Después de años de separación, Clara finalmente regresó a la ciudad donde vivía Ernesto. Pero su felicidad fue efímera, ya que poco después de su llegada, Clara enfermó gravemente.
Ernesto cuidó de ella con todo su amor y dedicación, pero la enfermedad de Clara empeoró cada día. Finalmente, Clara falleció en los brazos de Ernesto.
A pesar del dolor de la pérdida de su amada, Ernesto se consoló con las cartas de amor que habían intercambiado durante años. Conservó todas las cartas en una caja y, en honor a su amor, la regaló a su mejor amigo para que la cuidara.
Pero las cartas que Clara había enviado a Ernesto también eran un tesoro para él. Con ellas, hizo lo mismo: las guardó en una caja y se las entregó a la mejor amiga de Clara, que tenía una tienda de antigüedades en la ciudad.
Con el paso del tiempo, las cajas se convirtieron en un objeto valioso de la historia de amor de Ernesto y Clara. Muchos visitantes de la tienda de antigüedades se maravillaban al leer las cartas de amor y sentir la pasión que un día unió a dos enamorados que desafiaron todos los obstáculos en una época donde el amor verdadero era difícil de encontrar.
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Editado: 23.06.2023