Parte 39: El final de una gran historia

-Nos vamos a casar- dijo Tamara a la doctora que las había detenido

-Eso lo veo, ¿Y la abogada?-

-Aquí estoy- dijo Estefani levantando su portafolios

-Novia y abogada, bueno, se van a casar en el patio de un hospital psiquiátrico, adelante- dijo y fue la primera en salir al patio- ¡Estimados residentes, el día de hoy tenemos por segunda ocasión la oportunidad de asistir a una boda, demos un aplauso a Estefani y a Tamara!-

Ambas entraron al patio, cada una tenía un vestido de novia muy lindo, los pacientes aplaudían mientras que las enfermeras acercaban dos asientos para las novias, Estefani fue la primera en sentarse y sacar de un portafolios algunas hojas que puso en una mesita que también las enfermeras acercaron, y mientras, Tamara fue hasta donde su madre, esta se puso de pie y tomó por el brazo a su hija y la llevó hasta donde Estefani.

-Te entrego a mi hija Estefani, cuida de ella, recuerda que su padre es militar-

-Madre-

Ada puso las manos de su hija junto con las de Estefani y regresó a su lugar.

-Bien, ya que ambas somos oficiales de policía, podemos olvidarnos de las lecturas y del código civil, y podemos pasar directamente a los votos- dijo Estefani y los pacientes aplaudieron el acto- entonces- dijo y se puso de pie junto a Tamara- Tamara, recuerdo el primer día que nos conocimos, llegaste al club de costura a recoger una camisa, ese día tenías puesta una de hombre, y te veías muy linda, sin embargo, ese día en las escaleras, cuando me salvaste de caerme y luego me llevaste a tu habitación aliviando el dolor de mis muñecas, fue cuando me enamore de ti, tu calidez y hospitalidad tocó mi corazón, y henos aquí el día de hoy, yo, Estefani Valero Moreno, te tomó a ti, Tamara, como mi esposa para serte fiel hasta el día de mi muerte, festejando en las buenas y apoyándote con un abrazó en las malas- dijo y se quitó su anillo para ponerlo en el dedo de Tamara

-Estefani, desde el día en que consolaste a Kassia barajeaba la idea de tenerte como mi segunda opción, sin embargo, poco a poco, al enterarme que me seguías en la facultad de ciencias y luego en la academia de policía, comencé a sentir una calidez en mi pecho que nunca pensé que sentiría de nueva cuenta, pero el miedo a perderte sin antes tenerte me hizo nunca acercarme a ti, sin embargo, luego de verte después de años sin saber de ti, sentí mariposas en el estómago y el cómo mi pensamiento dejaba de ocuparse en el para tenerte ahí, y henos aquí, el día que nunca pensé que llegaría, siendo no mi segunda opción, ni la primera, solo siendo tú, y yo, así que yo, Tamara Flores Villasana, seré tu esposa, para serte fiel el resto de mi vida, festejando en las buenas y ofreciéndote mis brazos en las malas- dijo y se quitó su anillo para ponerlo en el dedo de Estefani

Ambas firmaron los papeles y luego sellaron su amor con un beso, todos los presentes aplaudieron y lanzaron porras, pacientes y enfermeras por igual se pusieron de pie y aplaudieron a las dos mujeres que caminaban del brazo.

-Bien, hora de la comida, todos diríjanse al comedor, tenemos algo especial por el evento- dijo la doctora y las enfermeras ayudaban a los pacientes que lo necesitaban

Tamara y Kassia también fueron al comedor, se sentaron en una mesa cubierta con un suave mantel blanco, a lado de Tamara se sentó su madre, y al poco tiempo las meseras sirvieron lo que aprecia ser crema de brócoli, pan y pollo frito.

-Ustedes disculparan, pero fue muy de improviso y no tenemos muchos ingredientes- se disculpó la doctora

-No se preocupe, esta comida me llena de recuerdos, gracias- agradeció Tamara

-Disculpa a Vladimir, dijo que los soviéticos invadieron Bielorrusia y tenían que recuperarla-

-Tranquila madre, el de seguro vendrá mañana, tal vez venga con mi padre, y puede que le acompañen Tabata y Romina-

-Eso me haría muy feliz-

-Vamos madre, come-

-¿Por qué dices que esta comida te llena de recuerdos?-

-El primer día en la preparatoria, esto fue lo que comimos, ¿Recuerdas?-

-Si, lo recuerdo, que nostálgico-

Y todos comieron, luego entró al comedor una chica empujando un pastel de bodas, entonces los ojos de Tamara y de Estefani se llenaron de emoción, las cocineras partieron el pastel y entregaron una rebanada a cada paciente, luego la doctora fue la que entrego su rebanada a las tres mujeres.

-Un pequeño regalo, tu sabor favorito Tamara-

-Gracias doctora, de verdad, muchas gracias-

-Y Estefani, la habitación esta lista-

-¿Habitación?-

-Dijiste que mañana le darías el descanso a tu madre, pensé que podríamos pasar aquí la noche-

-Te amo Estefani- dijo y beso los labios de su esposa

Y todas disfrutaron del pastel de tres leches, algunos pacientes regresaron al patio y otros fueron a las duchas, Tamara y Estefani fueron guiadas hasta su habitación.

-Tiene una ducha y baño personas, y desconectamos las cámaras de seguridad, disfrútenlo-

-Gracias doctora- agradecieron ambas y entraron a la habitación

Tamara puso la mochila con su muda de ropa en la cama y comenzó a quitarse el vestido.

-¿Quieres que tomemos una ducha juntas?-

-Me encantaría- respondió Estefani y abrazó a Tamara por la espalda- luego vallamos con tu madre, quiero escuchar más de los soviéticos-

-Ella estará encantada de contártelo-

Ambas chicas entraron a la ducha ya desnudas, y mientras limpiaba sus cuerpos se dedicaban uno que otro toqueteo y muchos besos, vistieron con su ropa al finalizar y salieron al patio, donde escucharon las increíbles historias que Ada tenía por contar.

-Hora de dormir- dijo la doctora y los pacientes comenzaron a irse a sus habitaciones- Ada, es hora de dormir-

-Espere doctora, esta es la última-

-Vamos doctora, déjela terminar- suplicó Tamara

-Entonces, Vladimir, con un equipo especial dirigido por los sargentos Milos y Seiji, entraron a la Alemania nazi sigilosamente y pudieron llegar hasta los aposentos del líder Hitler, ahí le pusieron una bala en la cabeza, por eso es que Vladimir vendrá mañana, claro, si el sargento Flores consigue sacarlos de ahí, estoy muy emocionada-