Confía en Mí

32°

—¡Estoy pegajosa! Me vendría bien una ducha —Lilian subió las escaleras— ¡Solo a ellos se les ocurre enseñarnos a plantar debajo del sol!

—¿Ahora concuerdas conmigo de que son unos idiotas? —dijo Marion deshaciéndose de su ropa y quedando en ropa interior.

Me acerque a la heladera y saque la botella con agua.

—Al menos aprendimos a plantar —dije luego de beber el agua del vaso.

—¡Apúrate Lilian o no dudare en entrar contigo! —exclamo Marion subiendo las escaleras.

Luego de bañarnos nos vestimos cada una unos shorts, sandalias cómodas y blusas acompañando nuestros looks con los lentes de sol.

Salimos de la cabaña y caminamos hacia el edificio principal donde se encontraba el comedor.

—¡Elise tienes un buen trasero! —exclamo Marion de repente.

Me gire mirando a Marion sorprendida.

—¿Por qué me miras así? —dijo ella entre risas.

—Tiene razón tienes buenas curvas amiga —dijo Lilian sonriente.

No estaba acostumbrada a recibir halagos hacia mi físico casi siempre se trataba de mi ropa o accesorios.

Entramos al comedor que estaba repleto de jóvenes los sesenta chicos.

—¡Alla están! —dijo Lilian emocionada al encontrar a los chicos.

—¿Por qué tardaron tanto? Ya te extrañaba amorcito —dijo Alban con su característica simpatía.

Tome asiento al lado de Emeric que me miro y mostro una tímida sonrisa. Se veía tierno cada vez que actuaba así.

—La actividad de esta mañana me dejo muerto —comento Simon que tenia su rostro rojizo por el calor.

—Amor te dije que te pusieras mas protector solar —dijo Lilian observando las quemaduras por el sol.

—Odio el maldito calor —murmuro Emeric.

Lo observe y también se había cambiado de vestimenta. Durante toda la mañana había estado conmigo algo que me hacía sentir más que bien.

—Quieren jugar un partido amistoso —comento Alban mirando a Emeric y luego a Simon.

Emeric no dijo nada y solo bajo la mirada a la bandeja con ensalada que tenía en frente.

—¡Fortier! —exclamo Marius sentándose al lado de Emeric—¿Es la mesa de los comprometidos?

Marius lo dijo riéndose algo que a mi ni a los demás nos pareció gracioso.

—¿Y tú? ¡Oh cierto compartes la mesa con los imbéciles! —dijo Marion con una sonrisa.

—Ya se lo del partido —dijo Emeric concentrado en su comida.

—Elise convéncelo —dijo Marius levantándose y sentándose entre Lilian y yo— tu eres la única que puede convencer a Emeric.

¿Yo? Parpadee varias veces y me ahogue con el agua que estaba bebiendo.

—Vamos linda tú puedes —Marius sin dejar de sonreír llevo mi cabello hacia atrás de mi oreja.

Emeric ya estaba de pie mirando seriamente a Marius que lo tomo de la remera.

—¡Oye tranquilo! —dijo Marius ya no riéndose— si tu no aprovechas otros lo harán…

Me puse de pie al ver que ellos eran los únicos que estaban de pie haciendo una escenita.

—¿Vas a jugar viejo? —pregunto otro de los del equipo— te necesitamos a ti.

—Eres nuestro capitán —mire a Alban que ahora de verdad parecía preocupado por ese juego.

Un grupo de chicos se puso de pie se acerco a nosotros el mismo chico de cabello rubio con el que me había tropezado estaba allí y a su lado Britney.

—¿Emeric Fortier? ¿Tanto miedo tienes de enfrentarte? —pregunto el chico cruzándose de brazos y mirando desafiante a Emeric.

—Vamos amor no seas así —dijo Britney con una sonrisa— ella es Elise la chica de la que te hable.

Sonreí y miré a Emeric que estaba de brazos cruzados a mi lado mirando con molestia al chico.

—Archie —el me observo y sonrío.

El no me generaba nada de confianza y al parecer a Emeric tampoco le agradaba.

Archie no dejaba de mirarme casi pasando por alto que su novia estaba a su lado y yo no era la única que me había percatado de eso.

—Gusto de conocerte —el estaba por estirar su mano hacia mi pero Emeric se adelantó quedando en frente mío.

—En dos horas te esperaremos con mi equipo —dijo Emeric dándose la vuelta.

Debía fingir simpatía hacia ese sujeto que claramente era bastante extraño, solo había una cosa que me impedía ignorarlo y esa era Britney que había sido amigable desde que llegamos.

Seguí a Emeric que se acerco al grupo donde se encontraban los chicos del equipo. No tardaron mucho en organizarse y cambiarse de vestimenta.

Todos se reunieron en el campus de juego que era mucho más pequeño que el del instituto, pero para ese partido amistoso era suficiente.

Cada grupo de alumnos estaba apoyando al equipo de su instituto.

Unas gradas de madera se encontraban a un lado del césped. Marion, Lilian y yo tomamos asientos en los primeros lugares.

No tardo mucho en empezar el juego y los gritos de apoyos.

Emeric empezó jugando y para ser sinceros era el mejor de todos, no solo lo decía yo por estar enamorada de el, sino que varios reconocían lo destacado que era el.

—¡Vamos Simon tú puedes! —alentó Lilian que no dejaba de sonreír y gritar desde que el partido había iniciado.

—¡Corre imbécil corre! —grito Marion al ver que Alban llevaba la pelota.

Y Emeric tomo la pelota entre sus manos anotando el último punto.

Todos empezaron a gritar de emoción y nuestro instituto había ganado otra vez.

—Odio estos juegos —dijo Britney que estaba de pie a mi lado— tu novio juega bastante bien.

Sonreí orgullosa de eso y más aún porque lo había llamado mi novio algo que poco a poco iba tomando más fuerza e importancia en mi vida.

Los chicos se acercaron a nosotras todos con sus camisetas empapadas de sudor.

—¡Eres mi orgullo bestia! —Marion por primera vez se mostró amorosa hacia Alban.

Algo que lo sorprendió a él y a nosotras.

—¿Cuál será mi recompensa? —dijo el para luego depositar un beso en su mejilla.




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