Crónicas de una Maho Shoujo

Historia 10: Harem masculino, ¡la discusión más importante!, bueno, no

Historia 10: Harem masculino, ¡la discusión más importante!, bueno, no

 Wendy acabó de jugar su otome game, la mirada en su rostro lo decía todo: ¡Fascinante!, nunca creyó que tener un harem masculino sería tan divertido, aún así, no era del todo miel sobre hojuelas, se debía tener cierto cuidado para poder mantener el equilibrio antes de iniciar una relación seria.

Entonces una idea estúpida se le vino a la cabeza, ¿por qué no crear uno para Esmeralda?, ella no tenía ganas de lidiar con eso, pero quería divertirse viendo a su amiga actuar con ese tipo de inconvenientes, por ende, tomó su teléfono celular y empezó a hacer unas llamadas.

Menudas bromas se iba a meter…

—Rance, ¿me puedes hacer un favor? —cuestionó Wendy por teléfono.

—¿Qué necesitas? —respondió.

—Estoy en un experimento social, quiero probar un detalle de suma importancia y necesito tus conocimientos para ello. —La mentira de la chica era más grande que un gorila gigante, no obstante, Rance cayó de lleno en su broma.

—Muy bien, ¿dónde nos vemos?

—En el salón del tercer piso, por favor no llegues tarde.

Y la primera víctima estaba en escena, faltaban dos para empezar su malévolo plan de crear un harem masculino para Esmeralda.

Wendy se dispuso a realizar una segunda llamada, en sí ella improvisó las excusas y ni siquiera se tomó en serio la forma de dirigirse a los muchachos, simplemente lo hizo y ya. Tampoco es que hubiese alguna otra manera de hacerlo, después de todo, su aburrimiento parecía no tener límites.

—Hola, Ryo, ¿tienes tiempo libre? —A diferencia de la llamada pasada, Wendy actuó normalmente, ya que no llamaría la atención del joven actuando como una mentirosa.

—Sí, ¿por qué?, ¿acaso quieres hacer cosplay colectivo? —bromeó Ryo en la otra línea.

—No, tengo algo mucho más divertido, ¿no te gustaría formar parte de un harem masculino para Esmeralda?, será demasiado increíble verla lidiar con muchos chicos al mismo tiempo.

—Eh, no quiero… Seguro es otro de tus malignos planes, ¿no recuerdas el incidente en la fábrica de caramelos? —Ryo recordó amargamente como fueron correteados durante una excursión escolar, todo por culpa de la rubia y su hambre voraz por los caramelos gratis.

—¡Eso fue un incidente!, además, no te imaginas quien más vendrá a formar parte del harem… ¡Rance! —En cuanto Ryo escuchó su nombre rápidamente se puso a reír, ¿y cómo no hacerlo?, la mera idea de ver a Rance involucrado en algo tan estúpido llamó de inmediato la atención de Ryo.

—¿Rance?, ¿parte de un harem?, ¡tengo qué verlo!, seguro el tipo no sabe en lo que se ha metido, cuenta conmigo entonces. —Wendy logró convencer a Ryo sin mayor dificultad, de hecho, le pareció gracioso que hubiese aceptado tan rápido por el simple hecho de ver sufrir al presidente del consejo estudiantil. Ahora solo faltaba el enemigo más complicado, la persona capaz de rechazar cualquier ofrecimiento social… Pablo Casanova.

Aún así, el pelirrojo podía ser fácilmente manipulado si se usaban las palabras correctas, por un momento Wendy sintió que estaba jugando un juego otome, ya que trataba con muchos chicos relativamente atractivos en orden de lograr un objetivo. La chica llamó a Pablo por celular, en sí la conversación fue corta, no tuvo que decirle más que unas simples mentiras piadosas: “Esmeralda y yo queremos verte para tratar un asunto escolar, no tardes”

Los planes casi estaban listos, faltaba la pieza final: Esmeralda de la Luz…

 —Oye, Esmeralda, ¿podrías venir conmigo al salón abandonado del último piso?, tengo algo importante que tratar contigo.

—Claro, ¿qué cosa?, ¿tiene qué ver con Vortex o algún hechicero peligroso? —Luego de haber vencido a Vortex el estrés se acumuló sobre Esmeralda, en cierto modo, esta broma era una buena forma de alivianarse tras haber vivido días llenos de peligro.

—No realmente, solamente ven o lloro. —Wendy guiñó su ojo derecho, Esmeralda simplemente soltó un suspiro y asintió con la cabeza.

—Bueno, iré contigo.

La tarde llegó justo a tiempo, cuando la campana sonó los estudiantes regresaron a sus hogares o ingresaron a sus actividades extra escolares. No obstante, nuestros protagonistas se dirigieron al salón abandonado para reunirse, el primero en llegar fue Pablo Casanova, el joven se acomodó sobre una silla que estaba al final del aula y esperó a que llegaran los demás.



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En el texto hay: romance, chicas magicas, accion y drama

Editado: 11.04.2019

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