La alarma de nikolai sonó a las cinco y media de la mañana, apagó el sonido escandaloso pero melodioso a la vez, para él era escandaloso porque era el único sonido en tanto silencio ya que; su habitación era enorme, pero realmente era una melodía de Beethoven, se estiró aún sentado en la cama sentía el cansancio todavía, bostezo dos veces y bebió un trago del agua que estaba en la mesa de noche, se volvió a estirar y se levantó de la cama, la reunión empezaba a las ocho de la mañana en el palacio del norte; se decía que era a las ocho pero en realidad los empresarios empezaban a llegar a las ocho y medía ya que, la familia real se tomaba esos treinta minutos para ellos; caminó hasta la mesita de noche y volvió a echarle un vistazo a los apuntes que Robin le había hecho a noche sobre las ideas que tenía pautada para que su compañía creciera un poco más. Soltó el pequeño cuaderno electrónico en la cama y se desvistió, caminó hasta el baño y entró en la ducha desnudo, dejo la puerta entre abierta y cerrada; escuchó algunos movimientos en la habitación. <Seguro se trataba de las chicas de limpieza> pensó terminando de lavar su cabello. Salió de la ducha envuelto en una toalla blanca encontrándose con dos jovencitas un poco más adultas que él.
—Príncipe Nikolai! —Exclamó una de ellas, cuando lo vio desnudo del pecho hacia arriba agachó la cabeza y le dio unos toquecitos a la otra para que lo hiciera también, esta se había quedado embelesada mirando el cuerpo del joven.
—No tienen que agachar su rostro, anda nena, ¿quieren ver algo más? —Nikolai hizo intentos de quitarse la toalla quizás se había levantado algo caliente o simplemente quería molestar, la única que había hablado echo otro exclamo.
—¡No príncipe Nikolai! Tenga consideración por nosotras! Solo queremos terminar el trabajo que se nos mando, por favor no se quite la toalla!
—Pero, pueden olvidarse del trabajo y divertirse conmigo un rato, aún me quedan varias horas —El chico le guiño un ojo con coquetería y estas se pusieron roja como un tomate.
—De ninguna manera —Protestó la chica—. Póngase ropa y cuando termine de vestirse nosotras entramos —La chica agarró la otra por el brazo a jalones, Nikolai se quitó la toalla antes que ambas chicas salieran, pero no pudieron ver nada porque salieron muy deprisa; Nikolai negó con la cabeza con una sonrisa de lado.
—No aprovechan lo bueno joder —Comentó mirándose en un espejo mientras aún seguía desnudo, al cabo de unos minutos terminó de vestirse, tomó el pequeño cuaderno electrónico de notas y lo entró en una cartera que le había regalado un amigo, pero que apenas había usado. Salió de la habitación encontrándose con las dos chicas, estas se pusieron roja como tómate nuevamente.
—¿Quiere decirnos algo príncipe Nikolai? —Preguntó una de ellas, Nikolai se había acercado a esta casi para besarla, mirándola fijamente, realmente quería molestar.
—No —Susurró en sus labios y luego se separó de ella lentamente —. ¿Hizo efecto verdad? —Cuestionó a la chica con una sonrisa perversa y salió de sus vista caminando por el pasillo, las chicas se quedaron suspirando viendo como desaparecía por el camino, Nikolai bajo los escalones y se fue hasta la mesa del comedor a la izquierda del palacio. Uno de los que estaban en la puerta se la abrió y el joven pasó encontrándose con toda su familia en la mesa desayunando, los niños en la esquina revoltosos y sus padres y hermanos más arriba.
—Madre, padre —Saludó al rey y a la reina con un beso en la mejilla—. Buenos días familia —Dijo después de sentarse en la mesa.
—Hijo, me han dicho que estas en segundo lugar, ¿Como pasó eso? —Habló su padre después de terminar de tragar lo que tenía en la boca, el chico suspiró mirado de reojo a sus hermanos.
—No es nada grave —Tomó una copa y sirvió vino casi la llenaba hasta que su hermana Alisa que estaba a su lado le quitó la copa y la puso lejos de él, el joven volvió a suspirar mirando la botella—. Me voy a reponer con la idea que traigo, de todos modos esa chica esta muy a gusto conmigo pronto le pasaré. De hecho hoy tengo una cita con ella.
—¿Romántica? —Preguntó Jonathan poniendo la cuchara en el plato, una señorita empezó a servirle a Nikolai y este se quedó mirando sus ojos ahora pensándolo bien realmente estaba caliente, la chica se ruborizo por tal gesto y le regaló una sonrisa.
—Algo así —Respondió Nikolai sin quitar la mirada de la chica, esta termino de servirle el plato y se paró en una esquina con la mirada puesta en el joven.
—¿Y te gusta? —Jonathan alejó el plato de su frente.
—No lo sé, es bonita; ya veremos.
—¿Ya veremos?
—¿Y que quieres que diga? Te gusta? Dímelo y yo me aparto.
—Lo que están en popularidad son ustedes dos ahora ¿no? —Jonathan bebió un sorbo de jugo de fruta y se levantó de la mesa—. La vida es injusta —Salió de la sala con aquella frase.
—No sé a que te refiere con eso. Somos hijos del mismo padre, ¿Que injusticia podría tener la vida contigo? Hay personas que quizás están pasando por cosas peores.
—Nikolai no discutas solo, date prisa para que no llegues tarde a la reunión, además él tiene razón —Dijo Miguel levantándose del asiento, acomodó la silla y salió por la puerta, Nikolai suspiró y bebió un trago de jugo de limón y se levantó de la mesa.
—¿No vas a desayunar? —Preguntó su madre, el chico nego con la cabeza acomodando la silla.
—No entiendo porque mis hijos tienen que estar siempre en discordia —Protestó el rey levantándose del asiento.
—No es obvio, usted dijo el primero es el mejor —Comentó Alisa comiendo un pimiento, Marbella hecho una pequeña carcajada mientras que Alena sobaba su pancita sin decir nada.
—Me refería al trabajo, esto—Señaló la mesa—. No es un trabajo es una familia, mi familia. Nunca permitiría que haya uno más que otros y ustedes mismo lo saben.
—Lo sabemos padre —Comentó Joshua levantándose del asiento. Nikolai empezó a caminar para salir del comedor y Joshua le topo el hombro—. ¿Como estás?
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Editado: 10.08.2022