¡Hi, everybody! Como había dicho en mi página de Facebook subiría doble capítulo está semana. Bien, deben de leer ambos capítulos que se subirán puesto que, son narrados por diferente personaje dando continuidad a su historia.
Disfrutén los capítulos!!!
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Sebastián
Últimamente he enfrentado crisis de pánico ante las situaciones que me rodeaban demostrando mi incapacidad para enfrentar el estrés cotidiano. Vivir encerrado me perturbaba todas las noches pensando en el daño que hacía a mis papás, en ocasiones deseaba corregir mi preferencia, pero caía en cuenta que no puede ser posible debía seguir adelante con ello.
Cuando desperté en una sala de hospital comprendí que necesitaba ayuda con urgencia los ataques de pánico se convertía en un problema ya que, mis problemas personales impactan negativamente desde hace cuatro años tras tener la creencia que puedo corregirme todavía.
Todo me termina consumiendo secando por dentro, ya me cansé de seguir viviendo así dependiendo de las opiniones y enseñanzas de Daniel y Melissa, dos personas que intentaron llevar sus roles de papás biológicos a por un tiempo haciendo creer que no había ningún problema familiar.
La burbuja que vivía explotó en el peor momento. Nunca planeaba salir del closet debido al miedo que recorría en la venas desde que escuchó los comentarios homofobicos de mamá en todas las pláticas que mantenía con mi padrastro, quien no dejaba de insistir que algo andaba mal conmigo.
Él siempre lo supo inconscientemente. Era como si estuviera espiandome y revisando mis pertenencias en búsqueda una evidencia que pudiera generarse un conflicto con mamá, así pues, terminaría llendome de casa como tanto lo ha deseado Joshua desde que contrajo matrimonio con mamá.
La relación de padrastro e hijastro que llevamos nunca fue la mejor. Siempre peleabamos al tener diferentes opiniones en los temas de conversación, su manera inadecuada de tratarme normalmente se refería a mí con apodos que detestaba y en ciertas ocasiones usaba la violencia conmigo haciendo referencia a “nunca lo escucho” comúnmente sucedía al momento que no acataba una petición de él como aquella vez donde trató de tocar a Jesse.
Sé que es un tema delicado hablar sobre la violencia sexual porque hay quienes romantizar este tipo de abuso, lo cual es un error. Nadie puede amar a su agresor después del daño hecho como por ejemplo, Jesse crecerá creyendo que está bien ser tocado por un adulto de esa manera dado que, mamá ignora ese hecho haciéndose la idea que era una mentira inventada a por mí al no aceptar la ruptura con papá.
En lo personal, no me dolía en el alma ese acontecimiento de separación sabía que en cualquier momento pasaría eso, pero fui un idiota en creer que regresaría a casa con Los Ferrer, una familia que me adoptó en circunstancias drásticas.
La anécdota contada por Jennifer muestra realismo a las verdaderas intenciones de mamá con ayuda de una persona con fines malévolos. Mi adopción se debe a que fui encontrado en una caja de cartón cercas de los contenedores de basura en un diciembre lluvioso y frío ¿un poco doloroso, no? Cuando escuché la verdad el día que mis papás biológicos le exigieron a Jennifer devolverme porque “me había robado” nadie puede juzgarla tras hacer una acción social en rescatarme ese día y acogerme en su apartamento a lado de su esposo e hijo donde inicié una nueva vida.
Durante los siguiente ocho años viví creyendo que mi verdadera identidad legal era Sebastián Ferrer Ross y tenía dos hermanos curiosos y traviesos que buscaban responder todas sus preguntas con los comentarios que hacían los adultos. En esa época conocí el concepto felicidad me sentía bien conmigo y solamente me preocupaba hacer mis deberes para sentarme a ver caricaturas en la tarde.
Con respecto, el robo fingido papá se encargó de crear evidencia que pueda incriminar a Los Ferrer a pesar de eso, como existía un acta de adopción mediante los medios legales en México la situación no llegó a una gravedad sino un juez familiar dictó que regresará a casa de mis papás biológicos ya que, demostraron tener una estabilidad económica y psicológica.
No obstante, fue doloroso alejarme de la familia que tuve en ese lapso creía que superaría y viviría mejor con Daniel y Melissa. Eso no resultó como esperábamos mi creciente necesidad de estar con Los Ferrer aumentaba cuando el trato era bastante distinto y no tenía las mismas comodidades. Así que, se ideó una manera en que pudiera seguir conviviendo con mi familia adoptiva solamente se me permitía visitarlos una vez a la semana y convivir con ellos como en los viejos tiempos.
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Editado: 23.05.2020