Ángela quedó con los preparativos para la boda de su sueños, literalmente y aunque no era ella que se encargaría de eso lo sabía, había elegido cada cosa como ella lo soñó una vez cuando era tan solo una niña; cada niña a excepciones de algunas tiene ese sueño, verse en un altar, tener ese día solo para que la vean a ella vestida de blanco, donde todos estarán atentos a ti y serás el centro de atención ¿Quién no querría algo así? Y más si se trata de la unión con el amor de tu vida. Pero antes de casarse tendrían que viajar a República Dominicana para el juzgado, no había tiempo de casarse como ellos pensaban anteriormente y eso preocupó mucho a Nikolais, esperaba que ir a República Dominicana no hiciera que Ángela pasará un mal momento ya que, los noticieros según la información de la madre de Ángela seguían averiguando que pasará, había muchas noticias rondando por toda República Dominicana empezando con que Adalia llegaría a un acuerdo ya que, en los últimos día previo al juicio avisó que se declararía culpable y eso le daba punto extra para que ese acuerdo se diera en términos agradables para ella o por lo menos que no tuviera una condena fatal para su vida. Aún tenía el sostén de que aunque ella se llevó a Ángela no fue porque era cómplice sino porque estaba amenazada por Luis y temía por su familia, según lo que había declarado su abogado el cuál lo había publicado en un entrevista, pero Nikolais y mucho menos Gabriel se comían ese cuento, lo mejor era salirse de una vez por todas de esa mujer; sacarlas de sus vidas para siempre y regresar a República Dominicana dependía de eso.
—Entonces, ¿Cuándo se van? —Preguntó la reina tomando el té, a la joven le habían dado su taza de café como siempre y está vez Nikolais acompaño a su madre en el té.
—Mañana, el juicio empieza el martes, pero es mejor llegar un día antes ya que, de verdad será un día muy ajetreado para todos y es mejor tratar de salir de casa con la cabeza fría — Contestó Nikolais.
—Dejennos las niñas aquí, aún no se cumple los tres meses —Comentó Marbella partiendo en pedazos una manzana—. Además se divierten mucho con las niñas de nuestro hermano Joshua, nunca había visto a mis sobrinos tan felices con alguien que apenas conocieron —A Nikolais le pasó por la cabeza lo que había visto con Ángela sobre los adolescentes, pero decidió guardarlo para otro momento.
—La dejaremos, pero tenemos que llevarnos a Dieguito es un testigo importante en el caso, ya saben es quién testificara — Contestó Nikolais.
—Es una pena que se lo tengan que llevar para algo así —Comentó la reina.
—Sí es una pena, iré un rato a dónde mi padre para comentarle sobre el viaje y todo —Nikolais se levantó de la silla besó en la mejilla a su madre y luego a su novia.
—Ángela, ¿ya quedaste con los preparativos de tu boda? —Cuestionó Marbella, Alisa afirmó con la cabeza.
—Esta hablando de tu boda y los preparativos—Le tradujo lo que le dijo su hermana—. Claro que sí, Ángela tiene buen gusto. Esto será muy bonito.
—Ya quiero verlo —Musitó Marbella.
—Pero tendrá que esperar.
—¿Ya recordó algo?
—No es suficiente para el caso, pero según Gabriel porque Ángela no recuerda llegaran a un acuerdo. Además la mujer se declaró culpable. No sé cómo funcione eso en República Dominicana, pero espero que se solucione todo.
—Entonces pasará pronto eso, ya está hecho.
—Ya veremos —Dijo Alisa, Ángela se levantó del asiento y se sentó al lado de la reina.
Nikolais le explicó a su padre lo que había pasado. Y este suspiró cruzándose de brazos.
—Tu novia no recuerda nada, eso no está bien; esa mujer puede inventar cualquier cosa y se lo creerán.
—Papa recuerda que Ángela tiene un testigo, él será quien testifica en caso de que se necesite para saber si esa mujer está hablando mentira. El problema es, qué están diciendo que ella se declarará culpable en el juicio, ya no habrá juicio como tal solo pedirán evidencia de ambos lados para llegar a un veredicto. Aparte dice que quiere llegar a un acuerdo alegando que también es una víctima, por Dios ni ella misma se lo creé.
—¿En serio? ¿Por qué decidió eso ahora?
—No lo sé, tiene un buen abogado tal vez —Nikolais respiró profundo—. Yo solo quiero que esto se termine, de ver papá yo quiero que todo esto se termine —Nikolais abrió los brazos recostado del asiento.
—Se terminará, ya verás —Su padre se levantó del asiento y le topó en el hombro, su hijo se levantó y caminó con él saliendo de la oficina hasta llegar a la sala donde estaban las mujeres bebiendo su té.
La tarde paso rápido y llegó la mañana sonando la alarma a las seis en punto de la mañana, Nikolais abrió los ojos con tato pesar, no quería levantarse, pero Ángela tenía ánimos se tiró de la cama minutos antes de sonar la alarma ¿Cuando se acostumbró a tanto? No era la misma desde el accidente y le gustaba más la antigua Ángela, la que comentaba mucho y hablaba todo el rato de cosas que él no sabía.
—Buenos días —El joven se levantó de la cama viéndola arreglar una maleta—. Sé que quieres saber que está pasando, que pasó ese día y todo. Está bien, lo vas a saber cuándo Diego hablé delante del jurado.
—No te preocupes, ya tengo en mente que es una tragedia.
—Tus hermanas también lo saben y han... Mira que me han sorprendido de verdad, lo han llevado bien desde tu rescate y todo. Pero realmente —Se levantó de la cama para ayudarle a cerrar la maleta—. Pensamos que nunca te volveríamos a ver, yo pensé que ese hombre te mataría. Estás pálida bebé ¿Qué pasa?
—Me siento rara —Dijo ella levantándose del asiento, Nikolais se acercó a ella y la abrazó.
—¿Que sientes? ¿Quiere que te lleve al hospital?
—No, solo es rara. Un poco mareada, pero no es nada como que tengas que llevarme al hospital.
—Debe ser el estrés, la preocupación.
—Sí, también la necesidad de recordar, es todo un lío —Nikolais la besó en la mejilla y le sonrió.
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Editado: 10.08.2022