A la mañana siguiente y lista para comenzar, se me acerca Joaquín para entregarme las cosas y comenzar a trabajar, una libreta de anotar, mi credencial y mi delantal me dice que asignará a uno de sus muchachos para que durante el día me pueda ayudar y así poder aprender mis funciones...
- "que no sea Nino por favor"....no lo dije en voz alta, pero esperaba que él si supiera leer la mente, entonces lo repetí una y otra vez muy fuerte en mi cabeza...
Cuando nos encontrábamos en el salón estaban todos los garzones reunidos en un círculo cual culto o secta, comenzaron a asignar las mesas que cada uno atendería, derrepente Joaquín me presenta como la nueva garzona y pregunta abiertamente si alguien aceptaba ayudarme por el dia de hoy todos escondieron la abeza y balbucearon palabras sin sentido, pero alguien y adivinen quien levantó la mano como un resorte.
- Yo!..- dice Nino con una sonrisa burlona mirándome fijamente como si me fuera a comer y en un tono irónico dice - "yo puedo enseñarle...puedo enseñarle LO QUE QUIERA" - sentí un frio recorrer mi espalda, mi boca comenzó a temblar y un recuerdo que quise borrar apareció nuevamente.... Mientras a lo lejos oí como todos se comenzaron a reír.
"El fin"...se había terminado mi vida tranquila y mi buena suerte (aunque dudo haberla tenido alguna vez).
Joaquín agradeció la buena voluntad de Nino y sin más nos pusimos a trabajar.
Mientras caminaba con mi cabeza mirando al suelo odiándome por la decisión que había tomado pensé, en qué momento se me ocurrió aceptar el trabajo de garzona, apenas sabía caminar con mis pies torpes, derrepente Nino se detiene de la nada y yo tropecé con su enorme cuerpo golpeando mi cabeza contra su espalda.
- "pero que demoni"...- no pude terminar la frase, porque Nino se voltea muy rápido, me sujeta de los hombros y se inclina a mi altura para decir.
- Será un día difícil por ser fin de mes, necesito que seas rápida...puedes hacer eso por mi ratoncito....- y me dedicó una sonrisa.
Mi estómago dio un vuelco... obviamente porque aún no había comido nada... estaba muy nerviosa esa mañana como para comer.
- pu pu puedo intentarlo- le dije muy nerviosa..- trataré en lo posible de no estorbarte.
- tú no me estorbas bombón...me diviertes y me haces reír...pero jamás me molestas y ademas prefiero ser yo el molestoso...
Después de un par de horas él ya no pensaba igual, me gritaba y se enojaba cada vez que confundía los pedidos y aún más cuando deje caer la bandeja con las bebidas....fue horrible, estaba segura que después de ese día me despedirán o peor aún me harían volver a usar ese sobrero horrible de hongo.
Tras una pausa para almorzar, fui a recoger mi plato y me siento a un costado de mi amiga Maribel...en el restorán existían grupos que no se relacionan entre sí, los gelateros, los garzones y los cocineros...como de costumbre fui a sentarme en la mesa de los honguitos y Nino hizo lo mismo, derrepente todos se dieron vuelta para mirarnos.
- qué estás haciendo..- le pregunté... está no es tu mesa-
-Tampoco la tuya bomboncito ahora eres garzona, tu mesa también está allá..-
- no me voy a cambiar- dije enojada..-
- Entonces yo tampoco...me gusta aquí...contigo..-
Maribel nos miraba con una sonrisa boba en los labios, tratando de entender que estaba ocurriendo, pero ni yo misma lo entendía.
Cuando por fin se había terminado el día, mi compañera se acerca a mi en los camarines para preguntarme muy sutilmente.
- OK... dime qué está pasando, por qué Nino te habla con tanta confianza, acaso lo conoces de algún otro lugar -
Sopese mis opciones de si mentir o no....pero soy muy mala mentirosa así que le conté la verdad.
Y la verdad es que con Antonio nos conocimos en séptimo grado fuimos en el mismo curso e incluso nos graduamos juntos.
Era un chico muy popular y muy desordenado, mientras que yo era toda una cerebrito y muy fea, la favorita del maestro.
Él solía molestar a todos en la escuela, le encantaba poner sobrenombres y obvio a mi me puso los peores aunque no entendí porque.
Le encantaba llamarme pato, ratón o cualquier animal pequeño ...lo de bomboncito es nuevo lo admito.
Pero nuestra historia es un poco más complicada que eso.
Cuando pasamos a la enseñanza media fue un proceso muy difícil, mientras que algunas compañeras volvían de sus vacaciones hechas unas Barbies y muy desarrolladas...yo parecía que me había estancado en los 13 años y eso no me ayudó mucho. Se burlaban de mi en los camarines mientras nos cambiábamos, en las clases de gimnasia porque mi ropa siempre quedaba muy grande
Estaba tan triste y mi autoestima había bajado un montón, pensé que debía hacer algo para cambiar mi situación buscar una forma de poder sobrevivir los años que me quedaban de estudio, a veces los jóvenes pueden ser muy crueles cuando quieren y pueden orillarte a cometer las mas grandes estupideces, por eso a mitad de ese año, cuando comenzaron a entregar las primeras calificaciones me fijé que a Nino le entregaban una libreta con mucho rojo destacado....por un momento sentí lastima por él, pero luego y fue en ese momento en el cual se me ocurrió un plan para dejar de ser una looser.
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