Al otro día fui a casa de yordan y estábamos los dos allí pero no le conté nada y ella llego, actué como si nada hubiera ocurrido la noche anterior pero me costó bastante, tratarla con un poco de indiferencia no fue nada fácil.
Gracias a yordan el ambiente no estuvo tan denso pero se notó que a mí no se me hacía nada fácil estar con ash en el mismo lugar, no lo puede soportar por mucho y use de excusa que me vería con Tadeo porque iríamos a ver unas chicas y a tomarnos unos tragos
Lo sé, fue estúpido e inmaduro de mi parte pero me encontraba algo frustrado ella estaba hablando con yordan de un chico, aunque me hacia el desentendido y miraba mi teléfono lo escuche y por eso decidí irme de allí.
Después de salir de casa de yordan fui a casa de Tadeo y nos bebimos algunas cervezas, al rato de que llegue me llego un mensaje y lo abrí para ver quién era.
-ash tiene una cita el viernes, actúas ahora o nunca. –era yordan y tenía razón, pero no tenía ni idea de lo que haría.
-veré que puedo hacer.
-me contaras lo que paso entre ustedes. – se lo contare pero no ahora.
-pasare por tu casa el viernes para que hablemos. – le dije y hasta ahí hablamos.
El viernes llego y antes de ir le mande un mensaje para preguntarle si ash estaba allí y como me dijo que estaba e clases me quede tranquilo y fui, le conté todo lo que pasó y me quede en silencio esperando por su respuesta.
-entonces, la besaste. – dejo de mirar mis manos y la miro a ella.
-fue un simple impulso, pero me arrepiento y ya no quiero seguir más con esto.
-entiendo por qué lo hiciste, pero no apoyo el que te des por vencido así tan fácil, - ella coloca su mano en mi hombro y dice. – ve y búscala.
-hay un problema. – ella frunce enseño y me dice.
-cual.
-no se en dónde está.
-yo menos, pero puedes esperarla en su casa. – me levanto y ella hace lo mismo que yo y le digo.
-gracias yordan, - la abrazo y después le digo. – eres la mejor.
-lo sé, y me debes una salida a comer.
-hecho. – digo mientras salía de su habitación.
Salí de allí y conduje rápidamente en mi motocicleta hasta la casa de ash y Camila estaba a punto de salir y me dijo.
-hijo quédate aquí a esperarla si quieres, tengo algunas cosas que hacer en la pastelería. – le digo.
-está bien Camila, aquí la esperare.
Ella salió de la casa y yo quede ahí, esperando a que ash llegara de su salida con ese idiota, dejo el casco en la mesa de la sala y subo a su habitación a dejarle un chocolate que le había comprado antes de venir.
Voy en busca de algo de agua espero de repente escucho un auto a fuera, me levanto del sofá y llevo el vaso de agua de nuevo a la cocina y me acerco a la puerta y escucho que se acercan a la puerta y no se escucha nada, temo a que ese imbécil intente besarla así que abro la puerta rápidamente.
Y con una gran sonrisa para ocultar la molestia que sentí al verlo tan cerca de mi hermosa y después digo.
-ash ya iba a buscarte, donde estabas. – ella se aleja rápido de él nerviosa y luego me dice.
-Andrés, ya iba a entrar – se despide del tipejo y él le responde. - chao nos vemos el lunes en clase.
-está bien, chao hasta el lunes ash. – él se marcha, ella y yo entramos a la casa, empuje la puerta cuando me acerque a ella la mire serio y le digo.
-que estabas haciendo. – ella me mira con fastidio.
-estaba teniendo una cita con Steven. – me contesta como si fuera obvio.
-y porque no me habías avisado – levante la voz.
-qué te pasa, estas actuando muy extraño últimamente. – ella grita al igual que yo, esto ya no lo soporto, nunca la había visto molesta y no quiero dar explicaciones de nada.
-nada olvídalo solo te iba a decir que si quería ver películas o hacer algo conmigo, pero olvídalo déjalo así. – coloque ambas manos en la cabeza y respire profundamente, me giro para marcharme, tomo mi casco y me dirijo a la salida.
Salgo rápidamente y cierro tras mí, a pasos agigantados me acerco a mi motocicleta y a mitad de camino la puerta se abre y la voz de ash me detiene cuando dice.
-Andrés no te vallas, por favor. – se me rompió el
corazón en mil pedazos cuando dijo esas palabras y comencé a acercarme a ella de manera decidida y apresurada.
Sabía que sería una tontería lo que haría, pero una más o una menos ya no importaba, ya me encontraba dispuesto y decidido a que esto sería la despedida, así que la abrace fuertemente y aspire su dulce aroma y sentí su cuerpo enviando ondas de calor al mío.
En ese instante la sentí tan mía, tan cerca y a la vez tan lejos, me preparaba mentalmente para este destructivo adiós, me aleje y la tome delicadamente por las mejillas y comencé a besarla.
Cerré mis ojos para sentir sus labios cálidos sobre los míos y memorizarlos de alguna manera, ella estaba un poco tensa pero respondió a mi beso de manera pausada como si tuviera miedo antes de terminar el beso mordí su labio inferior.