Me buscaste hasta en el mínimo rincón de la universidad ¿lo recuerdas? ¿O se te olvido el día en que nuestros roles fueron invertidos, en donde, ahora eras tu quien me perseguía sin cesar? ¿Entendiste cómo se sentía? ¿La desesperación que se arremolina en tu pecho al no hallar lo que anhelas? De seguro querías disculparte, pedir perdón por algo que no entendía. A ti nadie te obligó hacer lo que hiciste.
Lo hecho, hecho está y así perdurará.