Me entregué inconscientemente a ti ¿te acuerdas? Me llevaste a tu casa y me hiciste delirar. Fuiste mi primera vez, espectacular y espléndida. Me trataste con cariño, dulzura y amor. Mi corazón revoloteo en ese momento, sin saber que al amanecer todo se vendría abajo y saldría roto en miles de fragmentos.
Cuando la luz de sol nos despertó, saltaste conmocionado al verme desnuda en tu cama. De verdad que avergonzada fue poco lo que estuve al encontrarme con tu mirada de asco, vi en tu ojeada la grima que te dio ver mi cuerpo.
Te acercaste a mí y tomaste aquella piel de mi estómago que era demás. Me dejaste ver como una basura, un ser despreciable...
—Deberías deshacerte de esto —dijiste jocoso.
Espero que algún día pagues por todo el daño que me causaste, anhelo verte perdido por una chica y que esta te trate como en algún momento tu me trataste a mí.