Me perdí en su mirada, es que el color de sus ojos me encantaba; no eran azules, ni verdes. Eran color café, café que quita el sueño, café que produce desvelos..
- Mario Benedetti
Tishan
Otra vez es de noche, otra maldita noche más; desde que mi madre murió en ese horrible accidente cuando tenia quince años no ha habido una noche en la que no tenga pesadillas, la sueño vestida de blanco, cubierta de gusanos, con la cara deforme, señalándome y diciéndome asesino y si lo soy, soy un maldito asesino, por mi culpa mi madre murió.
Los recuerdos de esa tarde lluviosa se me vienen a la mente, yo sentado en el asiento trasero del auto, ella manejando, de pronto perdiendo el control del auto ( seguramente por la lluvia) y chocando de frente contra una furgoneta, si solo hubiera obedecido a mi padre, si solo hubiera dejado de luchar por tocar en una banda ella estaría conmigo, estaría viva.
Tomo un porro, mi chaqueta y salgo en dirección al parque en el que conocí a la mujer que en casi un mes se ha adueñado de mis pensamientos, cosa que no ha podido hacer Silvana( mi prometida) en los dos años de relación que tenemos, mi teléfono empieza a vibrar dentro de mis pantalones y no necesito ver el nombre en la pantalla para saber que es ella, dejo que se pierda su llamada pero vuelve a sonar y contesto.
-dime que quieres y déjame en paz
Ella suspira tratando de reunir paciencia y me la imagino sobándose la frente con la yema de sus dedos como siempre que la trato mal( que es muy seguido) - hola mi amor , yo también te extraño- dice con sarcasmo.
-tienes un minuto para convencerme de que vale la pena que te siga escuchando- le digo de forma hostil.
- ayer estuve hablando con mamá y quiere que de hagamos oficial nuestro compromiso
- nuestro compromiso ya es oficial en menos de tres meses nos casaremos
- sabes que no me refiero a eso- se que quiere que me arrodille con una cajita de terciopelo en la mano y le pida de la manera más romántica que se case conmigo pero eso no va a pasar, yo no la quiero, solo me casare con ella para poder hacer posesión de la herencia que me dejo mi madre y evitar que el hijo de puta que se hace llamar mi padre siga despilfarrándola con el cuento de que la administra- ni siquiera me preguntaste si me quería casar contigo, solo dijiste que arreglara todo para la boda después que tuviste una pelea con tu padre.
- si no quieres casarte conmigo entonces suspende todo y déjame en paz de una maldita vez- me astea que quiera manipularme como lo hace con todos, yo no soy Tadeo a mi no me va a traer como su perrito faldero.
- sabes bien que si quiero, te amo pero...- le corto el teléfono sin dejarla terminar, cuando llego al parque, a lo lejos puedo ver una silueta y si no me equivoco es Adriana, parece pensativa, incluso triste, me acerco mas a ella hasta que me siento a su lado, ella se percata de mi presencia y me mira con esa mirada con la que me vio el día que casi la violan, dolida, triste y decepcionada, joder odio que me vea así, hace que me den ganas de abrazarla y no soltarla nunca, de susurrarle al oído que todo va estar bien aunque no lo parezca y que yo siempre voy a estar con ella, odio que ella despierte sentimientos que creí que no existían en mi y que me den ganas de ser diferente con ella.
Intenta levantarse pero sin que yo mismo me de cuenta la tengo sujeta de la muñeca- no tengo ganas de pelear, suéltame- el tono de su voz es cansado y decido dejar de lado mi actitud de mierda con ella.
-siéntate- digo en tono calmado- tampoco quiero pelear, por el momento- trato de alivianar el ambiente, ella se sienta sin apartarme la vista y así pasamos varios minutos, solo observándonos, es como si ella quisiera descifrar lo que hay en mi mirada y yo me pierdo en esos ojos cafés que me transmiten serenidad y ternura- lo siento- las palabras salen de mi boca sin ser procesadas por mi cerebro y ella me mira confundida.
- ¿Qué?
- no mames, aparte de ser pan simple, eres retrasada, me estoy disculpando por lo de la otra noche, que no debí ponerte en riesgo- confese bajando la cara y cubriendola con mis manos en un acto desesperado- joder yo no se que hubiera hecho si te hubiera pasado algo- levanto la mirada con la esperanza de que pueda creerme
Ella toma mis manos entre las suyas y siento una corriente que me eriza la piel-yo ya te perdone, al final impediste que me pasara algo malo.
Asiento lentamente-solo no me odies, tu no- se que me veo patético y de hecho criticaría a otra persona que estuviera haciendo esto pero necesito que ella sepa que aun con mi actitud de cabron ella me importa más de lo que me han importado otras personas y que estas dos semanas no he hecho mas que recriminarme el haberla puesto en peligro.
- no te odio- me sonríe y suelta mis manos- y si solo era eso lo que te preocupaba, me voy- me sonríe tristemente- me gusto la tregua- se levanta pero apenas da dos pasos, la sigo y la volteo- ¿tienes otra confesión que hacerme?
Niego con la cabeza- ven conmigo, aprovechemos la tregua.
Ella me estudia con la mirada-esta bien pero te advierto que traigo un repelente de mosquitos y no dudare en usarlo
Levanto las manos en son de paz- entendido y anotado.
La sujeto de la mano y empiezo a caminar hasta que llegamos a estar bajo el árbol en el que me senté el día que la conocí- ¿alguna vez en tu vida has trepado un árbol?u
-si pero ni creas que me subiré a este
- vamos solo será esta noche, mañana ni siquiera nos hablaremos así otra vez.
Ella resopla.
- juro que si me caigo te pateare el trasero
Le sonrió.
- esa es mi chica- suelto sin pensar
-No soy tu chica
-tienes razón no lo eres -admiti-aun- pienso pero no se lo digo y empiezo a subir hasta que me siento en una de las enormes tablas que instale hace años, ella sube tras de mi y se sienta a mi lado pero con la vista al frente, viendo la hermosa vista, gracias a que el árbol es muy alto ( uno de los más altos del parque) hace que se pueda ver muy bien el cielo estrellado.
Editado: 15.12.2022