada me ha causado deleite” - ¡¿Hijo de puta que le has hecho!? – digo golpeando el escritorio, vuelvo a bajar por el mensaje y hay un video y le doy play.

- ¡Por favor sácame de aquí! – grita, - ¿alguien? – las lágrimas salen; - auxilio se ha trabado, por favor no seas así Le… - cortan el video y mis vellos se ponen de punta por la sensación. / Por favor no seas así ¿Le? ¿A quien iba a mencionar? / -  de pronto un extraño sabor amargo por el pensamiento que he tenido.

Marco el numero de mi prometida, - hola amor, ¿co - como estas? – Dice tartamudeando, - ¿Qué deseas?

- ¿Estás con Loa? – pregunto sin demora.

- ¿Con Loa? – cuestiona extrañada, - no, se supone que ella esta en la universidad ¿no? – dice interrogante. - ¿Por qué?

- No, por nada, - contesto. – nos vemos  esta tarde a las 7:30 PM; - desconecto la llamada, urgente marco el numero dos de macado rápido y repica el celular de Loa, se escucha el sonido normal las primeras tres veces y luego empieza su canción favorita Can we dance? Me envía al buzón / a lo mejor no esta cerca /. Vuelvo a marcar y vuelve a lo mismo “buzón”, - vamos contesta, ¡Por favor! – se cae la llamada, repito la acción otra vez y esta vez voy directo al buzón.

>> ¡Arg! – Exploto soltando el celular sobre el escritorio, tomo el celular para marcar a sus padres y tampoco contestan, - ¡Maldición! – grito lleno de impotencia por esta situación. – ¿Cómo pudo suceder esto? – pregunto y vuelvo a intentar otra vez me lleva al buzón; y por mi cabeza cruza el llamar a Reyes; y así lo hago.

- ¿Dos llamadas en un mismo día? – pregunta burlón. – Estoy sintiéndome muy halagado, - yo pongo los ojos en blanco; me siento frustrado, - ¿Dime para que te soy útil?

-¿Dónde diablos esta el incompetente que dejaste a cargo de la seguridad de Loa? – pregunto irritado.

- Cálmate, - me pide, - ¿Qué sucede? Necesito que me digas que esta pasando, - pide con su habitual calma.

- Me han llegado unas fotos y videos de Loa siendo perseguida, luego… - mi voz se tranca de pensar lo peor. – mejor te lo envío, para que inicies una investigación.



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En el texto hay: venganzas, miedo psicológico, amor

Editado: 01.11.2018

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