Emociones encontradas

Cuando se cumplieron tres años que estaba en mi cargo efectivo, llegó el momento de decidir qué quería hacer. Las opciones eran seguir un año más allá, o venirme por traslado a mi departamento. SIn duda la decisión era muy difícil: pero la balanza se inclinaba hacia el lado de mis hijos, ellos quedaban muchas horas solos y mi trabajo podía realizarlo en mi departamento.

Cuando llegó el momento de las inscripciones para el traslado, me inscribí, pero en el fondo con la incertidumbre que ello me acarreaba. Realizado el ordenamiento de las inscripciones, quedé por allá en la mitad porque recién estaba cumpliendo el plazo que se necesita para trasladarse.

A fines de diciembre, era la fecha de traslado y allá fuimos con mis amigas del alma: las que encontré en aquella linda escuela y con las cuales elegí la efectividad también. Había más de quinientos docentes, todos con las mismas ansias de poder trasladarse a un lugar más cercano a su domicilio. Estuvimos allí desde la hora 8.

. A medida que se iba acercando mi turno, sentía esos nervios de no saber qué hacer. A las 14 hs llegó el momento en que me nombraron y era el momento en que debía decidir qué hacer. Así fue como fui caminando lentamente hacia el estrado donde se encontraban las autoridades que dirigían el traslado y mientras iba pensando qué hacer.

Al subir el último escalón que llegaba a ellos, la decisión estaba tomada. Elegí trasladarme a mi departamento, a una escuela que sólo podía ir si tenía el curso de Educación Media Rural, el que había quedado elegida para hacerlo por sorteo.

Fueron emociones encontradas, porque cuando terminé de elegir y miré hacia atrás, estaban mis amigas del alma con lágrimas en los ojos, pero también pensé en mis hijos. Ellos necesitaban mi presencia. Al abrazarlas lloramos las tres juntas, y les expliqué por qué lo había hecho. Asi fue como me felicitaron por la elección realizada y nos fuimos las tres juntas a festejar.

Nuestra amistad nunca se terminó, siempre seguimos viéndonos y escribiéndonos, habiendo formado el grupo de "Las Superpoderosas", las que no son vencidas por nada ni por nadie; y el afecto que nos tenemos, se mantiene intacto.