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Llegó la hora de salir a cenar, Enrique y Cindy ya estaban listos, y como la hermana de Enrique no se encontraba en el lugar, él tomó prestadas un par de prendas para Cindy, cuando bajaron al salón principal ya se encontraba ahí su hermano, de igual forma ya listo, y esperándolos junto a su padre y Carlos para salir.

Todos se veían bastante bien, pensó Cindy, pero el que estaba mucho más guapo ante sus ojos era Enrique, Enrique se dispuso a saludar a su hermano que desde hace mucho no veían, Adam (el hermano de Enrique), se dispuso a saludar a Cindy (con un beso en la mano), esto desconcertó completamente a Enrique y de igual manera a Cindy, ya que Enrique sabía como era su hermano con las mujeres, pero le tenía mucha confianza a su hermano, así que no tomó mucho en cuenta el acto.

Todos salieron a cenar a un buen restaurante en la ciudad, fue una cena bastante agradable, Cindy sentía que ya era parte de esa familia, el sr. Díez la trataba como una hija, algo que por parte de su propio padre nunca se notó… Esta idea la frustró mucho, pero no quería arruinar el momento.

Ella dijo que iría un momento al baño, todos asintieron.

Cuando iba de camino, vió que Lucas estaba en aquel restaurante, pero no estaba solo, estaba con Shirley, Cindy se sintió mal de que su propia amiga no le hubiera contado que estaba saliendo con aquel hombre, pero pensando todo con más calma, tal vez era la misma Shirley la secretaria que le daba información de ella a Lucas, ya que ella siempre le decía a Shirley en qué lugar estaría y a donde iría, cuando de la nada se aparecía Lucas.

-¿Será que Shirley tiene algo que ver en esto? – se preguntó ella… - No creo, ella no sería capaz de hacerme algo así, somos amigas, además yo le contaba todo, lo malo que se volvió ese hombre, lo posesivo y acosador que resultó ser, y aún así ella está con él? Aunque desde el principio Shirley se fijó en el físico de Lucas y dijo que quería algo con él, tal vez sea solo eso, pero eso no hace que deje de preocuparme, siento que hay algo más en esto, pero no sé qué es… – se dijo en voz baja.

Enrique veía a Cindy desde su asiento, y vió como ella se quedó pasmada al ver que Lucas y una de las secretarias de su empresa que al parecer era su amiga, estuviera con ese tipejo.

Cindy estaba fundida en sus pensamientos y luego de darse cuenta de ello, se dirigió esta vez al baño.

Al salir vió que ya no estaban, se habían marchado, (y esto fue porque Shirley sin dar ninguna explicación le pidió a Lucas que la llevara a su casa, cuando realmente es porque ella sí vió a Cindy y no quería que Lucas la viera, así que ella aprovechó el momento para irse), Cindy se quedó más tranquila.

Ya era hora de retirarse, los cuatro señores habían tomado como si no tuvieran responsabilidades, la única que estaba sobria era Cindy, así que ella tendría que conducir, y esperaba que no la detuvieran los policías ya que no traía licencia.

Cuando ya iban de camino, el sr. Díez estaba hablando con sus hijo de algunos asuntos familiares, Carlos se quedó dormido apenas entró al coche.

-Y bueno, ¿cómo se porta mi hermanito? – le preguntó Adam a Cindy con su voz distorsionada por haber bebido.

-De hecho muy bien, Enrique es una buena persona – respondió Cindy sin quitar la mirada hacia adelante.

-Eso está muy bien – dijo Adam, ella sólo asintió. - ¿y para cuando la boda? – preguntó Adam con intriga.

Enrique y Cindy se miraron con los ojos sobresaltados.

-Aún no lo sabemos, pero será pronto. – respondió Cindy entre risas, Enrique sólo sonreía.

-Eso va a estar más bueno todavía, mi padre está esperando nietos por tu parte Enrique – dijo mientras le daba unos golpesitos en el hombro.

Enrique asintió, ya que a él le parecía linda la idea de poder llegar a tener hijos con Cindy… ya que quería estar con ella por el resto de su vida.

Al llegar a la casa, entraron, y cada uno se dirigió a sus respectivas habitaciones, cuando Cindy y Enrique estaban ya frente a la puerta de su habitación, este la cargó en sus brazos…

-Enrique no vayas a dejarme caer – le dijo ella entre risas.

-Claro que no, cómo crees – le respondió Enrique.

Acostó a Cindy sobre la cama y le dijo que se daría un baño, para luego dormir ya que se encontraba cansado. Cindy asintió.

Ella también haría lo mismo luego, así que mientras Enrique se daba un baño ella se asomó al balcón.