Parte 42: Porque nada es para siempre

Tamara veía la televisión y decidió cambiar de canal, de las caricaturas a las noticias, en el centro de cada ciudad festejaban el trigésimo quinto aniversario del final de la tercera guerra, con México como ganador, el país podía darse ese lujo, en cada ciudad de cada estado, un paseo con carros alegóricos que representaban algunos momentos cruciales de México en la guerra, el noticiero se centró más en la ciudad de Toluca, donde en uno de los carros alegóricos estaba Boris, en otro estaban Seiji, Milos, Maylo y Marco junto a sus ex compañeras de guerra y las casi cien mujeres que regresaron vivas, y en conmemoración a los hermanos, padres e hijos muertos en la guerra, se había hecho unos muros donde se escribirían todos los nombres de todos ellos en cada estado de la república, entonces Tamara se puso de pie y miro la foto de su familia en la pequeña mesita a un lado de su sillón, luego caminó hasta la entrada de la casa para luego salir y caminar algunos metros al centro de la ciudad donde estaban los muros con los nombres, había algunas personas buscando los nombres de sus ancestros y Tamara no estaba ahí para algo diferente, se acercó a la tablas y coloco sus lentes para leer todos los nombres.

-Vladimir Garcia Sánchez- leyó y una lagrima corrió por su rostro

Se movió entre los muros y busco otros nombres hasta encontrarlos.

-Astrid Morales Carmona- leyó y siguió buscando- Tabata Rodríguez de la Potilla y Romina Flores Colin… la historia las recuerda como heroínas-

Tamara se movió a otro de los muros y busco otros nombres mientras limpiaba las lágrimas de sus ojos por debajo de sus lentes.

-Angel Gustavo Ramos Flores- leyó y busco otro nombre- Hilaria Flores del Monte… tus apellidos eran lindos, ustedes también son héroes de la nación- dijo y luego cayó de rodillas al suelo y comenzó a llorar- por suerte ustedes ganaron la guerra, así las recordaran- dijo y luego sintió un dolor en el pecho para luego caer de lleno al suelo por este dolor

-Tranquila madre, estarás bien- decía Tamara a su madre la cual estaba en la cama del hospital con oxigeno

-No… Tamara hija… escucha…- dijo y con sus manos temblorosas quito la mascarilla- he acabado… con todo… pon… pon mis cenizas en medio… en medio de las de Kassia y Estefani… te amo… hija… mucho- dijo y el monitor comenzó a chillar

-¡Traigan el reanimador!- gritó la doctora

Inmediatamente las enfermeras llegaron hasta donde Tamara y pusieron las paletas reanimadoras en su pecho.

-¿Estas segura de querer irte?- le preguntó su madre

-Ella ha sido una muy buena niña, ya sabe cuidarse sola… te extrañe madre-

-Y yo a ti hija-

El monitor nunca dejó de chillar y Tamara comenzó a llorar cuando la doctora declaro la hora de muerte de su madre, de acuerdo a su última voluntad, el cadáver fue velado una noche y luego fue cremado, donde estuvieron todas sus excompañeras de patrullaje aun vivas acompañándola, así como algunas de las personas que ella había salvado.

-Ella… fue una buena persona- dijo Tamara- una buena policía, una buena mujer, una gran madre, pero como ella decía, solo él nunca es para siempre, así que ella se va hoy… pero puede que mañana la volvamos a ver… el tiempo no importara cuando… cuando estemos nuevamente junto a ella… que descanse en paz- dijo y cayó llorando al hombro de su pareja

-Gracias por cuidarla- agradeció Kassia y luego abrazó a Tamara

-Era lo menos que podía hacer por ti… te extrañe- dijo y regreso el abrazó a Kassia

-Me haces sentir celosa- dijo Estefani caminando hasta donde Tamara

-A ti te extrañe más- dijo soltando a Kassia para abrazar a Estefani- fue un largo año, te amo Estefani-

-Y yo a ti Tamara, hasta que nuestras almas se desvanezcan en el infinito-

-Hasta que ese día llegue- dijo y luego beso a Estefani