Contra todo, incluso la distancia (ehdmh) (regalo)

Capítulo 5 : No te vayas

Tenerlo a mi lado por un par de días fue un sueño, en estos meses separados no me había percatado de lo tanto que lo extrañaba, de hecho sí lo había hecho, tenerlo a mi lado solo me hizo darme cuenta que estaba dudando sin razón.

— ¿En qué piensas amor? —le pregunté.

—En lo afortunado que soy de tenerte.

—Mi amor.

 —Te amo—tenía su cabeza recostada en mi regazo mientras acariciaba su pelo, mirando esos ojitos grises que tanto me gustan.

 Sonreí—Te amo. 

Miramos a Teresa la pobre se duerme en la tarde y en la noche está súper despierta por el horario al que está acostumbrada.

— ¿Crees que a Teresa le moleste que la dejemos un largo rato sola aquí con tu family? —me preguntó.

—Está en un lugar nuevo, se sentirá sola.

—La conozco, bueno la estoy conociendo, le voy a preguntar, quiero llevarte a un lugar—se incorporó.

— ¿A mí?

—Sí, a ti.

Se acercó a Teresa y la movió lentamente.

—Princesa, Mami Jessica y yo vamos a salir, ¿quieres ir con nosotros o seguir durmiendo? —le dijo Joshuad.

—Dormir, pero me traen helado—susurró Teresa.

—Claro que sí, cualquier cosa le dices a la tía de Mami Jessica que me llama, ¿okey?

—Sí—le dio un beso en la frente y la arropó, luego volteó hacia mí.

—Vamos, amor.

—Pero, ¿A dónde? Tengo que arreglarme, peinarme,…

—Estás perfecta así—me interrumpió—ponte unos zapatos y trae un abrigo que no quiero que te refríes—seguía en el aire, ¿qué trama este niño?

Le hice caso y le avisé a mi tía que iba a salir.

— ¿A dónde van? —preguntó mi tía.

—No lo sé—respondí.

Afuera nos estaba esperando un carro, Joshuad me abrió la puerta y subimos.

—Señor Cabral—preguntó el chofer.

—Yo soy—dijo Joshuad.

—Bien, llegáramos al lugar de destino en una hora y media así que pónganse cómodos, pueden poner la música y ahí hay una botella de champagne, agua, jugo, lo que gusten.

—Gracias—miré a Joshuad— ¿Cómo?

—Tenemos mucho que no tenemos una cita.

—Amor, estoy casi en pijama.

—No importa—se acercó a mi oído—yo te quiero sin ropa—me sonrojé, Joshuad sonrió y me dio un beso en la mejilla—eres linda como sea.

—No te vayas.

—Ahora estoy aquí—paso su brazo detrás de mi espalda para acurrucarme en su pecho—y me encanta estar contigo.

Cerré los ojos sintiendo su calor y escuchando los latidos de su corazón, sus brazos son mi lugar favorito en todo el mundo, entrelazó sus dedos con los míos.

Él y yo contra el mundo, esa es la promesa.

Me quedé dormida en sus brazos.

—Amor, ya llegamos.

Abrí los ojos en medio de bostezos— ¿Dónde estamos?

—En el fin del mundo—Me levanté y miré por la ventana.

—Una costa—el chofer nos abrió la puerta.

—Gracias.

—Ves en carpa de allá, está preparado para nosotros. Bienvenida a nuestra cita.

No podía dejar de ver el mar, que hermoso.

Caminamos tomados de la mano por la costa, las rocas, el semicírculo de agua eterna.

— ¿Por qué siempre haces cosas como estas? —pregunté.

—Porque te mereces lo mejor, y mientras yo pueda dártelo, lo haré, siempre, tú y Teresa son mi mundo.

— ¿Crees que seré una buen ejemplo para ella?

—Eres un buen ejemplo para mí, seremos la mejor familia.

—Quisiera poder estar viviendo con ustedes.

—Solo son 5 años, haremos que funcione, ¿Cuándo no hemos podido? Además, quiero que seas la mejor neurocientífica de la historia. Estoy aquí para impulsarte a cumplir tus sueños.

— ¿y qué hay de los tuyos?

—Mi sueño eres tú, conmigo—sonreí—casarnos, tener una linda casa, quizás otra hija, un par de perros, ayudar a los demás, ser felices—suspiró—Estoy muy enamorado de ti, Jessica.

—Me haces muy feliz, Joshuad—nos detuvimos frente a la carpa, mirándonos a la cara.

El viento movía nuestro pelo, las sonrisas iluminaban nuestros rostros, la sensación característica del mar.

—Ay, ven aquí, mi amor—puso mi pelo detrás de mis orejas y me besó sonriendo.

Besos dulces y cortos, sutiles.

Se separó y me tomó por la cintura.

—Ahora por fin, PUEDO COMERTE ENTERAAA—dijo alzándome y poniéndome sobre su hombro—Reí.

En la carpa había un colchón, una botella de vino, copas, una bandeja con queso, pan uvas y mermeladas.

Frente al atardecer nos hicimos el amor, de a poco, disfrutando cada caricia, cada beso, cada gemido, suspiro y respiración, sincronizando los latidos, quería quedarme ahí por siempre…pero no siempre se puede.

Al día siguiente llego la hora de irse.

Abracé a Teresa—Te quiero mi niña, pórtate bien con papi, él te quiere mucho.

— ¿Cuándo irás con nosotros?

—Pronto, mi niña, pronto—Teresa me dio un beso en la mejilla.

—Te quiero, mami  Jessica.

—Y yo a ti.

Miré a Joshuad—Hasta luego, mi amor.

—Te llamo en la noche y hey no me llores, no quiero lágrimas es mis ojitos favoritos—las lágrimas ya estaban saliendo—amor—me abrazó—por favor, vuelvo pronto, bueno está vez tendrás que ir tú, te hablo en la noche.

Nos separamos y tomé su mano.

1, 2, 3   lo solté—Nos vemos pronto.

 

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22-02-2021

Con esto termino el especial de San Valentín, como les dije este libro no tendrá actualizaciones puntuales, sino de vez en cuando, en fechas especiales cuando ustedes y yo los echemos de menos, puede pasar meses o años, pero eso es lo lindo de escribir, los personajes siempre vivirán en la mente del autor y los lectores, hagamos a Jessica y Joshuad eternos. 

Hasta pronto, hasta entonces 

-Angie García 

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