Cruel Realidad

Capítulo 19

¿Confiar?

No confió hace mucho en nadie. Con él es diferente, siento miedo, pero también me siento protegida. Nunca había recorrido la clínica de noche y llegar a la biblioteca me parecía imposible con tantos guardias vigilando. Todo estaba oscuro, la clara luna alumbraba algunas partes.

Con cuidado seguimos caminando, cinco guardias se encontraban hablando al lado del cine. Sujete a Cristián fuerte del brazo, mi corazón se paralizo. ¿Por qué siento tanto miedo? Desde cuando mis manos tiemblan tanto, cada día en el que estoy aquí me siento mucho más fuerte, ahora es la excepción ¿Qué es lo que pasa? Oh ya sé tengo miedo de volver a ser secuestrada.

Al parecer el miedo va a pertenecer a mí por más que lo disimule e intente ser fuerte.

Los guardias seguían hablando hasta que todos se estaban alejando, esta era nuestra oportunidad para cruzar. Mis pies no querían reaccionar, ¿Por qué tenía que suceder esto justo ahora? no es el momento indicado y necesitamos llegar al otro lado.

Él se paró detrás de mí –Cierra los ojos. Yo te guiare –Dijo.

No. No. No puedo.

« Si puedes »

¡Maldición! Esto es mala idea y la única forma en la que voy a poder cruzar.

Cerré los ojos y con cada paso que dábamos mi pecho se estrujaba en algunos lugares nos deteníamos, se me estaba haciendo eterno el camino y solo eran unos cuantos metros, voy a morir en cualquier momento ¡Soy una exagerada! No me di cuenta cuando él deslizo sus manos por mi cintura jalándome y tapándome la boca al mismo tiempo.

Abrí los ojos no pude resistir más sin saber que pasaba a mi alrededor. Para mi sorpresa ya habíamos llegado.

-Llegamos. Puedes abrir los ojos –Ya estaban abiertos hace rato.

-¿Qué hacemos acá?

-Buscando información. Necesito tu ayuda.

-¿Nadie va a entrar?

-A esta hora no

- ¿Los guardias?

-Micael no te preocupes. Confía en mí.

Bueno como no tengo nada más que hacer, creo que lo ayudare a buscar. No sé exactamente que buscamos, pero de pronto algo de aquí nos pueda ayudar. Nos separamos las estanterías, él buscaba del lado derecho y yo del izquierdo. Revisando los primeros libros, no encontré nada y seguí buscando en los demás.

Un libro me llamo la atención y comencé a mirar la sinopsis. Se veía interesante, revise las páginas leyendo la primera.

-No te distraigas –Lo escuche hablar por detrás de mí.

No entiendo porque después de todo lo que ha pasado sigo siendo distraída.

-Perdón –Dije.

- ¿Encontraste algo?

-No y tú ¿Tu viste suerte?

-No… –Hizo una pausa –Bueno de hecho encontré este documento, pero está en otro idioma.

Acercándome a él revise el documento. Empiezo a traducir gran parte de lo que dice la carpeta sin decirle. Se lo quito de la mano leyendo más de cerca el documento, no me sorprende lo que dice. Vuelvo a mirarlo dándome cuenta de que está perdido.

-Dice “Expediente 501” –Señalo la carpeta –Proyecto realizado en Francia.

- ¿Sabes francés?

-Estudiaba francés antes de llegar acá.

-Parece que hay muchas cosas que no sé de ti.

-Deberíamos llevarnos el documento, puede que sirva. Sigamos buscando.

Me encargue de guardar el documento dentro de mi blusa, acomodándolo de que no se fuera a caer. Nuestro esfuerzo al menos no fue en vano, pudimos encontrar algo después de tanto buscar. Volví a revisar los estantes, no encontraba nada.

Esto está más difícil de lo que pensé nunca en mi vida imagine que me iba aburrir de leer, en este caso ya estaba cansada de solo encontrar novelas juveniles, autobiografías de personas que ya estaban muerta y ensayos de química y medicina. Para que me iban a funcionar esto.

Apenas llevábamos dos horas buscando y ya el sueño se apoderaba de mí, acerque mi cuerpo a un sofá sintiendo lo cómodo que era. Saque el documento de donde lo tenía, leí la primera hoja. El proyecto iba a ser realizado el otro año, buscaban la forma de llevar su experimento a otros lugares.

-¿Dónde encontraste el documento? –Pregunté.

-Adentro de los libros de medicina ¿Por qué?

-Es raro que no lo hayamos encontrado hace mucho y este a tan simple vista.

-De seguro se olvidaron de sacarlo –Pude ver como encogió los hombros – ¿Encontraste algo?

-Tengo sueño

-Duerme yo sigo buscando. Te despierto si sucede algo.

No iba a negar esa oferta. Tenía que provechar este momento, necesitaba dormir por lo menos quince minutos para poder recuperar mis fuerzas, apoye mi cabeza hacia atrás mirando el techo y cerrando los ojos en poco tiempo la vista se me fue, lanzándome a un lugar oscuro y profundo.

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