Una semana después llena de aretreo, reuniones y peleas familiares hoy caía en un día muy especial, Darlin cumplía sus doce años de edad entrando así a la adolescencia que aunque para Ángela aún seguiría siendo una niña hasta que cumpla los dieciocho Darlin seguía insistiendo que debían regalarle un celular porque ya era lo suficientemente grande para tener esa responsabilidad pero había un problema, Darleni que era más grande no tenía y como hoy solo cumplía años darlin no podrían hacer regalos para otra persona que no sea Darlin.
—Cuando cumpla los quince te van a regalar uno —Protesto Darlin mirando a su hermana mayor.
—Eso es en enero del año que entra, no voy a esperar tanto tiempo viendo cómo tu disfruta uno, ya lo dije; si te compra uno a ti también uno a mí.
—Darleni por favor, haz algo por mi cumpleaños.
—No, mira todo lo que te ha regalado Ángela, te hizo un desayuno y te cantamos feliz cumpleaños —La discusión había empezado a las siete de la mañana luego de que Darlin comiera su desayuno y apagará la velitas del bizcocho que Nikolais le había traído, ambos jóvenes adultos se habían quedado sentados viendo la discusión. A Darlin se le había ocurrido decir en voz alta su deseo de cumpleaños y desde ese momento la discusión había empezado.
—Darlin, te van a celebrar el cumpleaños en un lugar hermoso.
—Quien te dijo eso, me trajeron un bizcocho.
—Nikolais dijo que te haría tu cumpleaños, mandó a preparar todo.
—Ellos están aquí, no habrá cumpleaños; por favor Darleni déjame ser feliz un día de mi vida.
—Ya te lo dije. A los tres —La adolescente señaló a Nikolais y luego a Ángela y se fue a la habitación.
—Ya por fin terminaron —Dijo Ángela—. Es verdad, no le vamos a celebrar el cumpleaños a Darlin ya no hay tiempo para preparar eso, pero vamos a salir, Nikolais quiere llevarlas a la plaza de Güibia con los juegos eso que no me gustan para nada.
—Sí! Eso, eso de la banana, la cosa que sube arriba y baja de repente, el tren que va deprisa. Yo quiero ir —Darlin se le vio entusiasmada y de repente ambos jóvenes pensaron que ya no deberían comprar celulares, además Ángela no quería hacerlo, apenas ella usaba uno y no quería que sus hermanas se pusieran en riesgo en internet que de igual manera sabía que en cualquier momento pasaría pero se mantendría al tanto de con cuáles personas ellas interactúan.
—Entonces estamos de acuerdo, Darleni come tu desayuno y friega. Me tengo que preparar para irme al curso. ¿Que vas hacer me puedes llevar?
—Claro que si amorcito —Nikolais se levantó y le dió un beso en la mejilla.
—¿Cuando se darán un beso en la boca ustedes dos? —Preguntó Darlin mientras terminaba de comer su desayuno que había dejado a mitad por la discusión.
—Ella no quiere —Nikolais hizo un puchero.
—Ay por Dios Nikolais!
—Es verdad, ella es una mujer muy apasionada, quiere que nuestra primera vez sea perfecta.
—No, en serio Ángela, solo es un beso ni que te fueras a costar con él, ¿Lo harán verdad? ¿Van a...
—Darlin eso no se le pregunta a la gente adulta, además que te importa —Darleni salió de la habitación con los brazos cruzados, la idea de montarse en esos aparatos no le hacia gracias pero como se trataba del cumpleaños de darlin y no de ella lo dejaría pasar, estaba en la habitación enlistando las cosas que quería para sus quince años.
—Yo puedo saberlo ya soy igual que tú.
—Ay sí, mira como somos del mismo tamaño.
—Pero voy a crecer algún día!
—Que esperanza.
—¿Otra vez ustedes dos? —Ángela salió de la habitación con su mochila y se detuvo al frente de las niñas.
—Dejalas quiero saber quién gana —Comentó Nikolais sentado en la silla, las estaba grabando con su celular.
—Mira, apaga esa cámara —Dijo Ángela pero él la enfocó a ella y le hizo acercamiento en el rostro.
—Esta es mi hermosa mujer, es hermosa mírenla.
—Nikolais apaga la cámara llegaré tarde, vamos! Ustedes dos quiero que estén preparadas cuando llegue, y dejen la discusión ya! Pero me la dejan ya! — Ángela se acomodó la mochila y salió de la casa, Nikolais no había apagado la grabación hasta que ella entró en el carro, luego el entró y se abrochó el cinturón.
—Yo no les digo nada, me gusta verlas discutir — Ángela lo miró con una sonrisa.
—En serio? Te gusta ver el mundo arder.
—No es eso, es que... Es un tipo de hermandad diferente a lo que yo conocí a pesar de que somos trece hermanos, es que cada uno tenía sus niñeras, por ejemplo los únicos que siempre estábamos juntos era...
—Alisa y tú —Lo interrumpió.
—Sí, ella y yo nunca peleamos, nunca. Tenemos gustos muy diferente sobre todo cuando se trataba de juguetes, a ella siempre les gustó esos patines eléctricos mientras que a mí las bicicletas.
—Totalmente diferentes. No puedo decir lo mismo con estas dos.
—Esas dos son la misma mujer en diferentes cuerpos, de hecho son tu en cuerpos de niñez.
—¿Tu creés?
—Tienen muchas cosas en común contigo, demasiado diría yo. Por cierto, no se lo diga pero Darleni me estaba preguntando si tengo un primo que se puede casar con ella le dije que sí. Es verdad hay uno para ella —Ángela se echó a reír.
—Lo va a esperar hasta el resto de su vida créeme, oye! Y Alisa que, se piensa quedar allá me prometió que vendrá a vivir aquí —Nikolais la miró sonriendo.
—No te puedo decir, Ángela eres demasiado metiche —Ángela soltó una carcajada.
—¿Quién te enseño esa palabra?
—Darlin, la escuché decir; esa vecina si es metiche y luego pregunté que significa y tu caes en esa definición.
—Ay por Dios Nikolais, llegamos. Nos vemos más tarde, ah, invitaré a alguien más para la salida de Darlin.
—No te preocupes mientras tú pague está todo bien —Le guiñó un ojo—. Por cierto ¿donde consigues tanto dinero?
—Mira es que a veces me dan ganas de romperte la cara de verdad —Nikolais se echó a reír—. De verdad eh.
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Editado: 10.08.2022