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Cindy se demoró tanto buscando los documentos, que de pronto empezó a escuchar que estaba lloviendo, abrió las cortinas de su oficina y vió las gotas caer por el cristal, si salía en esos momentos sus papeles se mojarian, al encontrarlos decidió esperar a que calmara la lluvia, definitivamente necesitaba un coche, ya no podía más con esa situación.

Pasaron como cuarenta eternos minutos y su móvil empezó a sonar, vió la pantalla y era Enrique… Contestó casi de inmediato.

-¿Bueno?...

-Cindy, está lloviendo, ¿qué te parece, una película, palomitas de maíz y yo a tu lado? – dijo Enrique haciendo escuchar una risa pícara.

-Aay Enrique… me gustaría y mucho, pero tengo que revisar unos documentos – respondió – de hecho vine a la empresa a buscar los documentos y empezó a llover, y ahora estoy esperando a que baje para poder irme a mi apartamento… - dijo con un resoplo.

-Está bien, será para otro día… - respondió Enrique y la línea se cortó.

-Eee.. En… Enrique? – decía Cindy pero ya sólo se escuchaba el pitido de la línea.

Esto le pareció extraño ya que era raro que Enrique le colgase el móvil de esa manera, sin haberse despedido, pero no le devolvió la llamada, de seguro se le bajó la señal, pensó.

Luego de unos quince o veinte minutos, volvió a sonar su móvil, está vez salía que era un número desconocido, contestó y escuchó la voz de Lucas…

-La lluvia está muy fuerte, ¿paso por ti a la empresa? – preguntó.

En esto Cindy sobresaltó los ojos, ¿cómo sabía él que ella se encontraba ahí?, balbuceando y con voz temblorosa le preguntó.

-No, Lucas y ¿Cómo rayos sabes que estoy en la empresa?, ¿quién te lo dijo? – cuestionó, muy molesta.

-No te pongas así, simplemente supuse que estarías ahí, ya sé que eres una persona muy trabajadora Cindy. – mintió. – y bueno ya que no quieres que vaya por ti, ni modo, adiós. – colgó el móvil, sin darle la oportunidad a Cindy de decir una palabra.

Cindy estaba preocupada, pero la respuesta de Lucas tenía algo de lógica, ella siempre está trabajando…

Cuando por fin se detuvo la lluvia, Cindy se dirigió a la salida, se despidió de las secretarias de recepción y salió.

Cuando ya estaba afuera, viendo a hacia cuál dirección iría, dos coches tocaron sus bocinas frente a ella,

-¿Y esto qué es? – se dijo en voz baja.

-Cindy! – se oyó de uno de los coches, era Lucas quién le estaba levantando la mano para que se acercara, Cindy se quedó petrificada, ¿qué hacía Lucas ahí?, si ella claramente le dijo que no quería que fuera por ella.

Luego de razonar un poco entró en la conclusión de que tal vez Lucas ya se encontraba ahí, esperándola cuando le marcó a su móvil.

El coche de atrás era un taxi, así que no sabía de quién podía tratarse.

A pasos rápidos se dirigió hacia el taxi, tratando de ignorar por completo a Lucas, y cuando la persona que se encontraba en los asientos traseros bajó la ventanilla era Enrique, Cindy se sintió aliviada al verlo, él él abrió la puerta mientras le hacía señas para que subiera…

Lucas la miraba con los ceños fruncidos, se bajó de inmediato de su coche y se dirigió hacia ella cuando vió que ya estaba por subir al taxi.

Lucas corrió y cuando Cindy ya estaba por subirse al taxi, sintió como alguien la tomó muy fuerte por el brazo, esto hizo que se volteara rápidamente.

Sus ojos estaban cristalizados, vió a Lucas parado frente a ella con una mirada fría,

-Te llamé para que vinieras hasta donde yo me encontraba! – grito Lucas frustrado.

-Sueltame, me estás lastimando – grito también Cindy soltando un quejido por la presión en su brazo.

-Ahora te vienes conmigo. – dijo Lucas demandante sin soltarla.

Enrique al ver esto se bajó de inmediato, estaban lastimando a su Cindy, y era ese tipo…

-Sueltala de inmediato imbécil! – le dijo a Lucas, mientras tomaba a Cindy por la cintura.

En ese momento Lucas la soltó, y Cindy rodeó el cuello de Enrique, abrazándolo, “gracias por estar aquí”, le susurró Cindy a Enrique, en esos momentos lágrimas rodeaban por las mejillas de Cindy.

“No temas amor, no dejaré que éste bastardo te haga daño”, le respondió Enrique en voz baja tratando de tranquilizarla…

Cindy tenía miedo, entonces él empezó a acariciar su cabello suavemente.

Enrique miraba a Lucas con una cara furiosa, y también Lucas, ambos se miraban de reojo con ira.