Historia 18: Magical Luz vs Magical Fénix
*POV: Esmeralda*
Wendy cargó contra mí a todo poder, la chica se dio la vuelta en menos de un parpadeo y luego lanzó una patada de giro directo a mi estómago. Por fortuna, logré desplazarme hacia la derecha, esquivando así el primer intento ofensivo de mi adversario. La distancia entre nosotras era de cinco metros, por ende, necesitaba retroceder más para entrar a mi zona de confort.
—¡No escaparás! —exclamó ella.
—¿Quién dice qué escapo? —Varios sellos mágicos aparecieron frente a mí, cada uno de ellos poseía una significativa cantidad de energía mágica y también poseían la función única de retrasar los avances de Wendy. Todo con el firme objetivo de darme tiempo para conjurar.
Magical Fénix conocía bien mi estilo de combate, si le dejaba cualquier abertura o el camino libre para darme un golpe las cosas podrían terminar mal.
—¿Me estás tomando en serio, Magical Luz? —Wendy soltó un puñetazo, al hacerlo una poderosa llamarada destrozó mis barreras en menos de un parpadeo, posteriormente cargó directo hacia mí con una patada de lado hacia mis costillas, por fortuna, la distancia fue suficiente para golpear el suelo con un látigo y así impulsarme dos metros por los aires.
—¿Cómo es posible?, no debiste destruir mis barreras tan rápido —susurré anonadada, la fuerza bruta de Wendy era impresionante, pero eso no era todo, también poseía control y técnica de la misma.
—¡Y eso no es nada! —Wendy golpeó el suelo con una gran cantidad de energía mágica, de inmediato varios pilares de fuego aparecieron de la nada, cada uno con la firme intención de achicharrarme. Sin embargo, mi dominio elemental estaba por encima del suyo.
—¡Muralla de Gaia! —Varias ramas salieron en mi defensa, a diferencia de los árboles que usaba para atacar, estos provenían de la tierra misma, es decir, eran creados por el mundo con el simple propósito de protegerme. Una de las pocas ventajas que me daba ser el avatar de Gaia —. Lo siento, Wendy, pero no podrás atravesar mis defensas.
—¿Eso crees? —Las llamas comenzaron a quemar mis ramas, éstas no cedieron ante su bombardeo inicial, sin embargo, pude ver como pequeñas manchas negras aparecieron sobre la corteza principal. Tuve un mal presentimiento, ¿por qué la defensa impenetrable estaba siendo debilitada?, algo andaba mal, tenía que encontrar la respuesta de inmediato.
—Imposible, nada debería ser capaz de vencer mi muralla.
—¡Error! —Wendy volvió a cargar directo a la muralla, su mirada se veía centrada en un punto negro que se formó a raíz de sus llamas. Entonces pasó lo imposible, Magical Fénix lanzó una patada de frente directo al escudo y sin mayor problema lo atravesó, reduciendo nuestra distancia a unos peligrosos dos metros.
Estaba en terrible desventaja, ¡tenía qué huir ya!, mis capacidades cuerpo a cuerpo eran relativamente nulas, además, físicamente no era diferente a una colegiala. Exprimí todo mi cerebro para encontrar alguna forma de escapar, fue ahí donde recordé una película china de artes marciales que vi con Pablo la semana pasada.
En el filme, usaron desplazamientos y saltos bien raros para esquivar los ataques, a Pablo le gustaban mucho ya que se puso a imitarlos como en la película. Se vio tan gracioso que solté unas carcajadas al verlo, no obstante, quizá esos movimientos no eran tan inútiles después de todo. Eso, o me estaba desesperando de no encontrar una forma de sacar distancia nuevamente.
En fin, ¡nada perdía con intentar!
Wendy lanzó una patada de gancho contra mi cabeza, por fortuna, di un salto en reversa mientras colocaba mis manos hacia el frente, imitando la guardia de un artista marcial. Para ser sincera, no tenía ni la más repajolera idea de lo que hacía, simplemente imitaba los movimientos que vi en la película.
—¡Golpe de Gaia! —Una rama salió del suelo y tomó a Wendy de los tobillos, posteriormente usé la fuerza de mi hechizo para lanzarla por los cielos. Creí que ese movimiento me dio ventaja, pero fue muy contraproducente, al elevar mi semblante pude ver a Magical Fénix destruyendo mis ramas con un aura llameante, de ahí se dejó caer usando una explosión llameante directo hacia mi persona.
—¡Estallido del fénix! —gritó ella.
—Oh, no…
En un rápido movimiento liberé todas las barreras mágicas que me fue posible para reducir el impacto, por desgracia, Wendy logró conectarme un golpe debilitado en las costillas. De no haber puesto las murallas ese ataque habría bastado para matarme…