Cuando el alma quiere gritar (o energía, o mente, o materia gris y hormonas directamente) y no puede.
Duele y se siente el pensar en que no podemos pensar (o sino, no poder de parar de pensar y re-pensar). Entonces, ¿el bloqueo o extraño impulso de hemorragia emocional, porque no centrarse en el, justamente, bloqueo mental.
Esa cuestión antagónica la lleve a cabo por mucho tiempo. Un poquito eficiente y otro poquito no, mientas que en esta cabeza, seguían pasando imágenes del lastimoso pasado (muy importante la terapia, anotar en la canasta básica) Y ni una imagen reconfortante.
En las festividades es peor, me dan ganas de gritar "¡CORRAN, ASÍ SE LIBRAN DE PREGUNTAS ESTÚPIDAS¡" pero claramente, che, un poco de respeto. Y empieza la ronda de la picada, y el "Ay, que flaquita que estás" "Comes muy poco ¿no estarás embarazada no?". Claro, buenísimo el chiste, o claro yo, una intolerante. Diría que van de la mano. Mientras la charla superflua va siendo efectuada, el sentimiento a vista es el mismo, y ahora, ¿de dónde es?. La comida huele bien, y mi sangre, bueno, hace rato fue derramada. Será el desapego, desinteres, una pizca de apatía es lo que llegó al final a entender.