Confía en Mí

37°

Abrí mis ojos sintiendo el vacío a un lado, la luz natural entraba por la ventana de aquella habitación.

<< Emeric >>

El fue lo primero que vino a mi mente.

Tome asiento mirando hacia todos los rincones de la habitación pero no había señales de Emeric.

Pero era costumbre de el levantarse mas temprano aunque hubiera deseado verlo.

Me levante y me dirigí directo al baño sin dejar de pensar en lo que había sucedido.

<< Deja de sonreír como estúpida >>

Tomé las primeras prendas que encontré y Sali de mi cuarto bajando las escaleras.

—¡Hasta que al fin despiertas! —exclamo Marion con una sonrisa— ¡Adivina!

Ella señalo al sofá donde Lilian se encontraba recostada cubriendo su rostro con sus manos.

—Lilian no durmió aquí… recién regresa de dormir con Simon —dijo Marion entre risas.

Me acerque a Lilian que parecía no estar del mejor humor.

—Según ella no sucedió nada pero déjame dudar de ti amiga —Marion se acerco— ¡La muy perra tenia un alto nivel de alcohol en sangre! Y se desmayó…

A mi mente vino otra vez Emeric. ¡Oh Emeric!

—Obviamente que deje que Simon se encargara… ¡Elise! —exclamo de repente haciéndome salir de mi nube.

Moví mi cabeza y sonreí fingiendo atención a lo que estaba contando.

—¿Estas bien?... —Marion se acercó a mi y me observo con los ojos entrecerrados— mmm creo que algo sucede ¿Dónde estuviste anoche?

¿Qué iba a decirle? Trague saliva quería contarle lo ocurrido con Emeric pero la necesidad de verlo seguía allí presente.

—Me dormí y eso… —ella entrecerró sus ojos no muy convencida de mi respuesta.

—Tampoco lo vi al ser insensible —Marion se cruzo de brazos y yo sonreí.

—Vamos deja de interrogarme esta tarde regresamos a casa —dije mirando a Lilian que se levanto lentamente.

Las tres nos dirigimos hacia el edificio principal y entramos al comedor.

Marion diviso primero a los chicos y avanzo hacia ellos.

—Hola bestia —saludo ella animada.

—Amorcito no doy mas del dolor de cabeza… —dijo Alban que llevaba puesto unos lentes de sol.

Mi corazon empezó a latir con rapidez al ver a Emeric con la vista en su teléfono.

—¿Cómo te sientes bebe? —pregunto Simon acercando a el a Lilian que llevaba también unos lentes de sol.

Mis piernas no respondían me sentía estúpida.

<< ¡Muévete Elise! >>

Me acerque a la mesa dudosa donde tomar asiento. El levanto su cabeza y me miro.

Esa mirada que no duro ni dos segundos.

—Elise ¿Dónde estuviste anoche? —pregunto Simon que estaba sentado al lado de Lilian.

—¡La muy perra se negó a responderme! —Marion se paro a mi lado.

Pero no podía dejar de mirar a Emeric que poca importancia le había dado a mi presencia.

El se puso de pie y se alejo, de repente el mal presentimiento se hizo presente.

—¿Qué dirán mis padres? ¡Mírame! —dijo Lilian sin levantar mucho la voz.

—¿Dónde se metió Emeric anoche? —pregunto Simon mirando a Alban.

—Dijo que no se sentía muy bien y se quedo en la cabaña —respondió Alban.

No le dijo a su mejor amigo que había estado conmigo. ¿Eso era algo bueno o malo?

Pero no iba a quedarme al menos quería sentir algo de su parte. Camine hasta donde el se encontraba junto a los chicos del equipo.

—Emeric… —dije con una sonrisa.

El dejo de conversar con sus compañeros y se giro quedando en frente de mi.

No me mira a los ojos…

—¿Qué sucede? —pregunto con indiferencia.

¿Cómo que sucede? ¿Por qué actuaba así?

—Yo… te fuiste —dije con nerviosismo al ver que su cara mostraba molestia.

El no parecía interesado en lo que yo le estaba diciendo.

—¿Podemos hablar? —debía mantenerme firme pero su frialdad no me estaba ayudando.

—Ahora no puedo —y como si fuera cualquier cosa se giró dándome la espalda.

<< Mi primera vez… le había entregado lo más preciado para mi >>

Tragué saliva y mordí mi labio inferior mire hacia la mesa donde se encontraban mis amigos.

Marion se puso de pie y se acerco a mi.

—¿Qué sucede? —pregunto ella al ver mi rostro.

<< No llores >>

Pero no podía aguantarlo su actitud me había dolido mas que cualquier cosa.

No podía creerlo y tampoco entendía la razón por la que se comportaba de esa manera.

—¿Emeric te hizo algo? —insistió Marion que mostraba preocupación.

—No… —dije con la voz entrecortada.

—¡Emeric! —exclamó ella.

—¡No Marion! —la tome del brazo para arrastrarla lejos de allí.

Marion esperaba una respuesta peor no me sentía lo suficientemente segura para contarle toda la verdad y tampoco sabia como iba a reaccionar.

—Es por la empresa solo eso —dije fingiendo que todo estaba bien y el problema no era tan grave.

—Eres mi amiga y si ese imbécil te hizo algo te juro que lo golpeare —dijo ella mostrando su puño.

Asentí y envolví a Marion con mis brazos.

Ya todos estábamos listos para regresar a casa.

—Odio que tomen lista —murmuro Marion a mi lado.

Pero yo no podía dejar de pensar en lo sucedido y Emeric que se había mantenido lo mas lejos de mi.

¿Qué había hecho mal?

—Elise Fontaine —dijo la profesora yo levante mi mano— Emeric Fortier.

Gire mi cabeza en dirección a el que se encontraba serio.

<< Duele >>

Los recuerdo de aquella noche y su trato a mi, había sido tan dulce. ¿Y ahora?

Estaba comportándose como un idiota y yo no tenia idea le motivo.

Subimos al autobús y tome asiento en uno de los primeros lugares, esperanzada de que el se sentara junto a mi pero no fue asi.

Marion al verme no dudo en sentarse a mi lado, ella no pregunto nada solo se quedo allí.




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