Capítulo 132.

Yurim llegó apresurada al instituto y mientras iba a la sala de operaciones le escribía a Injae sobre que tenía que hablar con ella de algo que le había pasado, pero después de enviar el mensaje la vio parada frente a ella con su celular en la mano después de recibir el mensaje.

— ¿Estabas aquí?

—Sí y tú no. ¿Estabas en tu cita de los viernes con Stella? —La miró pícara y luego frunció el ceño cuando leyó el mensaje—. «Yohan y su novia aparecieron en el bar y hablamos sobre lo que pasó…» ¡Cielos! Te diría necesitas un trago, pero por tu rostro colorado creo que ya has tenido suficiente.

Yurim se tocó las mejillas con fuerza con sus manos y sintió su piel caliente.

— ¡No! ¡Lo que necesito es pensar en otra cosa!

Injae la vio pícara mientras Yurim rodeaba la mesa del centro sin ver a Injae poque sabía lo que estaría haciendo.

— ¿Por qué me huele a un intercambio de primos Windburs-Soler? —Se sonrió jocosa.

— ¡Solo háblame de lo que pasó aquí! —Ordenó molesta—. No leí todos los mensajes, pero sé que era importante. ¿Es sobre un nuevo cuerpo?

La castaña le pidió que la acompañara a la bodega donde estaban los dos nuevos cuerpos de los sujetos con quienes se encontró esa noche.

—Eran lobos muy fuertes, pensamos que eran originales porque mostraron sus garras y colmillos —mencionó sin tanta importancia—. Supusimos que eran nuevos ya que ocultaron sus rasgos y no sabían reaccionar a eso, luego se mostraron débiles y fáciles de noquear, pero el problema no es eso, sino que…

Tomó una navaja común e hizo una cortadura en el brazo de uno de los cuerpos.

—No sanaron antes, aunque no fuera de plata, lo que significa que no eran lobos y un par de horas después están muertos.

— ¿Cómo no podrían ser lobos? Dijiste que tenían garras.

—Sí y eran mucho más fuertes que los pocos lobos originales que hayamos enfrentado, casi le rompen la pierna a Johana con tan solo patearla —comentó impresionada—. Yurim, creo que alguien está jugando a los experimentos y pienso que deben ser los Redentors.

Yurim tensó su postura y se enderezó para cruzarse de brazos sin dejar de ver a Injae.

—Cuando Kalisman me secuestró hace dos años, dijo que los Redentors y la corporación se beneficiaban mutuamente porque estos mejoraban con ADN sobrenatural sus creaciones…

—Como el medicamento que te dieron.

—Sí. —Se acercó a ella y habló más bajo—. Kalisman dijo que los Redentors querían mejorar a sus criaturas con ciencia y seguro ya empezaron a hacerlo.

Con Maxon al frente de la corporación y encerrándose en su oficina para centrarse en el trabajo en lugar del fallecimiento de su padre, Injae aprovechó a ir a la graduación de Sølvbyen, pero tendría que hacerlo sola ya que Yurim decidió quedarse al frente del instituto en caso de que aparecieran más sujetos alterados.

En el instituto Sølvbyen.

El inquisidor Lim estaba dando inicio a la ceremonia de graduación, empezando con la presentación de los miembros del Orkunato, seguido del consejo de veteranos y luego con los miembros que dirigían el instituto como los decanos, entrenadores, docentes y maestros de armas, además incluyó a la magistrada Rosemary Torres y al equipo de seguridad de Sølvbyen. Todo esto formó parte de la nueva forma de dirigir que Lim Do-Sam estaba llevando a cabo desde su primer año como inquisidor hasta el momento, incluso había decidido hacía poco que se debía recompensar a los mejores graduados de cada clase con un reconocimiento otorgado por la mano del ganador de las competencias anuales.

En los costados estaban sentados en piedra caliza los miembros de alto rango de los grupos viendo como el director del instituto nombraba a los cazadores para que pasaran a firmar con su nombre y recibieran su marca. Cuando volvieron a sus posiciones en el centro del centro ceremonial, los graduados estaban emocionados por la primer entrega de reconocimientos a los mejores cazadores de cada clase.

Existían tres clases: la clase A, eran aquellos que cursaron su entrenamiento en el lapso de edad correcto que abarcaba desde los diez hasta los quince años; la clase B, aquellos que iniciaron más tarde a partir de trece años hasta dieciocho; y la clase C, aquellos que llevaron un entrenamiento más intensivo debido a la edad tardía con la que empezaron a entrenar ya que la edad máxima para introducirse como novicio es hasta los veintitrés, esta clase también era para aquellos  que entrenaron separado de los novicios de Sølvbyen.

El inquisidor Lim se levantó de su lugar luego de que el rector lo anunciara.

—Esta es una ocasión especial ya que será la primera vez que se otorgan reconocimientos a los mejores cazadores de cada clase —comentó orgulloso—. Para eso quiero que nuestra ganadora de las competencias de Sølvbyen de este año pase junto a mí.

Los guardias abrieron las puertas hacia la explanada para que Injae entrara. Todos guardaron silencio cuando el sonido pesado de las puertas altas abriéndose sonó, las miradas se fijaron sobre la atractiva mujer joven de cabello largo y castaño con ligeras ondas que se movían por el viento sobre el vestido de estilo “cola de pato” de color negro hecho de cuero con mangas largas y un corsé con hebillas enfrente, que pasaba en medio del grupo de graduados y en el silencio se podía oír solamente el golpe de las botas largas de tacón corrido pegando contra el piso.

—Nuestra actual ganadora de las competencias anuales de Sølvbyen, Injae Venator —anunció el inquisidor Lim cuando Injae subía las escaleras del podio—, o como muchos la conocen… la cazadora original.

Injae estaba terminando de subir el último escalón cuando escuchó y reviró sus ojos chistando en voz baja por escuchar al hombre engalanándola por su hazaña y que no complacido con eso, mencionó el título por el que todo el Orkunato se apropiaba de ella como símbolo de ellos, por lo que Injae caminó hasta el centro junto al inquisidor y mientras dibujaba una sonrisa hipócrita en su cara, imitó una reverencia burlona sin agachar su cabeza y con una mano en su pecho y otra en su espalda.